TEXTO CLAVE “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón” Salmos 40:8. INTRODUCCIÓN “¿Cómo estás?”, preguntamos. La mayoría de las veces escuchamos solo una respuesta: “Bien”. Pareciera que es importante para el ser humano estar bien o, visto de otra manera, no estar mal. Si ampliamos esta tendencia básica, también podemos ver que se aplica a la conducta. Incluso quienes han errado harán lo imposible para minimizar el impacto de su mala conducta ante la opinión pública. Pareciera que hay algo en el ser humano que le indica que le corresponde el bien, no el mal. En nuestros esfuerzos por ser buenos, realizamos buenas obras. Nada malo en esto. Sin embargo, pareciera que eso no basta para los momentos donde las cosas andan mal. Cuando esos momentos oscuros llegan nos preguntamos de qué sirvió “portarse bien”. Si, ser bueno no garantiza la ausencia de problemas, entonces, ¿por qué intentarlo? En ese escenario, muchos han optado por abraz
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.