INTRODUCCIÓN
El salmo 84 es el canto de un peregrino, de un errante que extraña estar en la casa de Dios.
El peregrino extraña sentirse en su presencia y disfrutar de la alabanza. Si bien el Salmo
no es de David, sino de los hijos de Coré, pero esta pensado en David, quien muchas veces
estuvo en tierras lejana y fue ahí donde reconoció lo difícil y triste que es estar lejor de la
presencia de Dios. Porque “Para el alma humilde y creyente, la casa de Dios en la tierra es la
puerta del cielo”. (JT2, pág.194)
Cuanto más cerca de Dios se multiplica las fuerzas para enfrentar los problemas. Cuanto
más lejos de Dios más difícil de enfrentar todo. “Felices son los que tienen un santuario, sea
alto o humilde, en la ciudad o entre las escarpadas cuevas de la montaña, en la humilde choza
o en el desierto” (Ibíd.)
¿Extrañamos estar en la presencia de Dios? ¿Nos es delicioso encontrarnos con Dios cada
día y buscamos sentirnos y sentarnos en su presencia para establecer una comunion y rela-
ción? ¿Cuán cerca y lejos estamos de su morada, cuán cerca y lejos vivimos de su presencia?
I. EL TEMPLO: UN LUGAR PARA CONSAGRARNOS
1. SUS ATRIOS. Significa, sitio de reunión con Dios. En el atrio se encontraba el altar de
sacrificio de la ofrenda y el lacro.
2. “La condición espiritual necesita ser rediseñada con frecuencia, y la mente y el corazón
atraídos al Sol de justicia... La mente debe estar preparada para oír la Palabra de Dios, a
LA CONDUCTA EN LA CASA
DE DIOS
“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogeré antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar
en las moradas de maldad”.
Salmo 84:10
fin de que tenga el debido peso e impresione adecuadamente el corazón”. (Ibíd. 195)
3. No podemos morar en la presecnia de Dios si cada día de la semana vivimos lejos de Él.
Al llegar el sábado continuamos en comunión con Dios y gozaremos mucho más por
ser dia especial porque el verdadero hijo de Dios siempre se alegra de participar en el
culto de adoración. Sus oraciones serán oídas y el ministerio de la palabra resultará
eficaz.
4. El sacerdote antes de entrar a oficiar en el lugar Santo, tenía que lavarse. Había toda
una preparacion previa y al momento de entrar lo hacia con total reverencia reconcien-
do que estaba en la presencia de Dios.
5. El apóstol Pablo cuando envía su carta al joven Timoteo le aconseja: “Esto te escribo,
aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si tardo, sepas cómo debes con-
ducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la
verdad.” 1 Tim. 3:14-15
6. Podemos resaltar cuán importante es la REVERENCIA en la casa de Dios. Desde el sal-
mista hasta el apóstol nunca se perdió el sentido de reverencia al Creador, a través de
los años se inculcó cómo debe ser el caminar del cristiano especialmente en la casa de
Dios.
7. Elena de White menciona lo siguiente. “Ha habido un gran cambio, y no en el mejor
sentido, sino en el peor, en los hábitos y costumbres de la gente con referencia al culto
religioso. Las cosas preciosas y sagradas que nos relacionan con Dios, están perdiendo
rápidamente su influencia, y son rebajadas al nivel de las cosas comunes. La reverencia
que el pueblo tenía antiguamente por el santuario donde se encontraba con Dios en ser-
vicio sagrado, ha desaparecido mayormente. Sin embargo, Dios mismo dio el orden del
servicio, ensalzándolo muy por encima de todo lo que tuviese naturaleza temporal”. (Ibíd.
194).
8. Puede estar bien encontrarse con Dios en cualquier lugar, pero nada se compara en-
contrase con Dios en su morada. Al encontrarnos con Él podremos ser capacitados para
llevar el mensaje de esperanza a quienes nos rodean. Dios espera que llevemos mu-
chos frutos. Espera mayor celo y fidelidad, esfuerzos más afectuosos y fervientes, de
parte de los miembros individuales de la iglesia en favor de sus vecinos y de los que no
están en Cristo.
II. EL TEMPLO: UN LUGAR PARA ALABAR Y DAR GRACIAS
1. Salmos 84:2-5 “Mi CORAZÓN canta al Dios vivo... Felices los que habitan y tienen sus
fuerzas en el Señor”.
