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El Hilo de Oro - El Secreto

"DE NADA VALE DESCUBRIR LA CENTRALIDAD DE CRISTO EN LA BIBLIA SI, FINALMENTE, NO ES EL CENTRO DE SU VIDA" Juan 5:39 No son solo los Evangelios los que se detienen en la vida de Cristo, sino él es el hilo de oro que atraviesa las Escrituras. Y no es necesario ningún malabarismo textual para llegar a esta conclusión. De forma directa o indirecta, Jesús es perceptible en todo el panorama bíblico. Cuando se pasa por alto la verdad de la centralidad de Cristo, pisamos en un terreno más que árido, peligroso. Ninguna hermenéutica saludable llegará a un destino diferente: Jesús es irrefutablemente el personaje principal de toda la Biblia. Tal vez, el pasaje más significativo en los Evangelios sea el registrado por el evangelista Lucas que narra el episodio de los dos discípulos que iban camino a Emaús, donde Jesús los reprendió diciendo que eran insensatos y tardos de corazón para creer todo los que los profetas han dicho: “Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profet

El Modelo de Oración - El Secreto

“LOS DISCURSOS DE JESÚS SOBRE LA ORACIÓN ERAN ELOCUENTES Y REFRENDADOS POR UNA VIDA DE ORACIÓN, COMO JAMÁS EXISTIÓ” 1. ¿Qué oración de Cristo le llama más la atención? 2. ¿Cuál de las enseñanzas de la oración de Jesús le impresiona más? Entre las muchas conclusiones a las que uno llega sobre Cristo al leer los Evangelios está la de que la oración no era solo una parte de sus discursos, sino una parte integrante e indisociable de su vida, por ejemplo: en su bautismo (Lucas 3:21); antes de elegir a los doce discípulos (Lucas 6:12-16); después de su rechazo en Corazín, Betsaida y Capernaúm (Mateo 11:20-26); cuando oró de manera intercesora por los apóstoles y por los que todavía iban a creer en su nombre (Juan 17); de manera específica por Pedro (Lucas 22:32); en sus oraciones en las madrugadas (Marcos 1:35); en los momentos de angustia y aflicción (Mateo 26:36-56); y hasta por los que lo maltrataban (Lucas 23:33, 34). Eso, además de las más diversas y consientes enseñanzas sobre la oraci

La Biblia que leía Jesús - Un Hombre llamado Jesús

Con un estudio bíblico en cadena, de acuerdo con texto de arriba se demuestra que Jesús es la figura central en el Antiguo Testamento.  Hoy, el A.T. es el blanco de los más diversos ataques, desde aquellos que desprecian su contenido en su totalidad hasta los que lo interpretan según su conveniencia, usando lo que refuerza sus creencias y adoptando una hermenéutica frágil cuando se opone a sus concepciones, pero lo que olvidan es que esa era la Biblia que Jesucristo leía. No solo porque era la única que existía, sino porque más de una vez, él refuerza sus “nuevas” enseñanzas, recorriendo el fundamento que ellos tenían, el Antiguo Testamento. Veamos algunas posiciones de Jesús sobre el Antiguo Testamento:  1. Él creía en el relato de la creación [literal], según Génesis (Mateo 19:4-6; Marcos 10:6-8).  2. Creía que el autor del Pentateuco fue Moisés (Mateo 8:4; Juan 5:46; 7:19).  3. Aceptó el Canon judío del Antiguo Testamento, pero rechazó el Apócrifo (Lucas 24:44).  4. Reprendió severa

Sin descanso y Rebeldes

“Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1 Corintios 10:11). ¿Cómo aprendemos a confiar verdaderamente en Dios y sus promesas, además de actuar por fe en esas promesas? A lo largo de los siglos, muchos han informado de comportamientos extraños y ansiosos en perros y otros animales domésticos antes de grandes terremotos. Los científicos ahora han establecido que los animales pueden detectar la primera de las ondas sísmicas de un terremoto, la onda de presión, que llega antes que la onda secundaria. Algunos animales, como los elefantes, pueden percibir ondas sonoras de baja frecuencia y vibraciones anticipatorias que los seres humanos no pueden detectar. Unos minutos antes del terremoto de 5,8 grados que sacudió la zona de Washington, D.C., el 23 de agosto de 2011, algunos de los animales del Zoológico Nacional del Instituto Smithsoniano comenzaron a comportarse de manera extraña. Entre

Cómo vivir en una sociedad 24/7

“Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo” (Salmos 84:2). Tic-tac; tic-tac; tic-tac. El reloj hacía tic-tac constantemente y sin piedad. Solo faltaban dos horas para que comenzara el sábado. María suspiró mientras inspeccionaba el pequeño departamento. Los juguetes de los niños seguían tirados por toda la sala de estar; la cocina estaba hecha un desastre; Sara, la hija menor, estaba en cama con fiebre; y ella había aceptado colaborar como recepcionista en la iglesia al día siguiente, lo que significaba que tenían que salir de casa treinta minutos antes de lo normal.  - Ojalá pueda tener algo de tranquilidad mañana- pensó María con nostalgia. Al mismo tiempo, al otro lado de la ciudad, José, el esposo de María, hacía fila para pagar las compras semanales. El tráfico nuevamente se había vuelto una pesadilla. Las filas de las cajas eran largas. Parecía que a todos se les había ocurrido hacer las compras en ese momento. Necesi

Señor yo voy - Empodérame

Hechos 1:8 Cuenta la historia, que en cierta ocasión dos misioneros contemplaban, admirados, las cataratas del Niágara. En medio de su asombro, uno de ellos dijo: “Estoy seguro de que esta es la fuente de poder más grande en el mundo sin ser usada”. Ante semejante afirmación el otro misionero respondió: “No es así, querido hermano. La fuente de poder más grande sin ser usada es la Persona del Espíritu Santo”. Queridos amigos y hermanos, estoy completamente de acuerdo con esta afirmación. La persona del Espíritu Santo imparte un poder espiritual especial a la vida de los hijos de Dios. En el libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 1, versículo 8, la Biblia nos dice: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”. DESARROLLO Cuando estudiamos la Palabra de Dios nos damos cuenta de que el poder del Espíritu Santo habilita a los hijos de Dios y los transforma de

Señor yo voy - Fortaléceme

Josué 1:9 Todos nosotros, en alguna u otra ocasión, hemos sido víctimas del miedo. Y el miedo, aunque usted no lo crea, puede impedirnos alcanzar el ideal para el cual fuimos destinados. Debido al temor, algunas personas han cambiado de trabajo; otros se han mudado a otro lugar del país, se han encerrado en sus casas o se han internado en un asilo. Es increíble, pero el temor impide al vendedor ofrecer su mercancía; al joven, pedir la mano de una joven; al que busca un puesto, hablar con el gerente; al ejecutivo, tomar una decisión fundamental; y al que busca la verdad, entregar su vida a Dios. Queridos amigos y hermanos, el temor no respeta personas ni edad. Golpea al débil y al poderoso. Atormenta al joven y al viejo, al rico y al pobre. Incluso hasta los que parecen tenerlo todo; las celebridades, los héroes y los líderes, confiesan tener una amplia variedad de temores. Quién se podría imaginar, por ejemplo, que César Augusto, el gran emperador romano, le tenía miedo a la oscuridad.