San Juan 3:16 De lo realmente valioso de la vida lo cierto es que todos disponemos en abundancia y además gratuitamente. Así que podemos decir con toda propiedad que todos somos ricos, aunque andemos escasos de dinero. Por ejemplo, el sol, el aire y el agua... tan abundantes como gratuitos, tienen más valor real que cualquier dinero del mundo. Desde la majestuosa luz solar que alumbra y hace fructificar el suelo, hasta la chispa matinal que nos despierta por la mañana; desde la atmósfera que rodea la tierra, hasta la porción de aire que llena nuestros pulmones; desde los inmensos mares que contiene el planeta, hasta el pequeño sorbo de agua que apaga nuestra sed, todo, absolutamente todo lo que mantiene nuestra vida es un regalo de Dios, por lo cual no tenemos que efectuar pago alguno. Sin embargo, ¡Cuántos se empobrecen por no saber aprovechar estos regalos del Creador! Hay gente que vive tan concentrada en su mundo laboral o encerrada en su pequeño espacio vital, que no tiene tiempo
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.