“El Señor le ha dado al ser humano capacidad para mejorar continuamente y le concedido toda ayuda posible en el trabajo. Mediante las provisiones de la gracia divina, podemos alcanzar casi l excelencia de los Ángeles”. RH, 20/06/1982.
VENCE LA MEDIOCRIDAD
Un profesor estaba escribiendo en la pizarra y al encontrar la pedazo de cinta adhesiva, se molestó.
Sacó su navaja y comenzó a limpiar. Un estudiante levantando la voz dijo:
- Profesor no se preocupe, déjelo así nomás.
El profesor quedó impactado. Durante dos horas los estudiantes recibieron una cátedra acerca de por qué y cómo debemos buscar siempre lo mejor.
DANIEL
“No encontraron falta alguna, no hallaron corrupción en él”.
Son palabras para referirse a Daniel. Él se preocupaba por su estilo de vida.
Debemos ser referentes para que otros puedan encontrar la debida dirección.
Debemos reflexionar acerca de cómo podemos llegar más lejos.
Daniel fue temperante, consagrado, sabio y ordenado.
JOSÉ
A diferencia de Daniel, José no fue preparado en la casa real; es decir, no nació en cuna de oro.
José, aunque vendido como esclavo, no dejó su destino en manos del azar, no dijo: que sea lo que venga. Él decidió en las peores circunstancias ser fiel al Señor.
Potifar descubrió que José no hacía las cosas “así nomás”; sino que se esmeraba y buscaba hacer lo mejor posible.
Ante la prueba de la esposa de su jefe, no se dejó llevar. Aunque el precio de esta decisión fue la cárcel.
Podía desmotivarse y pensar: Tanto me esfuerzo; y es en vano, ah! voy a portarme así nomás. Pero, nuevamente, decidió ser fiel.
Otros se hubieran bajoneado fácilmente, pero el esclavo, emigrante, desposeído, huérfano e ignorado decidió ser fiel.
PABLO
Debemos ser sólidos y capaces de defender la verdad para este tiempo.
Capaz de “revolcar” los engaños del enemigo. “Preparados para dar respuesta de nuestra fe”.
Debemos estar siempre listos y preparados.
DEBEMOS SER EXCELENTES:
- En nuestra apariencia
- En nuestras relaciones
- En nuestro estudio
- En nuestro estilo de vida
- En nuestras aspiraciones
Busquemos marcar el centímetro que nos permita avanzar.
No busque la segunda oportunidad. Busque la excelencia. Procure lo mejor en todo.
“Pero muchos no entienden el verdadero objetivo de la existencia; y bajo la influencia de errores acariciados, sacrifican lo que es de real valor en la vida
Pero muchos no entienden el verdadero objetivo de la existencia, y bajo la influencia de errores acariciados, sacrifican todo lo que es de real valor en la vida. El verdadero hombre es quien está dispuesto a sacrificar su propio interés por el bien de otros, y que se olvida de sí mismo al ministrar en favor de la felicidad de ellos.
El intelecto es una fuerza más poderosa que la riqueza o la fortaleza física. Si está santificado y es controlado por el Espíritu de Dios, puede ejercer una poderosa influencia para el bien. No obstante, el intelecto solo no hace al hombre, de acuerdo con la norma divina. Cuando se erige en ministro de la inmoralidad, un gran intelecto es una maldición para quien lo posee y para todos los que se hallan al alcance de su influencia
Es el designio de Dios que el progreso sea la obra de la vida de todos sus hijos, y que en todos sus propósitos ellos puedan ser guiados y controlados por principios cristianos y una experiencia correcta. Pero muchos no entienden el verdadero objetivo de la existencia, y bajo la influencia de errores acariciados, sacrifican todo lo que es de real valor en la vida. El verdadero hombre es quien está dispuesto a sacrificar su propio interés por el bien de otros, y que se olvida de sí mismo al ministrar en favor de la felicidad de ellos.
El intelecto es una fuerza más poderosa que la riqueza o la fortaleza física. Si está santificado y es controlado por el Espíritu de Dios, puede ejercer una poderosa influencia para el bien. No obstante, el intelecto solo no hace al hombre, de acuerdo con la norma divina. Cuando se erige en ministro de la inmoralidad, un gran intelecto es una maldición para quien lo posee y para todos los que se hallan al alcance de su influencia
Cuando alguien afirma poseer verdadera hombría, su pretensión debe determinarse por el uso de las facultades que Dios le ha dado. Signs of the times 23/05/
En contraste con las vidas de tales hombres, está la de Martín Lutero. No era un príncipe de nacimiento. No se ciñó una corona real. Desde una celda enclaustrada se oyó su voz y se sintió su influencia. Tenía un corazón noble y generoso, así como un intelecto vigoroso, y ejerció todas sus facultades para el bien de la humanidad. Se mantuvo valientemente del lado de la verdad y la rectitud, y arrostró la oposición del mundo para beneficiar a sus semejantes.
Lo que constituirá una bendición para la humanidad es la vida espiritual. Si el hombre está en armonía con Dios, dependerá continuamente de El para recibir fortaleza. “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”Mateo 5:48. Avanzar continuamente hacia la perfección del carácter cristiano debería ser nuestra obra de toda la vida, luchando siempre por conformarnos con la voluntad de Dios y recordando que los esfuerzos comenzados en esta tierra continuarán por la eternidad. Dios ha colocado delante de la familia humana una norma elevada, y el que es leal a la hombría que Dios le ha dado, no sólo promoverá la felicidad de sus semejantes en esta vida, sino que les ayudará para que obtengan una recompensa eterna en la vida venidera.—The Signs of the Times, 17 de junio de 1886. Reflejemos a Jesús, 149.
1 Tesalonicenses 5:23
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