INTRODUCCIÓN
Un joven había llegado por primera vez a la ciudad de Londres. Iba caminando distraído cuando se percató de la densa neblina que cubría la ciudad. Deambuló por las calles con gran dificultad debido a la poca visibilidad. Estaba buscando una dirección, y no podía ver el nombre de las calles. Se paraba en cada esquina intentando leer el letrero del poste, pero el ambiente seminublado le dificultaba sus intentos más y más. Al fin creyó llegar a la calle que buscaba, y se aferró al poste. Lo trepó para poder leer la dirección, y se encontró con que el letrero decía: «Recién pintado. ¡No tocar!»
Sin duda, es una situación muy complicada el estar en una ciudad desconocida. Sin embargo, para un cristiano no hay peor situación que desconocer el tiempo en que está viviendo.
Apocalipsis 7 nos describe con gran claridad la solemne época en que nos ha tocado vivir.
Se presenta a cuatro ángeles, que están en los cuatro puntos cardinales, con el propósito de detener los vientos que vienen sobre la tierra. No han sido enviados por Dios para destruir la tierra, sino para impedir su destrucción. Están deteniendo los vientos que destruirían la tierra. Sin embargo, se acerca el momento en que dejarán de sujetar los vientos, lo que significaría la destrucción de la tierra. Pero Dios en su poder y misericordia envía a otro ángel para que les diga a los cuatro ángeles que detenga los vientos hasta “...que sellemos en sus frentes a los siervos de nuestro Dios”. Apoc 7:3.
Esta es la única razón por la que Dios no ha destruido todavía la tierra y Dios no ha regresado.
I. ¿QUÉ ES EL SELLO DE DIOS?
1. El conflicto final de la historia de este mundo, antes de la venida de Jesús, se desarrollará en torno al reconocimiento de dos soberanías: la de Dios o la de Satanás, reconocimiento manifestado respectivamente, por el sello de Dios y por la marca de la apostasía.
2. En la antigüedad, un sello era usado para darle autenticidad a los documentos. El sello era usado por dignatarios y autoridades para que todos reconozcan que un documento había sido verdaderamente emitido por la autoridad detentora del sello.
3. Son tres las características básicas de un sello:
a. El nombre de la persona.
b. El cargo o posición de la autoridad.
c. El territorio de su dominio, su jurisdicción.
4. Isaías 8:16 “Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos”. Es decir, la ley debe ser sellada en el corazón de los discípulos.
5. En la antigüedad, el sello era el anillo de los reyes. En la actualidad, se denomina sello al objeto que se usa para sellar, y la marca dejada en el documento también recibe el nombre de sello.
6. Si la ley de Dios ha de ser sellada en el corazón de los discípulos, podemos decir que en ella se encuentra el sello de Dios.
7. En el cuarto mandamiento encontramos todas las características de un sello: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.”
a. Nombre de la persona: Jehová
b. El cargo o posición de la autoridad: Creador
c. El territorio de su dominio: Los cielos y la tierra.
8. Elena de White declara: “De los Diez Mandamientos, solo el cuarto contiene el sello del gran Legislador, el Creador de los cielos y la tierra” 6T, 350.
También menciona que “La observancia del monumento conmemorativo del Señor, el día de reposo instituido en el Edén, el día de reposo del séptimo día, es la prueba de nuestra lealtad a Dios” Carta 94, 1900.
II. EL SÁBADO COMO SELLO DE DIOS
1. El sábado es una señal o sello que nos identifica como el pueblo que está siento Santificado por Dios. Exo 31:13. Los Diez Mandamientos empiezan “...Yo soy tu Dios” Exo 20:1-3.
“Entonces vi a otro ángel que subía del este con el sello del Dios vivo. Y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, quienes habían recibido poder de dañar la tierra y el mar, y les dijo:
“No dañéis la tierra, ni el mar, ni los árboles, hasta que sellemos en sus frentes a los siervos de nuestro Dios”. Apocalipsis 7:2-3
2. En el sábado como señal y sello de Dios. No podemos guardar los diez mandamientos
a menos que el Espíritu Santo viva en nuestro corazón. Eze 36:26-27.
