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Los últimos días

“Entonces verán al Hijo del hombre que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Entonces él enviará a sus ángeles y juntará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo” (Marcos 13:26, 27).

La lección de esta semana comienza con una muy breve historia que se encuentra al final de Marcos 12. En ella, Jesús pronuncia una profunda declaración acerca de una pequeña acción realizada por una viuda. No obstante, la sección principal de la lección de esta semana tiene que ver con Marcos 13, donde se registra, entre otras cosas, una asombrosa profecía acerca de la suerte final del Templo. Este capítulo, junto con sus paralelos en Mateo 24 y Lucas 21, se refiere tanto a la destrucción de Jerusalén como, mucho después, al fin del mundo.

Lo que Marcos 13 deja muy en claro es que la profecía abarca el lapso que va desde el tiempo del profeta, Jesús, hasta el tiempo del fin y su segunda venida. Este patrón sigue lo que se conoce como “la interpretación historicista de la profecía acerca del tiempo del fin” en oposición al intento de circunscribir estas profecías al pasado o al futuro lejano.

Como muchas de las enseñanzas de Jesús en Marcos, la instrucción del Señor se da en respuesta a una pregunta o a un malentendido por parte de sus discípulos. Estas preguntas o interpretaciones erróneas dan a Jesús la oportunidad de enseñar verdades vitales para la vida y la experiencia cristianas. Jesús no solo predice el futuro, sino también instruye a sus discípulos, tanto entonces como ahora, acerca de cómo prepararse para las pruebas venideras.

"Todavía había que hacer una gran obra en favor de estos discípulos antes que estuviesen preparados para la sagrada responsabilidad que les incumbiría cuando Jesús ascendiera al cielo. Habían respondido, sin embargo, al amor de Cristo, y aunque eran tardos de corazón para creer, Jesús vio en ellos a personas a quienes podía enseñar y disciplinar para su gran obra. Y ahora que habían estado con él suficiente tiempo como para afirmar hasta cierto punto su fe en el carácter divino de su misión, y el pueblo también había recibido pruebas incontrovertibles de su poder, quedaba expedito el camino para declarar los principios de su reino en forma tal que les ayudase a comprender su verdadero carácter". DMJ, 9.

"¿Quién podría dudar que estamos viviendo en tiempos peligrosos? Cuando Cristo describió la ruina de Jerusalén, contempló el futuro e incluyó en su descripción la todavía más terrible destrucción del mundo... Cristo, en sus enseñanzas, ha dejado lecciones valiosísimas con respecto a los últimos días. ¡Ojalá que hombres y mujeres se enteren del peligro que corren, antes de que sea para siempre demasiado tarde! (MP, 310, 311).

I. DOS PEQUEÑAS MONEDAS

"Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. 43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; 44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.". Marcos 12:41-44.

¿Cuánto dio la viuda y qué dijo Jesús al respecto?

El Templo de Jerusalén era una estructura asombrosamente bella. El monte del Templo dominaba la ciudad, y las masivas piedras de su construcción, algunas de las cuales pesan centenares de toneladas, son una maravilla hasta hoy. La remodelación del Templo y del monte sobre el que se asentaba comenzó bajo Herodes el Grande alrededor del año 20 a.C., pero la construcción y el embellecimiento de la estructura continuaron hasta el año 60 de nuestra era.

Muchas personas traían cuantiosas ofrendas para depositarlas en trece canastas ubicadas en el Patio de las Mujeres, cerca del Templo. Jesús estaba sentado allí cuando vio a la viuda aproximarse y dejar dos lepta, el equivalente a 1/32 parte de un denario, la paga diaria usual de un jornalero. Por lo tanto, la ofrenda de esta mujer fue muy pequeña.

Jesús, sin embargo, quedó impresionado por su ofrenda. Muchas personas ricas traían grandes sumas, pero él no comentó acerca de sus donativos mientras los depositaban. En cambio, la ofrenda de esta viuda provocó su alabanza. Él declara que ella puso más que todos los demás. 

