Introducción
Cuando dos jóvenes que se aman, desean conversar en privado y dedicarse un tiempo especial para los dos. Muchas veces se citan en algún lugar para encontrarse y poder estar a solas, donde no puedan ser interrumpidos. Y para ese momento se preparan; poniéndose ropa adecuada que pueda agradar a esa persona especial. Además de ello, también dejan las cosas cotidianas que hacían para estar libres y poder disfrutar de esos momentos juntos.
De la misma manera, Dios que nos ama mucho separó un tiempo especial cada semana, como una cita para encontrarnos con Él y disfrutar de su compañía conversando con Él, a través de la oración y escuchando lo que Él tiene que decirnos a través de su Palabra.
Si hacemos esto, Dios bendecirá nuestra vida en todos los aspectos.
I. IMPORTANCIA DEL SÁBADO
1. Dios desea que guardemos su palabra fielmente y que seamos una luz para el mundo, pienso que si observamos este día santo adecuadamente, podremos ser un testimonio viviente para nuestros vecinos y compañeros de trabajo, ellos también podrían recibir estas bendiciones por causa de nosotros.
2. La palabra de Dios dice en 1 Corintios 10:31 “Si comes o bebes o hagas cualquier otra cosa, hazlo todo para la gloria de Dios”. Esto quiere decir que las cosas que hagamos en la vida deben honrar y glorificar a Dios y más aún si son relacionadas con el Señor.
3. Muchos hemos descuidado este cuarto mandamiento y hemos fallado a Dios en su observancia, por tanto debemos procurar honrar este precepto de la santa ley de Dios.
4. Por lo tanto, al obedecer a Dios en este mandamiento, seremos una luz para los que nos rodean y de esa manera atraeremos muchas personas a los pies de Jesús.
II. EN SOCIEDAD CON LOS INCRÉDULOS
1. En 2 Corintios 6:14,17 dice: “No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tiene la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas?” “Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré.”
2. Debemos tener mucho cuidado de entrar en sociedad con las personas que no honran los principios de Dios.
3. Mientras que un socio profesa observar el sábado, el otro, con los trabajadores empleados, sigue adelante con los negocios de la firma. El observador del sábado, aunque exteriormente no trabaje, no puede separar sus pensamientos de los asuntos comerciales. Aunque se esfuerce por guardar el sábado, no lo guarda. El Señor le considera como transgresor.
4. Si obramos así, deshonraremos a Dios y perderemos sus bendiciones y cuidados personales y en vez de ser una luz y un testimonio vivo, las personas que nos observan tendrán un concepto equivocado de los principio de Dios.
III. LA ASISTENCIA A LA ESCUELA EN SÁBADO
1. El sábado es un día especial dado por Dios para que podamos hacer solo su voluntad como lo dice Isaías 58:13, 14 “Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras: Entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre: porque la boca de Jehová lo ha hablado”.
2. Algunos de nuestros hermanos envían a sus hijos a la escuela o institutos superiores y academias en días sábados. O nuestros jóvenes por situaciones de clases o exámenes prefieren pisotear los principios de Dios a salir mal en sus cursos académicos.
3. Como se extraña esos hombres y mujeres que puedan decir como el apóstol Pedro “...Es mejor obedecer a Dios antes que a los hombres” Hechos 5:29
4. Dios no consulta nuestra conveniencia en cuanto a sus mandamientos. Espera de nosotros que lo obedezcamos, y que así enseñemos también a nuestros hijos.
5. Tenemos delante de nosotros el ejemplo de Abrahán, el padre de los fieles. El Dios del cielo dice: “Porque yo lo he conocido, sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová.” Génesis 18:19. Y ésta fue la razón por la cual se pronunciaron grandes bendiciones sobre él y su posteridad.
6. Necesitamos ser un testimonio viviente con nuestros actos en cada momento de nuestra vida. Dios nos ha de pedir cuenta en el día del juicio. Yo no quiero perder el cielo por mi deslealtad, yo quiero ser fiel a Dios y honrarlo con mi conducta. ¿Deseas tú también honrarlo, y obedecerlo a pesar de las consecuencias?
IV. LA PRUEBA DE LA LEALTAD
1. La palabra de Dios dice: “Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos”. Mateo 10:33
2. La historia del trato de Dios con su pueblo en todas las épocas demuestra que Él exige una obediencia estricta.
3. Cuando el ángel destructor estaba por recorrer la tierra de Egipto, y herir a los primogénitos de los hombres y de las bestias, se indicó a los israelitas que tuviesen a sus hijos consigo en casa, y rociasen los dinteles de las puertas con sangre, que ninguno quedase fuera de la casa; porque todos los que fuesen hallados entre los egipcios serían destruidos con ellos. Supongamos que un israelita hubiese descuidado de colocarla señal de la sangre sobre su puerta, diciendo que el ángel de Dios podía distinguir entre los hebreos y los egipcios ¿Qué hubiera sucedido?
4. Nuevamente ha de recorrer la tierra el ángel destructor. Se ha de colocar una marca sobre el pueblo de Dios, y esa marca es la observancia de su santo sábado.
5. Si los padres permiten que sus hijos reciban educación en el mundo y hagan del sábado un día común, entonces no podrá ser puesto sobre ellos el sello de Dios. Serán destruidos con el mundo; y ¿no recaerá su sangre sobre los padres? Pero si enseñamos fielmente a nuestros hijos los mandamientos de Dios, los sometemos a la autoridad paternal y luego por la fe y la oración los confiamos a Dios, él cooperará con nuestros esfuerzos porque lo ha prometido.
6. Dios quiere que seamos coherentes con lo que enseñamos. Es decir tenemos que vivir los principios de Dios en nuestras vidas diariamente. Todos alrededor nos miran, y todo el cielo también.
