"DE NADA VALE DESCUBRIR LA CENTRALIDAD DE CRISTO EN LA BIBLIA SI, FINALMENTE, NO ES EL CENTRO DE SU VIDA"
Juan 5:39
No son solo los Evangelios los que se detienen en la vida de Cristo, sino él es el hilo de oro que atraviesa las Escrituras. Y no es necesario ningún malabarismo textual para llegar a esta conclusión. De forma directa o indirecta, Jesús es perceptible en todo el panorama bíblico. Cuando se pasa por alto la verdad de la centralidad de Cristo, pisamos en un terreno más que árido, peligroso. Ninguna hermenéutica saludable llegará a un destino diferente: Jesús es irrefutablemente el personaje principal de toda la Biblia. Tal vez, el pasaje más significativo en los Evangelios sea el registrado por el evangelista Lucas que narra el episodio de los dos discípulos que iban camino a Emaús, donde Jesús los reprendió diciendo que eran insensatos y tardos de corazón para creer todo los que los profetas han dicho:
“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (Lucas 24:25-27).
Como bien expresa Elena de White:
“En el Evangelio hay sustancia y fecundidad. Jesús es el centro viviente de todas las cosas. Poned a Cristo en cada sermón. Espaciaos en las excelencias, la misericordia y la gloria de Jesucristo hasta que Cristo se forme interiormente como la esperanza de gloria” (Ev, 140).
En Colosenses 1:13-23 se sintetiza de manera magistral la participación de Cristo en los grandes temas del Universo, dejando claro su protagonismo en la historia humana:
• a) Su relación con la deidad: Es la imagen del Dios invisible, en quien habita toda la plenitud.
• b) Su relación con la creación: Él es el Creador y Sustentador. Él es la fuente, el agente y el blanco de la creación.
• c) Su relación con la salvación: él es el Redentor y el agente de la reconciliación.
• d) Su relación con la iglesia: él es la cabeza de la Iglesia. Jesús no es solo una persona importante entre los demás, es antes de la creación, es el origen de la creación, está antes de la creación, es el sustentador de la creación y es el blanco de la creación. Es la cabeza de la iglesia y el agente de nuestra salvación. Es preeminente en el cielo y en la tierra.
“Jesús declaró: ‘Yo soy la resurrección y la vida’. En Cristo hay vida original, que no proviene ni deriva de otra. ‘El que tiene al Hijo, tiene la vida’ 1 Juan 5:12. La divinidad de Cristo es la garantía que el creyente tiene de la vida eterna” (Ev, 447).
1. ¿En qué momentos percibe a Jesús en el Antiguo Testamento?
2. ¿Qué esperanza siente al percibir la centralidad de Cristo en la Biblia?
Ser el blanco del amor de quien es el personaje central del Universo es, como mínimo, impactante; este es el golpe más duro a nuestra autoestima. La Biblia no gira sobre algo, sino sobre alguien. No quedan dudas sobre si es el centro de la Biblia y del Universo.
La gran pregunta sería ¿Ocupa él también ese lugar en nuestra vida o lo tratamos solo como un mero personaje secundario? Permita hoy que Jesús sea el personaje principal, el que ocupa el trono de su vida.
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