"Su precio fue medido no por el valor de la moneda, sino por la pureza del motivo que la impulsaba. La bendición de Dios sobre la sincera ofrenda la ha transformado en fuente de grandes resultados. La blanca de la viuda ha sido como una minúscula corriente que fluye a través de las edades, ensanchando y profundizando su cauce, y que contribuye en miles de direcciones a la extensión de la verdad y al alivio de los necesitados. La influencia de aquella pequeña dádiva ha actuado y reaccionado sobre miles de corazones en cada época y en cada país. Como resultado, innumerables dádivas han fluido a la tesorería del Señor de parte de pobres dadivosos y abnegados. Y más, el ejemplo de la viuda ha estimulado a la buenas obras a miles que viven con holgura, que son egoístas y que dudan, y sus dones también han ido a engrosar el valor de la ofrenda de ella (RAJ, 260).

¿Cómo es esto posible? 
Jesús destaca que ellos dieron de su abundancia, pero ella dio de su pobreza. A ellos les quedaba mucho aún, pero ella entregó todo lo que tenía para su subsistencia. Esto hace que su ofrenda resulte exorbitante, aun cuando su valor monetario era minúsculo.

Esta historia contiene una profunda lección acerca de la administración de los recursos. 
Dar para la causa de Dios no es algo que depende de las acciones de los dirigentes para tener validez. La dirigencia del Templo era corrupta, pero Jesús no avaló la retención de ofrendas. Si alguna vez hubo líderes religiosos corruptos (¿Caifás? ¿Anás?), los de ese momento estaban entre los peores. Jesús también lo sabía.

Es verdad que los líderes tienen la sagrada responsabilidad de usar los recursos en armonía con la voluntad de Dios, pero aun si no lo hacen, quienes dan para la causa de Dios son de todos modos bendecidos en su dadivosidad, así como lo fue esta mujer.

Por otra parte, retener diezmos y ofrendas cuando los líderes cometen faltas significa que la dadivosidad está atada a las acciones de ellos en lugar de ser una expresión de gratitud hacia Dios. Independientemente de cuán tentador sea ese proceder, es erróneo.

"Pero Jesús comprendía el motivo de ella. Ella creía que el servicio del templo era ordenado por Dios, y anhelaba hacer cuanto pudiese para sostenerlo. Hizo lo que pudo, y su acto había de ser un monumento a su memoria para todos los tiempos, y su gozo en la eternidad. Su corazón acompañó a su donativo, cuyo valor se había de estimar, no por el de la moneda, sino por el amor hacia Dios y el interés en su obra que había impulsado la acción". 

¿Qué debería enseñarnos esta historia acerca de la importancia de ser fieles en lo que damos para la causa del Señor?

"Dios quiere que el ejercicio de la benevolencia sea puramente voluntario, no recurriendo siquiera a apelaciones elocuentes para estimular la generosidad. “Dios ama al dador alegre”. 2 Corintios 9:7. No le agrada tener reabastecida su tesorería con recursos que se han dado en forma forzada. Los corazones leales de su pueblo, al regocijarse en la verdad salvadora para este tiempo, mediante el amor y la gratitud a él por esta preciosa luz, desearán ansiosamente ayudar con sus medios para enviar la verdad a otros. La mejor manera por la cual expresamos nuestro amor a nuestro Redentor es dando ofrendas para traer almas al conocimiento de la verdad. El plan de redención fue enteramente voluntario de parte de nuestro Redentor, y es el propósito de Cristo que toda nuestra benevolencia consista en ofrendas de buena voluntad (3TI, 453, 454).

No es lo mismo dar para la causa del Señor que dar para ella con sacrificio. ¿Cuál es la diferencia y por qué es ella importante?

II. PIEDRA SOBRE PIEDRA

"Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. 2 Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada. 3 Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte: 4 Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse? 5 Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe; 6 porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos. 7 Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin. 8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos. 9 Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos. 10 Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones. 11 Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. 12 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. 13 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, este será salvo". Marcos 13:1-13. 

¿Qué dijeron los discípulos en respuesta a la declaración de Jesús acerca del Templo y cuál es la relevancia de su contestación?

Como hemos notado, el complejo del Templo era una estructura asombrosamente bella. El historiador judío Flavio Josefo destaca que el Pórtico Real, del lado sur del complejo, tenía 162 pilares de un diámetro tal que hacían falta tres hombres con los brazos extendidos y tomándose de las manos para abarcar uno de ellos (Antigüedades, 15.11.5). Jesús dice que todo será destruido. Una profecía tal, concerniente a esta asombrosa estructura, habrá sin duda sonado al oyente como el fin del mundo.