Sermones Misioneros 2018 Unión Peruana del Sur
46 47
2. Es triste como se ha ido perdiendo el sentido de adoración, en cuanto a la alabanza.
Escuchamos decir: “Espacio de alabanza, de cantos”, “Uno más, uno más”. Dando a en-
tender que estamos improvisando la adoración. Al hacer eso promovemos el desorden
y damos a entender que al unirse la congregación elevando sus voces para cantar, no
están adorando, sino llenando un vacío en la liturgia.
3. Vemos a padres correr detrás de los hijos, los sonidos estridentes de los celulares ele-
varse por encima de las voces y el momento más solemne se convierte en bullicio.
4. Olvidamos que “La melodía del canto, exhalada de muchos corazones en forma clara y
distinta, es uno de los instrumentos de Dios en la obra de salvar almas. Todo el servicio
debe ser dirigido con solemnidad y reverencia, como si fuese en la visible presencia del
Maestro de las asambleas... No durmáis por un instante, porque el sueño podría hace-
ros perder las palabras que más necesitáis, las palabras que, si las escucharais, salvarían
vuestros pies de desviarse por sendas equivocadas... Si pudiesen ver a los ángeles de Dios
que los miran y toman nota de sus acciones, se llenarían de vergüenza y se aborrecerían a
sí mismos. Dios quiere oyentes atentos. Era mientras los hombres dormían cuando Sata-
nás sembró la cizaña.” (Ibíd. 196).
5. Será que conociendo todos estos consejos seguiremos viviendo como si no pasara
nada. Los hijos de Elí, pagaron un precio muy alto por profanar el santuario de Dios y
jugar con lo que Dios llama Santo. Hoy es un día de ponernos a cuentas con Dios, de
acudir a su presencia con acción de gracias y un corazón contrito, arrepentido y predis-
puesto únicamente a adorar a Aquel que nos formó y es nuestro Salvador.
6. Vivimos momentos cruciales donde tenemos que tener mayor cuidado en distinguir lo
santo de lo común. Al acudir a la casa de adoración nuestra ser entero debe estar en
plena armonía con el cielo, unirnos en alabanza al coro angelical a nuestro Salvador.
7. “Dios está aquí; ésta es su casa. Debo tener pensamientos puros y los más santos motivos.
No debo abrigar orgullo, envidias, celos, malas sospechas, odios, ni engaño en mi corazón;
porque vengo a la presencia del Dios santo. Este es el lugar donde Dios se encuentra con
su pueblo y lo bendice. El Santo y Sublime, que habita la eternidad, me mira, escudriña mi
corazón, y lee los pensamientos y los actos más secretos de mi vida”. (Ibíd. 197)
8. Al acudir a la iglesia debemos ir con un corazón contrito, dispuesto únicamente a ado-
rar a nuestro Creador. De nada sirve ir delante de Dios y no tener deseos de ser seme-
jantes a Él. Dejemos de lado los deseos personales y concentrémonos únicamente en
presentar nuestro ser como ofrenda grata. Ya que nunca podremos, con nuestras ideas
incultas, apreciar un cielo puro y santo ni estar preparados para alternar con los adora-
dores de los atrios celestiales, donde todo es pureza y perfección, donde todos los seres
manifiestan perfecta reverencia hacia Dios y su santidad. (Ibíd.203)
III. LA INSTRUCCIÓN DEL NUEVO CREYENTE
1. A menos que se inculquen en los miembros ideas correctas de la adoración y reveren-
cia verdaderas, habrá una creciente tendencia a poner lo sagrado y eterno al mismo
nivel que las cosas comunes, y los que profesan creer la verdad ofenderán a Dios y
deshonrarán la religión. Nunca podrán, con sus ideas incultas, apreciar un cielo puro
y santo ni estar preparados para alternar con los adoradores de los atrios celestiales,
donde todo es pureza y perfección, donde todos los seres manifiestan perfecta reve-
rencia hacia Dios y su santidad.
2. Pablo describe la obra de los embajadores de Dios como una obra mediante la cual
cada hombre será presentado perfecto en Cristo Jesús. Los que abrazan la verdad de
origen celestial, deben ser refinados, ennoblecidos, santificados por ella.
