Jesús dijo: “No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas. Si así no fuera, os lo hubiera dicho. Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y cuando me vaya y os prepare lugar, vendré otra vez, y os llevaré conmigo, para que donde yo esté, vosotros también estéis” (Juan 14:1-3). Llegamos al último momento la boda: la fiesta. Después de tanto tiempo de espera, el gran encuentro se realiza y el Novio toma a la novia de la mano. Ellos nunca más se separarán. Uno pertenece al otro para siempre, sin problemas, sin inseguridades y ningún rival. Pero antes de hablar de cómo será ese momento de la fiesta, recordemos los pasos del casamiento en el tiempo de Israel, como vimos durante esta semana: (1) El noviazgo comenzaba cuando se hacía un contrato y uno pasaba a pertenecer al otro. (2) Regalo: el noviazgo solo se hacía oficial cuando el novio daba un regalo a la joven. (3) Prepa
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.