“Al ser atraída la atención de Cristo a la magnificencia del Templo, ¡cuáles debieron de haber sido los pensamientos que guardó para sí el Rechazado! El espectáculo que se le ofrecía era bello en verdad, pero dijo con tristeza: ‘Lo veo todo. Los edificios son de veras admirables. Ustedes me muestran esas murallas como aparentemente indestructibles; pero escuchen mis palabras: Llegará el día en que no será dejada aquí piedra sobre piedra que no sea destruida’ ” (DTG, 598).

Los discípulos quieren saber entonces cuándo se cumplirá la predicción que Jesús ha hecho. Por lo tanto, en Marcos 13:4, un pequeño grupo integrado por Pedro, Santiago, Juan y Andrés le pregunta acerca del momento exacto. Quieren saber cuándo sucederán todas estas cosas y cuál será la señal que indique que están a punto de ocurrir.

"Lo porvenir les era misericordiosamente velado a los discípulos. De haber visto con toda claridad esos dos terribles acontecimientos futuros: los sufrimientos del Redentor y su muerte, y la destrucción del templo y de la ciudad, los discípulos hubieran sido abrumados por el miedo y el dolor. Cristo les dio un bosquejo de los sucesos culminantes que habrían de desarrollarse antes de la consumación de los tiempos. Sus palabras no fueron entendidas plenamente entonces, pero su significado iba a aclararse a medida que su pueblo necesitase la instrucción contenida en esas palabras. La profecía del Señor entrañaba un doble significado: al par que anunciaba la ruina de Jerusalén presagiaba también los horrores del gran día final".  (CS, 25).

"Mediante sus siervos, Dios dio al pueblo judío una última oportunidad de arrepentirse. Se manifestó por medio de sus testigos cuando se los arrestó, juzgó y encarceló. Sin embargo, sus jueces pronunciaron sobre ellos la sentencia de muerte. Eran hombres de quienes el mundo no era digno, y matándolos, los judíos crucificaban de nuevo al Hijo de Dios. Así sucederá nuevamente. Las autoridades harán leyes para restringir la libertad religiosa. Asumirán el derecho que pertenece a Dios solo. Pensarán que pueden forzar la conciencia que únicamente Dios debe regir. Aun ahora están comenzando; y continuarán esta obra hasta alcanzar el límite que no pueden pasar. Dios se interpondrá en favor de su pueblo leal, que observa sus mandamientos". (DTG, 583).

Lo que resulta llamativo en Marcos 13:5 al 13 es que Jesús dedica la mayor parte del tiempo, no a describir la caída de Jerusalén, sino a advertir a sus discípulos acerca de lo que pueden esperar mientras cumplen su ministerio de establecer la iglesia cristiana temprana. No habría de ser sencillo.

"Todo esto lo sufrieron los cristianos. Hubo padres y madres que traicionaron a sus hijos e hijos que traicionaron a sus padres. Amigos hubo que entregaron a sus amigos al Sanedrín. Los perseguidores cumplieron su propósito matando a Esteban, Santiago y otros cristianos". DTG, 583.

En verdad, serán perseguidos, encarcelados y, algunos de ellos, ejecutados. Pero, a lo largo de todo ello, Jesús indica que aún no sería el tiempo. No deben dejarse engañar por los eventos tumultuosos. Además, el Espíritu Santo les dará las palabras para hablar en el momento oportuno, aun cuando la familia y los amigos los abandonen.

Lo que podemos aprender de estas palabras introductorias en la profecía de Jesús es que el pueblo de Dios no debe temer el tumulto y la prueba. Debe ser vigilante, pues el Espíritu de Dios lo conducirá a través de la tribulación.

¿Cuál ha sido tu propia experiencia con las pruebas que sobrevienen como consecuencia de seguir a Jesús? Si no has tenido ninguna, ¿podrías tal vez necesitar preguntarte si estás en verdad siguiéndolo?

III. LA ABOMINACIÓN ASOLADORA

"Pero cuando veáis la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes. 15 El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa; 16 y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa. 17 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! 18 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno". Marcos 13:14-18. 

¿Qué clave da Jesús para entender qué es “la abominación asoladora”?

