INTRODUCCIÓN "Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado. Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré́ adondequiera que vayas. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza. Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos". Mateo 8: 18-22. En este texto encontramos la experiencia de dos personas: el primero es un escriba que quería seguir a Jesús: "Maestro, te seguiré́ adondequiera que vayas", dice este hombre dirigiéndose a Jesús. Este escriba decidió́ seguirlo después de ver los grandes milagros que hizo Jesús. Él había curado a un leproso, había sanado al criado del centurión, había curado a la suegra de Pedro. Ya vimos que Jesús había liberado por el poder de su palabra a muchos endemoniados. En fin, todo eso tocó profu
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.