Verona era una joven inteligente que sabía debatir muy bien. Le encantaba discutir, era un tanto obstinada, amistosa y le gustaba estar siempre en compañía de otros, especialmente de aquellos que se consideraban posmodernistas y a la moda. Le gustaba cuestionar las normas y prácticas de la iglesia y ser considerada como portavoz de los que no tenían voz ni voto o de aquellos demasiado tímidos para hablar. Era socialmente consciente y se consideraba responsable por mantenerse en contacto con sus compañeros a través de las redes sociales a fin de actualizarlos sobre de los acontecimientos actuales. Lo lograba a través de sus blogs en línea, donde daba sus sinceras opiniones sobre varios asuntos. Se mantenía al tanto de las noticias y tendencias más relevantes a través de su muy activa cuenta Twitter. Su obsesión por las computadoras, Internet y la curiosidad por adquirir conocimiento, la llevaron a la tabla de güija, que es un tablero con las letras del alfabeto, los núme
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.