3. Todos los atajos, todas las enseñanzas que no ensalzan la ley de Dios como norma del
carácter religioso, son espurias. La perfección del carácter es una obra que dura toda
la vida. Es inalcanzable para aquellos que no están dispuestos a luchar por ella de la
manera que Dios ha designado, a pasos lentos y trabajosos. No podemos permitirnos
cometer algún error al respecto, sino que necesitamos crecer día tras día en Cristo,
nuestra cabeza viviente.
4. Por eso regresando a nuestro texto original para ver cuán dichoso o bienaventurado es
el que habita en el templo de Dios, la Palabra dice:
a. Perpetuamente alabará
b. Sus fuerzas estarán en el Señor, Sol y escudo es Jehová.
c. Sus lágrimas se convierten en fuente de bendición.
d. Verán a Dios.
e. Dios atenderá sus oraciones
CONCLUSIÓN
El escritor deseaba salir de en medio del mundo lleno de ocupaciones y problemas, y entrar
al templo para encontrar a Dios. Cuando la persona ama el pasar tiempo delante de DIOS,
verá su adversidad como una oportunidad para experimentar la fidelidad de Dios.
Los que confían en Dios tienen una ESPERANZA, y esa Esperanza es la Vida Eterna con
JESUCRISTO nuestro Salvador. Los que abrazan la verdad de origen celestial, deben ser
refinados, ennoblecidos, santificados por ella.
LLAMADO
Tal vez piensas que tu vida es una constante tempestad y que la lluvia siempre la inundará.
Hoy Dios quiere estar a tu lado y aquella lluvia que te causa dolor, hacerla una fuente de
bendición. Puedes hoy estar rodeado de muchas cosas materiales, tal vez gozar de buena
salud, tener una familia, estabilida laboral pero te sientes vacio y solo como si todo te
faltara, sabes por qué, porque UNO marca la diferencia, un solo encuentro con Dios es el
inicio de una vida que conduce al mejor lugar.
El salmista prefería ser “portero del templo” antes que gozar de honra entre los impíos, lejos
de Dios y del santuario.
¿Dónde prefieres estar hoy, lejos de Dios o cerca de Él? Si tu anhelo y decisión es estar cerca
de Dios te invito a ponerte de pie y oremos juntos y Dios quien produce en nosotros “El
querer y hacer” obrará.
Amén.
El salmo 84 es el canto de un peregrino, de un errante que extraña estar en la casa de Dios.
El peregrino extraña sentirse en su presencia y disfrutar de la alabanza. Si bien el Salmo
no es de David, sino de los hijos de Coré, pero esta pensado en David, quien muchas veces
estuvo en tierras lejana y fue ahí donde reconoció lo difícil y triste que es estar lejor de la
presencia de Dios. Porque “Para el alma humilde y creyente, la casa de Dios en la tierra es la
puerta del cielo”. (JT2, pág.194)
Cuanto más cerca de Dios se multiplica las fuerzas para enfrentar los problemas. Cuanto
más lejos de Dios más difícil de enfrentar todo. “Felices son los que tienen un santuario, sea
alto o humilde, en la ciudad o entre las escarpadas cuevas de la montaña, en la humilde choza
o en el desierto” (Ibíd.)
¿Extrañamos estar en la presencia de Dios? ¿Nos es delicioso encontrarnos con Dios cada
día y buscamos sentirnos y sentarnos en su presencia para establecer una comunion y rela-
ción? ¿Cuán cerca y lejos estamos de su morada, cuán cerca y lejos vivimos de su presencia?
I. EL TEMPLO: UN LUGAR PARA CONSAGRARNOS
1. SUS ATRIOS. Significa, sitio de reunión con Dios. En el atrio se encontraba el altar de
sacrificio de la ofrenda y el lacro.
2. “La condición espiritual necesita ser rediseñada con frecuencia, y la mente y el corazón
atraídos al Sol de justicia... La mente debe estar preparada para oír la Palabra de Dios, a
LA CONDUCTA EN LA CASA
DE DIOS
“Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogeré antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar
en las moradas de maldad”.
Salmo 84:10
fin de que tenga el debido peso e impresione adecuadamente el corazón”. (Ibíd. 195)
3. No podemos morar en la presecnia de Dios si cada día de la semana vivimos lejos de Él.
Al llegar el sábado continuamos en comunión con Dios y gozaremos mucho más por
ser dia especial porque el verdadero hijo de Dios siempre se alegra de participar en el
culto de adoración. Sus oraciones serán oídas y el ministerio de la palabra resultará
eficaz.