Jesús llega al punto central acerca de la caída de Jerusalén en Marcos 13:14. Se refiere allí a “la abominación asoladora”. El Señor dice que el lector debería ser capaz de entender. Con estas palabras, está llevando la atención de los discípulos al libro de Daniel. Esta terminología aparece en Daniel 9:27, 11:31 y 12:11, con un paralelo en Daniel 8:13.

"Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador". Daniel 9:26, 27.

"Tan pronto como los estandartes del ejército romano idólatra fuesen clavados en el suelo sagrado, que se extendía varios estadios más allá de los muros, los creyentes en Cristo debían huir a un lugar seguro. Al ver la señal preventiva, todos los que quisieran escapar debían hacerlo sin tardar. Tanto en tierra de Judea como en la propia ciudad de Jerusalén el aviso de la fuga debía ser aprovechado en el acto. Todo el que se hallase en aquel instante en el tejado de su casa no debía entrar en ella ni para tomar consigo los más valiosos tesoros; los que trabajaran en el campo y en los viñedos no debían perder tiempo en volver por las túnicas que se hubiesen quitado para sobrellevar mejor el calor y la faena del día. Todos debían marcharse sin tardar si no querían verse envueltos en la ruina general". (CS, 25)

¿Quién es el “príncipe que ha de venir”?

La mayoría de las versiones de la Biblia en castellano traducen correctamente la palabra hebrea māšiah en el versículo 26 como “Mesías”. De un estudio cuidadoso de Daniel 9:24 al 27, resulta claro que la palabra se refiere a la venida de Jesucristo.

Pero ¿quién es el “príncipe que ha de venir”, que acarrea la desolación de la ciudad de Jerusalén? 
La ciudad fue destruida por el general romano Tito. Por lo tanto, parece lógico concluir que él es el “príncipe que ha de venir”, al que se refiere Daniel 9:26 y 27. Los dos individuos están vinculados, porque la manera en que el Mesías fue tratado selló la suerte de la ciudad.

¿En qué consiste la “abominación asoladora” que Jesús citó de Daniel? 
Desafortunadamente, muchos eruditos creen que esta abominación se refiere a la profanación del Templo por parte del rey griego Antíoco Epífanes en el siglo segundo antes de Cristo, pero esa interpretación es errónea. Jesús describe la “abominación asoladora” como algo que ocurriría después de su propio tiempo. Por lo tanto, difícilmente podía referirse a algo sucedido dos siglos antes del ministerio terrenal de Cristo.

En lugar de ello, la abominación se refiere probablemente a la colocación de los estandartes paganos romanos en Israel durante el asedio de Jerusalén a fines del año 60 d.C. Esta fue la señal para que los cristianos huyeran de la ciudad, lo cual hicieron.

"Los profetas habían llorado la apostasía de Israel y lamentado las terribles desolaciones con que fueron castigadas sus culpas. Jeremías deseaba que sus ojos se volvieran manantiales de lágrimas para llorar día y noche por los muertos de la hija de su pueblo y por el rebaño del Señor que fue llevado cautivo. Jeremías 9:1; 13:17. ¡Cuál no sería entonces la angustia de Aquel cuya mirada profética abarcaba, no unos pocos años, sino muchos siglos! Veía al ángel exterminador blandir su espada sobre la ciudad que por tanto tiempo fuera morada de Jehová. Desde la cumbre del Monte de los Olivos, en el lugar mismo que más tarde iba a ser ocupado por Tito y sus soldados, miró a través del valle los atrios y pórticos sagrados, y con los ojos nublados por las lágrimas, vio en horroroso anticipo los muros de la ciudad circundados por tropas extranjeras; oyó el estrépito de las legiones que marchaban en son de guerra, y los tristes lamentos de las madres y de los niños que lloraban por pan en la ciudad sitiada. Vio el templo santo y hermoso, los palacios y las torres devorados por las llamas, dejando en su lugar tan solo un montón de humeantes ruinas". (CS, 21).

Así como lo predijo Jesús, Jerusalén cayó. ¿Cómo podemos aprender a confiar en él y en todas las predicciones de la Biblia?

"Podemos saber que si nuestra vida está oculta con Cristo en Dios, cuando entremos en la prueba a causa de nuestra fe, Jesús estará con nosotros. Cuando se nos lleve delante de los dirigentes y los dignatarios para dar razón de nuestra fe, el Espíritu del Señor iluminará nuestro entendimiento y seremos capaces de dar testimonio para la gloria de Dios. Y si somos llamados a sufrir por Cristo, seremos capaces de ir a la prisión confiando en él como un niñito confía en sus padres. Ahora es el momento de cultivar la fe en Dios (NEV, 359).

