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Mostrando las entradas de diciembre, 2020

Crisis de Identidad - Consolaos Pueblo mío

"Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18). Perdidos en la tierra del olvido. Si vas por Irlanda por un camino rural angosto bordeado de setos, quizás encuentres el camino bloqueado por una vacada que vuelve a casa después de una comida crujiente. Incluso si no hay un pastor con ellas, irán al cobertizo de su dueño. Sabrán adónde ir y a quién pertenecen. Si un niñito en una tienda se separa de su madre y grita, “¡Perdí a mi mamá!”, es posible que no sepa exactamente dónde está él ni dónde está su madre, pero en medio de un mar de madres que caminan por la tienda reconocerá a la madre que es suya únicamente. Lamentablemente, a diferencia de esas vacas irlandesas (o de ese niño perdido), el pueblo de Judá olvidó que pertenecía al Señor, su Padre celestial, y por lo tanto perdió su verdadera identidad como pueblo del Pacto. “

La lucha contra el pecado - Promesas de Amor

“Dios, crea en mí un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro  de mí” (v. 10) ¿Recuerda haber luchado intensamente contra alguna debilidad espiritual? ¿Podría compartir con el grupo? INTRODUCCIÓN Todos tenemos nuestras luchas contra el pecado y las debilidades. El gran desafío del cristiano es reconocer sus puntos débiles y buscar en Jesús fuerza para vencer. Dios puede hacernos fuertes para vencer. Para Pensar: David estaba muy preocupado, no conseguía tranquilizarse. Seguramente sufría de insomnio. Podía ver su pecado escrito en el techo de la habitación, mientras se daba vueltas en la cama. Lo veía escrito en las paredes, en el plato mientras intentaba engullir forzadamente los alimentos. Lo veía en el rostro de sus consejeros. Su alegría se había ido. Se sentía provocado, inferior e inseguro. Eso es lo que hace el pecado con nosotros. Esa es la parte de la paga que el pecado inevitablemente exige. Tenemos una naturaleza caída que nos arrastra siempre para el pecado. Solo