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Mostrando las entradas de abril, 2024

Cómo mejorar nuestras relaciones

Las órdenes del General británico Sir William Phips eran transportar en su flota de barcos un cargamento de municiones hasta la desembocadura Del Río San Lorenzo. Y de allí, proceder por tierra hasta la ciudad de Quebec en Canadá. Donde él y su pequeña fuerza de soldados deberían esperar hasta que llegase un batallón de infantería que viajaba a pie desde el sur. Este era el plan. La flota cargando la valiosa munición se deslizaba pulgada a pulgada a través del río en dirección a los muros de la ciudad. Y al llegar al lugar designado, se escondieron estratégicamente protegidos por el manto nocturno. Pero algo inesperado ocurrió que por muy poco hizo que todos perecieran. ¿Qué le ocurrió al General y a sus hombres y que bien podría enseñarnos una lección para nosotros al pelear batallas incorrectas? Todo tuviera marchado sin ningún incidente, excepto que el General Phips, un estricto protestante, odiaba a los católicos y mientras Phips observaba la silueta de los muros de la ciudad desde

Fe contra todo pronóstico - El gran conflicto

“En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Salmos 119:11). Los reformadores protestantes tenían algo que el siglo XXI necesita desesperadamente: un propósito para su vida. En su libro The Empty Self [El yo vacío], el prestigioso psicólogo estadounidense Philip Cushman habla de quienes viven sin propósito . Sus creencias son superficiales, pocas cosas les importan y no tienen nada por lo que merezca la pena morir o vivir. Pero los hombres, las mujeres y los niños de la Reforma protestante eran radicalmente diferentes. Tenían un propósito permanente por el que valía la pena vivir . Lo que creían era importante, y no estaban dispuestos a comprometer su integridad. Sus creencias fundamentales formaban parte inseparable de ellos; negarlas era negar su propia identidad. Ante la muerte misma, tenían paz interior. En el estudio de esta semana, con ejemplos de la Reforma, exploraremos de qué manera las enseñanzas transformadoras de las Escrituras ofrecen un verdadero signi

Defendamos la verdad - El gran conflicto

“Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:14, 15). La ciudad bíblica de Esmirna mencionada en el Apocalipsis aún existe actualmente. Esta antigua ciudad, de unos cien mil habitantes, prosperó a fines del siglo I y en el siglo II. Era una ciudad pujante y extremadamente leal a Roma. Una vez al año se ordenaba que todos los ciudadanos de Esmirna quemaran incienso a los dioses romanos. Evidentemente, en el siglo II, Esmirna tenía también una próspera comunidad cristiana, y muchos no iban a acatar esa orden. Policarpo, uno de los primeros dirigentes de la iglesia, fue martirizado en la plaza pública de Esmirna, quemado en la hoguera por negarse a traicionar a su Señor quemando incienso a los dioses romanos. Cuando se le exigió por última vez que renegara de Cristo, el anciano respondió: “Ochenta y seis años lo he servido, y no me ha hecho ningún m

La luz brilla en la oscuridad - El gran conflicto

“Entonces Jesús les dijo: ‘Aún por un poco de tiempo la luz estará entre ustedes. Anden mientras tienen luz, para que no los sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas no sabe adonde va’ ” (Juan 12:35). El Apocalipsis describe al diablo como dragón y serpiente (Apoc. 12:9). Dragón, porque desea destruir al pueblo de Dios; y serpiente, porque utiliza todas sus astutas mentiras para engañarlo. En los primeros años del cristianismo, miles de personas fueron torturadas, arrojadas a los leones y quemadas vivas por la Roma imperial por negarse a adorar a sus “dioses”. Sin embargo, muchos permanecieron fieles, el evangelio siguió difundiéndose y la iglesia creció. Como resultado, Satanás cambió su estrategia. Decenas de paganos se bautizaron, pero sin una instrucción completa en la verdad. El error inundó la iglesia a medida que los dirigentes fusionaban las verdades de las Escrituras con las costumbres populares. Los siglos IV y V fueron épocas de sincretismo, cuando los líder

Amor o Egoísmo esa es la cuestión - El gran conflicto

“No temas, que yo estoy contigo. No desmayes, que yo soy tu Dios que te fortalezco. Siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10). Supongamos que eres un pastor que cuida de sus cabras en las laderas del Monte de los Olivos. Oyes voces. Inmediatamente reconoces la voz de Jesús. Te asombra lo que dice. A sus discípulos les resulta difícil comprenderlo. Mientras el sol poniente resplandece en la cúpula dorada del Templo y se refleja en las magníficas paredes de mármol, Jesús afirma: “Les aseguro que no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada” (Mateo 24:2). Los discípulos están confundidos; y tú, también. ¿Qué podrían significar estas palabras? ¿Qué relación tienen con el fin del mundo, por el que preguntaron los discípulos de Jesús? Absorto, escuchas cómo Jesús combina magistralmente la destrucción de Jerusalén con los sucesos previos a su regreso. Se describe la estrategia de Satanás para engañar y destruir al pueblo de Dios en el tiemp