IV. LA GRAN TRIBULACIÓN

"Porque aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá". Marcos 13:19.

¿A qué se refiere este versículo?

Marcos 13:14 se refiere a la abominación asoladora y es el eje alrededor del cual gira el capítulo (ver la lección del martes). Marcos 13:19 marca también un punto de transición y se refiere a una gran tribulación sin precedentes desde la creación del mundo. Esto presagia una persecución más intensa que la ocurrida en ocasión de la caída de Jerusalén. Marcos 13:19 cambia también al tiempo verbal futuro, señalando así hacia eventos cronológicamente distantes respecto de la época de Jesús.

Así como Marcos 13:14 refleja la profecía de Daniel 9, la gran persecución descrita aquí en Marcos 13:19 al 23 se hace eco de las profecías de Daniel 7 y 8, donde el poder representado por el cuerno pequeño persigue al pueblo de Dios durante “tiempo, dos tiempos y medio tiempo” (Daniel 7:25). Este período profético de 1.260 días equivale a 1.260 años literales (Números 14:34; Ezequiel 4:6) y se extendió desde el año 538 d.C. hasta el año 1798 d.C. En 1798, Napoleón envió a su general para encarcelar al papa. Durante este período de 1.260 años, el poder simbolizado por el cuerno pequeño persiguió y mató a quienes no estaban de acuerdo con su sistema de gobierno eclesiástico.

"El tiempo de angustia cual nunca fue está próximo a caer sobre nosotros; y necesitaremos una experiencia que ahora no tenemos, y que muchos no se preocupan por obtener. A menudo ocurre que la angustia es mayor en la imaginación que en la realidad; pero no será así en la crisis que tenemos por delante. La descripción más vívida no logra dar idea de la magnitud de la prueba... La ira de Satanás aumenta a medida que su tiempo se acorta, y su obra de engaño y destrucción alcanza su culminación durante el tiempo de angustia… Satanás ejercerá su poder sobre todos los que se hayan entregado a su dominio, y sumergirá a los habitantes de la Tierra en una gran angustia final. Cuando los ángeles de Dios dejen de retener los fieros vientos de las pasiones humanas, se desatarán todos los elementos de contienda. El mundo entero se verá envuelto en una ruina más terrible que la que cayó antiguamente sobre Jerusalén.
En medio del tiempo de angustia cual nunca hubo desde que fue nación, sus escogidos permanecerán inconmovibles. Satanás, con toda la hueste del mal, no puede destruir al más débil de los santos de Dios (Maranatha, 275; parcialmente en Maranatha: el Señor viene, 238).

"Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días. 21 Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis. 22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos. 23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes". Marcos 13:20-23.

¿Por qué no impidió Dios la persecución de su pueblo a lo largo de los siglos y en la actualidad? ¿Cómo nos ayuda el tema del Gran Conflicto a entender por qué existe la persecución?
¿Qué esperanza ofrece Dios a su pueblo durante el tiempo de persecución y qué advertencia le hace al final?

Marcos 13:20 habla de un acortamiento de la persecución por causa del pueblo de Dios. 
Históricamente, los fuegos de la persecución se atenuaron tras el surgimiento de la Reforma protestante, y se acortó así el tiempo de aflicción. A medida que el poder del cuerno pequeño decrecía, más personas se unían a las reformas. Pero el poder del cuerno pequeño volvería a surgir, como lo indica la profecía de Apocalipsis 13.

¿Qué señales actuales de la venida de Cristo te llaman la atención?

En Marcos 13:21 al 23, Jesús previene acerca de otro peligro, el de los falsos profetas y cristos, los cuales surgirán antes de que él regrese. Jesús advierte a sus seguidores que se cuiden de ellos.