V. LA OBSERVANCIA ESCRUPULOSA DEL SÁBADO
1. Dios sacó a su pueblo Israel de Egipto para que pudiese guardar su sábado, y les dio indicaciones especiales acerca de cómo observarlo.
2. Dios ha dado al hombre seis días en qué trabajar, pero se ha reservado el séptimo y ha pronunciado una bendición sobre quienes lo santifiquen.
3. El día anterior al sábado debe ser hecho día de preparación, a fin de que todo esté listo para sus horas sagradas. “Lo que hubiereis de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubiereis de cocinar, cocinadlo.” “Mañana es el santo sábado, el reposo de Jehová.” Éxodo 16:23.
4. La misericordia divina ha indicado que se debe cuidar a los enfermos y dolientes; el trabajo requerido para que estén cómodos es una obra necesaria, y no una violación del sábado. Debe evitarse todo trabajo innecesario.
5. Muchos postergan negligentemente hasta el comienzo del sábado cosas pequeñas que debieran hacerse en el día de preparación. Esto no debe ser. Cualquier trabajo que sea descuidado hasta el comienzo del tiempo sagrado debe permanecer sin hacerse hasta que haya pasado el sábado.
6. Debemos tener cuidado sobre las palabras y los pensamientos. Los que hablan de asuntos comerciales y hacen planes en sábado, son considerados por Dios como si se hubiesen dedicado realmente a efectuar los negocios. Para santificar el sábado, no debemos permitir siquiera a nuestra mente que se espacie en cosas de carácter mundano. Dios lo ve y sabe todo.
CONCLUSIÓN
"Dios permitió que su propio Hijo sufriese la muerte en cumplimiento de la condena por la transgresión de la ley; por tanto, ¿cómo tratará a aquellos que, frente a toda esta evidencia, se aventuran en la senda de la desobediencia después de haber recibido la luz de la verdad? El hombre no tiene derecho a presentar su conveniencia o sus necesidades en este asunto. Dios proveerá; el que alimentó a Elías a orillas del arroyo, haciendo de un cuervo su mensajero, no dejará a sus fieles sufrir por falta de alimento". 4TI, 250.
Mateo 6:26-30
"¿Dónde está la fe del pueblo de Dios? ¿Porqué sienten sus miembros tanta duda y desconfianza respecto de Aquel que provee para sus necesidades y los sostiene por su fuerza? El Señor probará la fe de su pueblo; mandará reprensiones, que serán seguidas por aflicciones si no se escuchan estas advertencias. Quebrantará el fatal letargo del pecado a cualquier precio en aquellos que se han apartado de su fidelidad a él, y los despertará para que comprendan cuál es su deber". 4TI, 251.
"Hermano, su alma debe ser vivificada y ampliada su fe. Ha justificado durante tanto tiempo su desobediencia por un motivo u otro, que su conciencia, arrullada en el descanso, ha cesado de recordarle sus errores. Ha seguido durante tanto tiempo su propia conveniencia respecto de la observancia del sábado, que su mente, encallecida, ya no es susceptible de ser impresionada respecto de su conducta desobediente; es más, por haberse puesto usted mismo en esa condición, es el máximo responsable. Empiece en seguida a obedecer los mandamientos divinos y a confiar en Dios. No provoque su ira, no sea que le visite con terrible castigo. Vuelva a él antes que sea demasiado tarde, y halle perdón para su desobediencia. Él es rico y abundante en misericordia; le dará su paz y aprobación si se allega a él con humilde fe". 4TI, 251.
Dios desea ser honrado y glorificado en nuestras vidas porque de esa manera atraerá a otros hacia Él.
Hace algunos años una mujer muy religiosa y católica empezó a leer la Biblia y encontró la verdad del sábado, era tanta su curiosidad que preguntó al líder religioso de su iglesia sobre este asunto y no le daban una respuesta satisfactoria. Luego, por razones de trabajo de su esposo que era militar del ejército, viajó a otra ciudad, muy lejos y allí seguía estudiando la Biblia, con el fin de saber más sobre el día de reposo. Dios guio sus pasos y decidió guardar el sábado en su casa.
Un viernes de noche acompañó a su esposo a cortarse el cabello a una peluquería cerca de su domicilio, pero estaba cerrado. Luego, fueron un día sábado de mañana, y también estaba cerrado. Así pasó el tiempo, el cabello de su esposo creció y fueron un día miércoles de noche, y la peluquería estaba abierta, a lo que ella preguntó:
- ¿Por qué los viernes de noche no atienden, ni los sábados en la mañana?
Y el hermano contestó: y
- Yo descanso ese día, a partir del viernes a la puesta de sol hasta la puesta del sol
del sábado; porque es el día del Señor. Aquella mujer, se mucho alegró de escuchar esa respuesta y dijo: yo también lo guardo... Entonces el hermano preguntó
- ¿A qué iglesia va Ud.? Ella contestó:
- A ninguna iglesia, solo guardo ese día en mi casa. Entonces el hermano le compartió la palabra de Dios y la invitó a asistir a su iglesia. Posteriormente fue bautizada y ahora es miembro de nuestra iglesia.
Jesús es el Señor del día de reposo y también desea ser el Señor de tu corazón para tomar el control de tu vida y transformarla para que tú guardes sus mandamientos y seas una luz al mundo como lo fue este hermano que guardaba el sábado correctamente.
LLAMADO
Hagamos del día sábado de un día de delicia, santo, consagrado a Dios. Honremos al Señor, haciendo lo que Él nos ordena, eligiéndolo como el Señor de nuestra vida. Seamos parte de los elegidos, guardando su santo sábado, día sublime, día especial, tiempo santo. Anhelemos de corazón, estar en la presencia de nuestro Dios cada sábado.
Amén.
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