3. Ezequiel 20:20 “Y santificad mis días de reposo, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios”. Aquí se nos indica que el sábado es una señal o sello que distingue al pueblo de Dios.
4. Éxodo 31:13 “Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones; para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico”. Este texto asegura que el sábado es una señal o sello que nos identifica como el pueblo que está siendo santificado por Dios.
5. En Efesios 4:30 se nos presenta al agente que impone el sello de Dios: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”. También Efesios 1:30 menciona: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellado con el Espíritu de la promesa”.
6. Sólo el Espíritu de Dios puede transformar nuestra vida. Sólo podemos ser obedientes a los requerimientos de Dios expresados en su Ley, a través de la obra del Espíritu Santo en nuestra vida.
III. LA OBRA DEL SELLAMIENTO
1. Apocalipsis 7:1-4 nos muestra que la obra del sellamiento será realizada antes que los ángeles dejen de sujetar los vientos. Los vientos sobre la tierra son las plagas que caerán sobre la tierra, antes del fin de todas las cosas.
2. Pero estos vientos de plagas y pesar sobre la tierra y todos los seres vivientes, no llegarán antes que se culmine la obra de sellar a los hijos de Dios. Es el pueblo fiel a Dios que tendrá que ser sellado antes de la segunda venida de Cristo.
3. Es decir, existirá una evidencia clara que la obra del sellamiento sobre los hijos de Dios ha terminado: la llegada de las siete últimas plagas sobre el mundo y sus habitantes.
4. Elena de White declara: “Precisamente antes de que entráramos en él [el tiempo de angustia], todos recibimos el sello del Dios viviente. Entonces vi que los cuatro ángeles dejaron de retener los cuatro vientos. Y vi hambre, pestilencia y espada, nación se levantó contra nación, y el mundo entero entró en confusión”. 7CBA, 979.
IV. EL SELLO DE DIOS Y SU PUEBLO
1. Apocalipsis 14 presenta un cuadro precioso de aquellos que fueron sellados. Están delante de la presencia de Dios y del cordero: “Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente”.
2. Apocalipsis 14:5 describe el carácter de los que fueron sellados: “Y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin manchas delante del trono de Dios”. Es decir se trata de un pueblo obediente y leal a los principios bíblicos. Han sido encontrados sin mancha e irreprensibles delante de Dios.
3. Más adelante, en este mismo capítulo, se describe a los que son victoriosos como “Los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. Se trata de un grupo que será victorioso por la gracia de Dios, que les permite ser obedientes a los mandamientos de Dios. Es decir, el pueblo de Dios en el tiempo del fin se caracteriza por guardar los mandamientos de Dios, incluyendo el cuarto mandamiento del sábado.
4. ¿Cuándo será el sellamiento? Elena de White declara: “La guarda del domingo no es todavía una señal de la bestia, y no lo será hasta que salga el decreto, forzando a los hombres a adorar este ídolo sabático. Vendrá el tiempo en que este día será la prueba, pero ese tiempo no ha llegado todavía.” 7CBA, 977.
Por eso, debemos prepararnos desde hoy.
CONCLUSIÓN
Apreciados hermanos, la Biblia menciona claramente el tiempo en que estamos viviendo.
Dios está en el control de la historia de este mundo y en medio de la crisis generalizada, él llevará a su pueblo a un puerto seguro.
LLAMADO
Somos un pueblo con la misión de extender el reino de Dios en medio de las tinieblas. Somos llamados a anunciar las verdades que el mundo necesita escuchar en estos tiempos.
El sello de Dios distingue al pueblo de Dios, señala quienes realmente pertenecen al Dios Altísimo. Hay millones de personas que perecerán al no haber conocido a Jesús, y por no haber recibido el sello que los distingue como hijos de Dios. Es nuestro deber predicar el evangelio, para alcanzar muchos que todavía no fueron alcanzados. ¿Aceptas este desafío?
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