"A medida que se abría delante de mí la condición de la iglesia y del mundo, y a medida que observaba las terribles escenas que se desarrollaban delante de nosotros, me sentí alarmada por las perspectivas. Y noche tras noche, mientras toda la casa dormía, yo redactaba las cosas que me fueron dadas por Dios. Se me mostraron las herejías que se levantarán, los engaños que prevalecerán, el poder milagroso de Satanás —los falsos Cristos que aparecerán— que engañarán a la mayor parte, aun del mundo religioso, inclusive, y que arrastrarán, si es posible, aun a los elegidos". (3MS, 129).
Cuando Jesús advirtió sobre los falsos cristos, su movimiento había recién comenzado; sin embargo, fue capaz entonces de hacer una predicción tan asombrosa, que se ha hecho realidad (aun hoy hay personas que afirman ser Jesús). ¿Cómo debería el cumplimiento de esta predicción aumentar nuestra confianza en la Palabra de Dios?

V. LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE

"Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, 25 y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán conmovidas. 26 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. 27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. 28 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 29 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. 30 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre". Marcos 13:24-32. 

¿Qué gran evento se describe aquí?
Piensen en el estado de los muertos y en el hecho de que ellos duermen hasta el regreso de Cristo. Después de cerrar sus ojos al morir, ¿qué será lo primero que los creyentes verán al abrirlos nuevamente cuando resuciten? ¿Cómo nos ayuda esta idea a comprender cuán cercana está la segunda venida de Cristo para cada persona?

Este evento no es otro que el regreso de Cristo en gloria, precedido por señales en el Sol, la Luna y las estrellas. El Nuevo Testamento está lleno de profecías que apuntan hacia este maravilloso evento. 
El apóstol Pablo lo describe en detalle en 1 Tesalonicenses 4:13 al 18, donde dice que quienes han muerto en Cristo serán traídos nuevamente a la vida y llevados junto con los santos vivientes para encontrarse con Cristo en el aire. 
En 1 Corintios 15, el apóstol habla en detalle acerca de la realidad de la resurrección de los muertos, lo que ocurre en ocasión del regreso de Cristo.

Pedro describe también ese gran día en 2 Pedro 3:3 al 13. Allí explica que el Señor no retarda su promesa, sino que quiere que todos se arrepientan. Apocalipsis también contiene vívidas descripciones del retorno de Cristo (ver Apoc. 1:7; 6:12-17; 14:14-20; 19:11-21). El Nuevo Testamento enseña consistentemente que el retorno de Cristo será personal, literal, visible y audible. Todos lo verán cuando venga.

Sin embargo, ¿a qué se refería Jesús cuando usó las expresiones “esta generación”, “ese día” y “esa hora”? Estas palabras han preocupado a muchos porque, obviamente, la generación a la que habló Jesús ha muerto hace mucho.

Se han sugerido varias explicaciones para este pasaje. Algunos argumentan que la palabra “generación” puede referirse a una raza o pueblo, los judíos en este caso. Esto implicaría que el pueblo judío no perecería antes de que Cristo regrese. Otra solución es que la palabra en cuestión haga referencia a la generación de quienes sean testigos del cumplimiento de todas las señales, quienes no morirán antes del regreso de Cristo.

Una solución más simple es notar que en Marcos 13:30 Jesús usa la palabra “esta” en la expresión “esta generación”, mientras que en Marcos 13:32 emplea la palabra “ese” en la frase “de ese día y de la hora”. En Marcos 13, la palabra “esta” (houtos, hautē, touto) aparece con mayor frecuencia en los versículos 1 al 13, antes de la destrucción de Jerusalén. Por su parte, la palabra “ese” caracteriza la última parte del capítulo.

Por lo tanto, lo más probable es que “esta generación” se refiera a la generación que vivía en el siglo primero, quienes fueron testigos de la destrucción de Jerusalén, como lo describe Marcos 13:30. No obstante, Marcos 13:32 se refiere en cambio a la segunda venida de Cristo, lo que está aún en el futuro y distaba del primer siglo. En consecuencia, Marcos 13:32 utiliza la expresión “ese día” para referirse a eventos distantes en el tiempo respecto del primer siglo.

CONCLUSIÓN

Lee el capítulo titulado “En el monte de los olivos” en el libro El Deseado de todas las gentes, de Elena de White, pp. 597-606.

Muchas cosas perturbadoras están ocurriendo en el mundo. La gente está realmente atemorizada ante lo que se está desarrollando. ¿Cómo podemos los adventistas del séptimo día, desde el punto de observación ventajoso de la profecía, usar lo que está ocurriendo para llamar la atención de las personas hacia la esperanza que tenemos en Jesús y hacia la promesa de su segunda venida?

