INTRODUCCIÓN ¿Te has preguntado cuál sería la actitud correcta cuando un hermano cae en pecado y co- mete un error? ¿Qué deberías hacer? ¿Deberíamos condenarlo y humillarlo públicamente exponiendo su error? En los tiempos de la edad media mucha gente pensaba que Dios era un ser iracundo y mal humorado. Un Dios vengativo e inflexible. Un juez intransigente, con un látigo en la mano, observando al primero que se aparta del camino para castigarlo. En nuestro tiempo mucha gente piensa algo parecido, y frente a cualquier desgracia, accidente o catástrofe, dice: “será el castigo de Dios”. La verdad, sin embargo, es que Dios nos ama tanto que envió a su Hijo para salvarnos y rescatarnos del pecado. Cristo describió la misión de su vida diciendo que vino a buscar y salvar lo que se había perdido. I. EL EJEMPLO DE AMOR POR LOS QUE YERRAN EN LA OVEJA PERDIDA. 1. Cristo describió la misión de su vida como aquel “vino a buscar y salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). Dejó lo
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.