4. El sacerdote antes de entrar a oficiar en el lugar Santo, tenía que lavarse. Había toda
una preparacion previa y al momento de entrar lo hacia con total reverencia reconcien-
do que estaba en la presencia de Dios.
5. El apóstol Pablo cuando envía su carta al joven Timoteo le aconseja: “Esto te escribo,
aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si tardo, sepas cómo debes con-
ducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la
verdad.” 1 Tim. 3:14-15
6. Podemos resaltar cuán importante es la REVERENCIA en la casa de Dios. Desde el sal-
mista hasta el apóstol nunca se perdió el sentido de reverencia al Creador, a través de
los años se inculcó cómo debe ser el caminar del cristiano especialmente en la casa de
Dios.
7. Elena de White menciona lo siguiente. “Ha habido un gran cambio, y no en el mejor
sentido, sino en el peor, en los hábitos y costumbres de la gente con referencia al culto
religioso. Las cosas preciosas y sagradas que nos relacionan con Dios, están perdiendo
rápidamente su influencia, y son rebajadas al nivel de las cosas comunes. La reverencia
que el pueblo tenía antiguamente por el santuario donde se encontraba con Dios en ser-
vicio sagrado, ha desaparecido mayormente. Sin embargo, Dios mismo dio el orden del
servicio, ensalzándolo muy por encima de todo lo que tuviese naturaleza temporal”. (Ibíd.
194).
8. Puede estar bien encontrarse con Dios en cualquier lugar, pero nada se compara en-
contrase con Dios en su morada. Al encontrarnos con Él podremos ser capacitados para
llevar el mensaje de esperanza a quienes nos rodean. Dios espera que llevemos mu-
chos frutos. Espera mayor celo y fidelidad, esfuerzos más afectuosos y fervientes, de
parte de los miembros individuales de la iglesia en favor de sus vecinos y de los que no
están en Cristo.
II. EL TEMPLO: UN LUGAR PARA ALABAR Y DAR GRACIAS
1. Salmos 84:2-5 “Mi CORAZÓN canta al Dios vivo... Felices los que habitan y tienen sus
fuerzas en el Señor”.
Sermones Misioneros 2018 Unión Peruana del Sur
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2. Es triste como se ha ido perdiendo el sentido de adoración, en cuanto a la alabanza.
Escuchamos decir: “Espacio de alabanza, de cantos”, “Uno más, uno más”. Dando a en-
tender que estamos improvisando la adoración. Al hacer eso promovemos el desorden
y damos a entender que al unirse la congregación elevando sus voces para cantar, no
están adorando, sino llenando un vacío en la liturgia.
3. Vemos a padres correr detrás de los hijos, los sonidos estridentes de los celulares ele-
varse por encima de las voces y el momento más solemne se convierte en bullicio.
4. Olvidamos que “La melodía del canto, exhalada de muchos corazones en forma clara y
distinta, es uno de los instrumentos de Dios en la obra de salvar almas. Todo el servicio
debe ser dirigido con solemnidad y reverencia, como si fuese en la visible presencia del
Maestro de las asambleas... No durmáis por un instante, porque el sueño podría hace-
ros perder las palabras que más necesitáis, las palabras que, si las escucharais, salvarían
vuestros pies de desviarse por sendas equivocadas... Si pudiesen ver a los ángeles de Dios
que los miran y toman nota de sus acciones, se llenarían de vergüenza y se aborrecerían a
sí mismos. Dios quiere oyentes atentos. Era mientras los hombres dormían cuando Sata-
nás sembró la cizaña.” (Ibíd. 196).
5. Será que conociendo todos estos consejos seguiremos viviendo como si no pasara
nada. Los hijos de Elí, pagaron un precio muy alto por profanar el santuario de Dios y
jugar con lo que Dios llama Santo. Hoy es un día de ponernos a cuentas con Dios, de
acudir a su presencia con acción de gracias y un corazón contrito, arrepentido y predis-
puesto únicamente a adorar a Aquel que nos formó y es nuestro Salvador.
6. Vivimos momentos cruciales donde tenemos que tener mayor cuidado en distinguir lo
santo de lo común. Al acudir a la casa de adoración nuestra ser entero debe estar en
plena armonía con el cielo, unirnos en alabanza al coro angelical a nuestro Salvador.