“Por cuanto no sabemos la hora exacta de su venida, se nos ordena que velemos. ‘Bienaventurados aquellos siervos, a los cuales cuando el Señor viniere, hallare velando’. Los que velan esperando la venida de su Señor no aguardan en ociosa expectativa. La espera de la venida de Cristo debe inducir a los hombres a temer al Señor y sus juicios sobre los transgresores. Les ha de hacer sentir cuán grande pecado es rechazar sus ofrecimientos de misericordia. Los que aguardan al Señor purifican sus almas obedeciendo la verdad. Con la vigilancia combinan el trabajo ferviente. Por cuanto saben que el Señor está a las puertas, su celo se vivifica para cooperar con los seres divinos y trabajar para la salvación de las almas. Estos son los siervos fieles y prudentes que dan a la familia del Señor ‘a su tiempo [...] su ración’. Declaran la verdad que tiene aplicación especial a su tiempo. Como Enoc, Noé, Abraham y Moisés declararon cada uno la verdad para su tiempo, así también los siervos de Cristo dan ahora la amonestación especial para su generación’ (DTG, 604).

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Herencia de Jehová son los Hijos - Herencia de Jehová

VERSÍCULO CLAVE “Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa” Salmo 127:3 NVI. INTRODUCCIÓN 1. La tendencia de la mayoría de los lectores de la Biblia es a interpretar los conceptos de acuerdo a lo que se entiende hoy. 2. Eso es un error con consecuencias impredecibles. 3. Dos conceptos fundamentales: a. La Biblia no fue escrita para nosotros hoy en primer lugar, sino para personajes de otro contexto cultural. b. Por lo tanto, somos los actores secundarios, que debemos extraer los principios aplicables hoy. 4. Cuando se lee la Biblia hay que hacerse dos preguntas básicas: a. ¿Qué significó para los lectores primarios el concepto que se está planteando? b. ¿Cómo se puede aplicar hoy dicho concepto? 5. En otras palabras debemos extraer el principio aplicable hoy. 6. Cuando este ejercicio no se hace, cometemos el error de hacer decir a la Biblia lo que no dice. DESARROLLO A. EL CONCEPTO HERENCIA 1. El

Escapa por tu vida, Evita perecer - Llevando esperanza

LECTURA BÍBLICA: "Al rayar el alba, los ángeles apremiaban a Lot, diciendo: Levántate, toma tu esposa y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad” Y como él se detenía, los varones asieron su mano, la de su esposa y las de sus hijas, conforme a la misericordia del Eterno; y los sacaron fuera de la ciudad. Cuando los hubieron sacado, dijo “¡escapa por tu vida! No mires tras ti, ni te detengas en toda esta llanura. ¡Escapa al monte, no sea que perezcas!" Génesis 19:15-17 INTRODUCCIÓN La historia de Lot es la historia de un hombre que amó más al mundo, que eligió las cosas del mundo antes de elegir y amar las cosas de Dios. I. LA RELACIÓN DE LOT CON ABRAHAM Lot venía de una familia culta y tuvo muchas ventajas durante toda su vida. El era sobrino de Abraham y pudo sentir el espíritu generoso de su tío, fue testigo de la buena vida que Dios le dio a Abraham, y recibió el ejemplo de cómo Abraham se cond

Estrabismo Espiritual - Puestos los Ojos En Jesús

Por Gilberto Messias Texto clave:  “Entonces Saulo, se levantó de tierra y abriendo los ojos no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco”  Hechos 9:8. Introducción Estrabismo es un defecto que se manifiesta cuando los ojos se mueven en diferentes direcciones y no consiguen focalizar juntos, el mismo punto. Como el paciente comienza a utilizar el ojo centralizado, el cerebro desconecta la visión central del ojo desalineado, manteniéndola conectada apenas a una visión periférica, provocando ceguera parcial. El tratamiento para la corrección del estrabismo es simple, se utilizan lentes o cirugía. En la vida espiritual podemos ser alcanzados por una enfermedad con síntomas semejantes a los causados por el estrabismo. En la Biblia se cuenta la historia de alguien que cuando veía tenía un profundo estrabismo espiritual, pues veía distorsionada la realidad (creía que los cristianos eran enemigos y que había que destruirlos) y cuando quedó ciego (