Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de enero, 2023

Las ofrendas para Jesús - Hasta que él venga

“¿Qué pagaré al Señor por todos sus beneficios hacia mí? Levantaré la copa de la salvación e invocaré el nombre del Señor. Ahora cumpliré mis votos al Señor, ante todo su pueblo” (Salmos 116:12-14). Una revista famosa en los Estados Unidos hablaba de jóvenes profesionales en Wall Street que ganaban mucho dinero y, sin embargo, eran muy miserables, se sentían vacíos, llenos de angustia y preocupación. Uno de ellos, un administrador de fondos, dijo: “¿Qué importancia tendría después de que muera si hubiera obtenido una ganancia adicional del uno por ciento en mi cartera?” ¿Podemos sacar de esta historia la lección de que dar , incluso con sacrificio, puede ser muy beneficioso espiritualmente para el dador, ya que nos ayuda a liberarnos del “engaño de las riquezas” (Mateo 13:22)? Además del diezmo, están las ofrendas, que provienen del noventa por ciento que permanece en nuestro poder después de devolver el diezmo a Dios. Aquí es donde comienza la generosidad. El pueblo de Dios daba dife

Preparando el camino del Señor - Juan el Bautista

"Porque este es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino delante de ti" Mateo 11:11 I. EL MENSAJERO Y SU ENSEÑANZA Un mensajero que había de venir. "Yo os envío al profeta Elías antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga  y castigue la tierra con maldición" Malaquías 4:5, 6. "En aquellos días se presentó Juan el bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: "Arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado" Mateo 3:1, 2 II. EL MENSAJERO Y SU EJEMPLO "Pues este es aquel de quien habló el profeta Isaías cuando dijo: "Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas". Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero alrededor de su cintura, y su comida era langostas y miel silvestre" Mateo

La Familia de Dios - Hasta que él venga

“El corazón de Dios suspira por sus hijos terrenales con un amor más fuerte que la muerte. Al dar a su Hijo, nos ha vertido todo el Cielo en un don. La vida, la muerte y la intercesión del Salvador, el ministerio de los ángeles, las súplicas del Espíritu Santo, el Padre que obra sobre todo y a través de todo, el interés incesante de los seres celestiales; todos están empeñados en beneficio de la redención del hombre” (CC, 18). INTRODUCCIÓN “¡Miren qué gran amor nos ha prodigado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios!” (1 Juan 3:1). Como cristianos, una característica asombrosa de nuestra relación con Dios es que él confía en nosotros para administrar sus asuntos en la Tierra. Al comienzo mismo de la historia humana, Dios delegó explícitamente en Adán y en Eva el cuidado personal de una Creación perfecta. (Ver Génesis 2:7–9, 15.) Desde ponerles nombre a los animales, cuidar el Jardín, hasta llenar la Tierra con hijos, Dios dejó en claro que debemos trabajar en nombre de él aquí. Él