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Mostrando las entradas de noviembre, 2021

Acuérdate, No te olvides

“Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes a Jehová” (Deuteronomio 9:7). Hay dos palabras que aparecen en toda la Biblia: acordarse y olvidar. Ambas se refieren a algo humano, a algo que sucede en nuestra mente. Ambos son verbos y son opuestos: acordarse es no olvidar, y olvidar es no acordarse . Entre las palabras clave utilizadas en Deuteronomio está el término SHAKAKH, que significa "Olvidar" Este importante término aparece solo 14x en este libro. (Deuteronomio 4:9, 23,31; 6:12; 8:11, 14, 19; 9:7; 25:19; 26:13; 31:21; 32:18). Esta antigua tendencia a olvidar es también un problema moderno. Otra expresión clave en el libro de Deuteronomio es ZAKAR "Recordar" y que aparece 15x (Deuteronomio 5:15;7:18; 8:2, 18; 9:7, 27; 15:15; 16:3, 12; 24:9, 18; 25;17; 32;7). El recuerdo es lo opuesto a la amnesia.  Los "acuérdate&quo

Escoge pues la vida - La verdad Presente en Deuteronomio

“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” (Deuteronomio 30:19). U na joven de 22 años fue diagnosticada con una enfermedad mortal: tumor cerebral. Incluso con todas las maravillas de la medicina moderna, no se podía hacer nada más que prolongar la agonía hasta lo inevitable. Pero esta joven, Sandy, no quería morir. Entonces, tuvo un plan. Después de su muerte, le pondrían la cabeza en una tina de nitrógeno líquido congelado, para preservar sus células cerebrales. Y allí esperaría, cincuenta años, cien años, mil años, hasta que la tecnología hubiera avanzado lo suficiente y su cerebro, compuesto por conexiones neuronales, podría cargarse en una computadora. Así, Sandy podría “vivir”, tal vez incluso para siempre. Triste historia, no solo porque una joven estaba a punto de morir, sino también debido a dónde puso su esperanza. Co

La ley y la gracia - La verdad presente en Deuteronomio

“No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo” (Gálatas 2:21). La mayoría de las confesiones cristianan enseñan sobre la Ley y la gracia, y comprenden la relación entre las dos. La Ley es la norma de santidad y justicia de Dios, y la violación de esa ley es pecado. “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley” (1 Juan 3:4). Y, como todos hemos violado esa ley (“Pero la Escritura declara que todo el mundo es prisionero del pecado” [Gálatas 3:22, NVI]), es solo la gracia de Dios lo que puede salvarnos. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8). (Por supuesto, está el “pequeño detalle” del rol del día de reposo sabático como parte de la Ley. No obstante, por diversas razones, muchos cristianos están decididos –al menos por ahora– a rechazar el sábado, y proponen todo tipo de argumentos para justificar su rechazo; pero e

El Peligro de resistir al Espíritu - El Espíritu Santo

"Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención". Efesios 4:30. INTRODUCCIÓN a. Como lo demuestra la historia del diluvio, existen peligros cuando el hombre desprecia el llamado de Dios por medio del Espíritu Santo (Genesis 6:3). En esa época la generación se perdió . En los días de hoy también existen peligros que debemos evitar y que la Biblia nos advierte respecto al llamado que Dios nos hace por medio de su Espíritu Santo. Por eso hoy vamos a estudiar algunos de ellos. I. RESISTIR Y ENTRISTECER AL ESPIRITU a. En Hechos 7:51 Esteban acusó a los dirigentes del sanedrín de “resistir” al Espíritu Santo. Igual que sus antepasados, los dirigentes estaban resistiendo el llamado de aceptar a Cristo como su Salvador. Esto es increíble, pero a seres humanos frágiles, creados por Dios y dependientes de él, se les ha dado la libertad resistir a la obra del Espíritu Santo y su llamado a la salvación. Dios es Todopoderoso, pero él

La iglesia del Espíritu Santo - El Espíritu Santo

" Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo , sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu". 1 Corintios 12:13. INTRODUCCIÓN a. El Espíritu Santo obra en el ámbito individual y en la vida de cada creyente de forma personal, pero también de manera comunitaria en la iglesia. De hecho, el Espíritu Santo es el responsable final de la existencia de la iglesia. A menudo nos vemos tentados a pensar que la iglesia existe y crece gracias a nuestras diversas actividades evangelizadoras y misioneras. Pero la verdadera razón de ser de la iglesia no yace en lo que hacemos; sino en lo que Dios ya ha hecho y hace por medio del Espíritu Santo . Veamos de qué maneras el Espíritu nos une a la iglesia. I. NOS UNE POR MEDIO DE LA BIBLIA Y LA VERDAD a. Puesto que el Espíritu Santo, inspiró las Escrituras (2 Pedro 1:19-21), este es el principal recurso que el usa para unir a los creyentes en una comunidad de fe y verdad.

El Espíritu Santo y el carácter - El Espíritu Santo

“ASÍ NACÍ, Y ASÍ MORIRÉ” "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley". Gálatas 5:22, 23. INTRODUCCIÓN a. El fruto del Espíritu es la verdadera esencia de la vida cristiana, nos muestra de qué modo la persona vive para Dios . El fruto del Espíritu no es algo que logramos meramente por esfuerzos humanos. Es posible por un tiempo aparentar algunas de estas mismas virtudes por medio del ejercicio de nuestra fuerza de voluntad, pero tarde o temprano las tendencias pecaminosas se manifestarán en la vida . Pero cuando el Espíritu nos conecta con Jesús, por medio de su Palabra escrita, sus características intrínsecas se manifiestan en todos los aspectos de la vida. I. PRODUCIR FRUTO a. En Juan 15:1 al 11, Jesús nos dice que el hecho de dar fruto es el resultado de la vida de Cristo, la vid, que fluye por las ramas, es decir, los creyentes. El crecimiento del fruto es la obra de Dios por medio