“Porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse” (Lucas 15:24). Varios estudios comprueban nuestra naturaleza interdependiente. Nos necesitamos unos a otros, aun cuando aparentemente estamos en una situación mejor. Cuan- do ayudamos a otros y no desistimos, cuando nos donamos a nuestros semejantes, nos sentimos beneficiados con altos niveles de dopamina y serotonina (hormonas de la felicidad), con un aumento de la autoestima, una actitud positiva, entusiasmo, una mejor calidad de vida, nos fortalecemos y terminamos motivando a los que nos rodean a hacer lo mismo. https://www.eusemfronteiras.com.br/10-motivos-para-voce-agir-com-gentileza/ Introducción El capítulo 15 del libro de Lucas es muy familiar para nosotros, y muestra viarias facetas del inmenso amor y gracia de nuestro Señor Jesucristo. Vemos que el amor de Dios siempre sorprendía a las personas con su manera de demostrar cuidado y cariño por los que estaban al ma
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.