Lucas 15:11-32 INTRODUCCIÓN No se ha llevado una estadística mundial, pero es muy probable que la parábola del hijo pródigo sea la parábola que más almas haya traído a los pies de Cristo, es la más conocida; es la parábola más larga de todas las parábolas que Cristo enseñó. Todos alguna vez en nuestra vida hemos salido de casa y hemos reflejado una parte de la historia del joven pródigo. Lamentablemente, nos hemos alejado de Dios y le hemos ocasionado dolor y sufrimiento a nuestro Padre. Hay algunos que pueden decir que les ha ido mejor viviendo fuera de casa. Es porque están viviendo los días de abundancia. En la vida siempre hay escasez y allí es cuando tenemos que tomar decisiones. Al repasar esta parábola veremos dos escenas, que confirman que Cristo contó esta historia para mostrarles a los perdidos el camino a casa. I. EL HIJO QUE ESTABA PERDIDO, ESTABA MUERTO (Leamos Lucas 15:24 y 32). “Porque este mi hijo muerto era, y
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.