INTRODUCCIÓN: Ricardo Dolorier Urbano menciona: “Ser maestro es una forma muy peligrosa de vivir y una forma muy hermosa de morir”. El más alto cargo que un ciudadano puede desempeñar en una democracia es el de ser maestro de escuela. El niño es un sin número de posibilidades y el desarrollo de esas posibilidades dependen de sus padres y profesores. El éxito en el trabajo educativo depende de las relaciones recíprocas que se van configurando entre el profesor y alumno. Por más cariño, capacidad y responsabilidad que el maestro asuma ante su trabajo, sus esfuerzos pedagógicos no suministraran resultados positivos si ha cometido errores en la instauración de esas relaciones y no ha conquistado la suficiente autoridad. La autoridad se logra basándose en la capacidad y al estilo de trabajo, es decir, cuando lo que se expone en teoría es comprobado sólo en la práctica. El ejemplo personal es la mejor mane
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.