7. “Dios está aquí; ésta es su casa. Debo tener pensamientos puros y los más santos motivos.
No debo abrigar orgullo, envidias, celos, malas sospechas, odios, ni engaño en mi corazón;
porque vengo a la presencia del Dios santo. Este es el lugar donde Dios se encuentra con
su pueblo y lo bendice. El Santo y Sublime, que habita la eternidad, me mira, escudriña mi
corazón, y lee los pensamientos y los actos más secretos de mi vida”. (Ibíd. 197)
8. Al acudir a la iglesia debemos ir con un corazón contrito, dispuesto únicamente a ado-
rar a nuestro Creador. De nada sirve ir delante de Dios y no tener deseos de ser seme-
jantes a Él. Dejemos de lado los deseos personales y concentrémonos únicamente en
presentar nuestro ser como ofrenda grata. Ya que nunca podremos, con nuestras ideas
incultas, apreciar un cielo puro y santo ni estar preparados para alternar con los adora-
dores de los atrios celestiales, donde todo es pureza y perfección, donde todos los seres
manifiestan perfecta reverencia hacia Dios y su santidad. (Ibíd.203)
III. LA INSTRUCCIÓN DEL NUEVO CREYENTE
1. A menos que se inculquen en los miembros ideas correctas de la adoración y reveren-
cia verdaderas, habrá una creciente tendencia a poner lo sagrado y eterno al mismo
nivel que las cosas comunes, y los que profesan creer la verdad ofenderán a Dios y
deshonrarán la religión. Nunca podrán, con sus ideas incultas, apreciar un cielo puro
y santo ni estar preparados para alternar con los adoradores de los atrios celestiales,
donde todo es pureza y perfección, donde todos los seres manifiestan perfecta reve-
rencia hacia Dios y su santidad.
2. Pablo describe la obra de los embajadores de Dios como una obra mediante la cual
cada hombre será presentado perfecto en Cristo Jesús. Los que abrazan la verdad de
origen celestial, deben ser refinados, ennoblecidos, santificados por ella.
3. Todos los atajos, todas las enseñanzas que no ensalzan la ley de Dios como norma del
carácter religioso, son espurias. La perfección del carácter es una obra que dura toda
la vida. Es inalcanzable para aquellos que no están dispuestos a luchar por ella de la
manera que Dios ha designado, a pasos lentos y trabajosos. No podemos permitirnos
cometer algún error al respecto, sino que necesitamos crecer día tras día en Cristo,
nuestra cabeza viviente.
4. Por eso regresando a nuestro texto original para ver cuán dichoso o bienaventurado es
el que habita en el templo de Dios, la Palabra dice:
a. Perpetuamente alabará
b. Sus fuerzas estarán en el Señor, Sol y escudo es Jehová.
c. Sus lágrimas se convierten en fuente de bendición.
d. Verán a Dios.
e. Dios atenderá sus oraciones
CONCLUSIÓN
El escritor deseaba salir de en medio del mundo lleno de ocupaciones y problemas, y entrar
al templo para encontrar a Dios. Cuando la persona ama el pasar tiempo delante de DIOS,
verá su adversidad como una oportunidad para experimentar la fidelidad de Dios.
Los que confían en Dios tienen una ESPERANZA, y esa Esperanza es la Vida Eterna con
JESUCRISTO nuestro Salvador. Los que abrazan la verdad de origen celestial, deben ser
refinados, ennoblecidos, santificados por ella.
LLAMADO
Tal vez piensas que tu vida es una constante tempestad y que la lluvia siempre la inundará.
Hoy Dios quiere estar a tu lado y aquella lluvia que te causa dolor, hacerla una fuente de
bendición. Puedes hoy estar rodeado de muchas cosas materiales, tal vez gozar de buena
salud, tener una familia, estabilida laboral pero te sientes vacio y solo como si todo te
faltara, sabes por qué, porque UNO marca la diferencia, un solo encuentro con Dios es el
inicio de una vida que conduce al mejor lugar.
El salmista prefería ser “portero del templo” antes que gozar de honra entre los impíos, lejos
de Dios y del santuario.
¿Dónde prefieres estar hoy, lejos de Dios o cerca de Él? Si tu anhelo y decisión es estar cerca
de Dios te invito a ponerte de pie y oremos juntos y Dios quien produce en nosotros “El
querer y hacer” obrará.
Amén.
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