Samuel…un llamado a estar en la presencia de Dios
“Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo:
Habla porque tu siervo oye” 1 Samuel 3:10, Marcos 3:14
Jeremías…un llamado a entregar su juventud
“Antes que te formases en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
Y yo dije: Ah! Señor Jehová! He aquí no sé hablar porque soy un muchacho.
Y me dijo Jehová : No digas: Soy un Muchacho; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte. Dice Jehová” Jeremías 1:5-8 Eclesiastés 12:1.
Isaías…Un llamado a vivir por Cristo
“Entonces dije: Ay de mí que soy muerto por que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de un pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al rey, Jehová de los ejércitos.
Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano derecha un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;
Y tocando con el sobre mi boca, dijo: he aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa y limpio tu pecado.
Hubo una raza de padres que pudo haber levantado una raza de misioneros. Citaré el ejemplo de una anciana morava. Una amiga la visitó con la tristeza reflejándose en sus miradas. “Su hijo —le dijo la amiga—, se ha ido.
—¿Se ha ido Tomás al cielo? ¿Cayó ocupando su puesto en las actividades misioneras? ¡Cuánto quisiera que Dios llamara ahora a mi hijo Juan a la obra! Poco después Juan era también misionero y también cayó. En esta ocasión, la comisión que vino a participarle la noticia a la madre, se manifestaba muy triste; pero antes de que alguna de las personas que la formaban hubiese abierto sus labios, la anciana exclamó: ¡Ojalá que él llamara ahora a la obra a mi último hijo, a Guillermo!” Y Guillermo también fue y cayó, y esta vez la noble mujer dijo: “¡Cuánto quisiera tener mil hijos que darle a Dios!”
Comentarios
Publicar un comentario