“Entonces Jesús les dijo: ‘Aún por un poco de tiempo la luz estará entre ustedes. Anden mientras tienen luz, para que no los sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas no sabe adonde va’ ” (Juan 12:35).
El Apocalipsis describe al diablo como dragón y serpiente (Apoc. 12:9). Dragón, porque desea destruir al pueblo de Dios; y serpiente, porque utiliza todas sus astutas mentiras para engañarlo. En los primeros años del cristianismo, miles de personas fueron torturadas, arrojadas a los leones y quemadas vivas por la Roma imperial por negarse a adorar a sus “dioses”. Sin embargo, muchos permanecieron fieles, el evangelio siguió difundiéndose y la iglesia creció. Como resultado, Satanás cambió su estrategia. Decenas de paganos se bautizaron, pero sin una instrucción completa en la verdad. El error inundó la iglesia a medida que los dirigentes fusionaban las verdades de las Escrituras con las costumbres populares. Los siglos IV y V fueron épocas de sincretismo, cuando los líderes eclesiásticos mezclaban las prácticas paganas con las doctrinas cristianas.
No obstante, incluso en los momentos más difíciles de la vida, Dios estaba con su pueblo. Encontraron a Jesús, “el camino, la verdad y la vida” y, por el poder del Espíritu Santo, se mantuvieron firmes ante la abrumadora presión de abandonar sus convicciones. Permanecieron leales a la voluntad revelada de Dios.
La lección de esta semana se basa en El conflicto de los siglos, capítulo 3.
I. LA TRANSIGENCIA: LA SUTIL ESTRATEGIA DE SATANÁS
Compara Juan 14:6 con 8:44. ¿Qué contraste entre el carácter de Jesús y el de Satanás se observa en estos dos pasajes?
Lo que Jesús dice es verdad, porque él es el Autor de la verdad. La verdad procede del corazón de un Dios que todo lo sabe, todo lo ama y todo lo conoce. Él es el fundamento de la realidad y de toda verdad.
Al contrario, Satanás es un mentiroso y el padre de la mentira. Está dispuesto a utilizar la mentira, el engaño, la desinformación y la distorsión de la verdad para descarriar al pueblo de Dios. Engañó a Eva en el Edén distorsionando la verdad, creando dudas y negando descaradamente lo que Dios dijo. La afirmación de Satanás, “no morirán”, en el contexto de comer el fruto, era una clara contradicción de lo que Dios había anunciado. A lo largo de los siglos, Satanás ha utilizado la misma estrategia. Socava la confianza en la Palabra de Dios, contradice la voluntad revelada de Dios, distorsiona las Escrituras y, a veces, cita erróneamente la Biblia, si le conviene.
Lee Proverbios 23:23; y Juan 17:17 y 8:32. ¿Qué similitudes ves en estos pasajes bíblicos respecto de la verdad de la Palabra de Dios? ¿Cuál es su mensaje central?
“Bien sabía Satanás que las Santas Escrituras capacitarían a los hombres para discernir los engaños de él y oponerse a su poder. Fue por medio de la Palabra que el mismo Salvador del mundo resistió los ataques del tentador. A cada asalto suyo, Cristo presentaba el escudo de la verdad eterna y decía: ‘Escrito está’. A cada sugerencia del adversario oponía él la sabiduría y el poder de la Palabra. Para mantener su poder sobre los hombres y establecer la autoridad del usurpador papal, Satanás necesita que ellos ignoren las Escrituras. La Biblia ensalza a Dios y coloca a los finitos seres humanos en su verdadero sitio; por consiguiente, hay que esconder y suprimir sus verdades sagradas. Esta fue la lógica adoptada por la Iglesia Romana. Por centenares de años fue prohibida la circulación de la Biblia. No se permitía a la gente que la leyese ni que la tuviera en su casa, y sacerdotes y prelados sin principios interpretaban las enseñanzas de ella para sostener sus pretensiones. Así fue como el Papa vino a ser reconocido casi universalmente como vicegerente de Dios en la Tierra, dotado de autoridad sobre la Iglesia y el Estado” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 49).
Analiza las formas en que Satanás intenta distorsionar o malinterpretar la Palabra de Dios en la actualidad.
II. LOBOS SALVAJES
Lee Hechos 20:27 al 32. ¿Qué advertencias específicas hizo el apóstol Pablo a los dirigentes de la iglesia de Éfeso sobre la apostasía que se avecinaba?
El propósito de los consejos de Pablo era preparar a la iglesia para lo que se avecinaba. En estos pasajes, describe dos preocupaciones principales.
Su primera preocupación es que “entrarán entre ustedes lobos rapaces que no perdonarán al rebaño” (Hech. 20:29). En otras palabras, los creyentes se enfrentarían a una feroz persecución, pero desde dentro de la iglesia. Esta profecía se cumplió en los siglos I y II. Los cristianos que se negaban a adorar al emperador inclinándose ante los dioses de Roma eran torturados, encarcelados y quemados en la hoguera.
El apóstol expresó una segunda preocupación cuando dijo: “Y de entre ustedes mismos se levantarán hombres que enseñarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos en pos de sí” (Hech. 20:30). Las herejías entrarían en la iglesia. Las verdades divinas se sustituirían por falsas doctrinas. Prevalecerían las prácticas paganas. En los siglos IV y V, la avenencia se introdujo sutilmente en la iglesia cristiana, con el avance de la misión como probable justificación. Pero el terrible resultado fue un alejamiento de las verdades de la Palabra de Dios.
Lee 2 Tesalonicenses 2:7 al 12. ¿Cómo describe el apóstol Pablo la apostasía venidera? ¿Qué características debían buscar?
El comentario de Pablo de que “el misterio de la iniquidad ya está obrando” es significativo. Incluso en los días de Pablo hubo un alejamiento gradual de la Palabra de Dios y su verdad con respecto a la obediencia a la Ley de Dios. Esta desviación proliferaría en los siglos posteriores.
Se introdujeron ídolos en el culto cristiano, en contra del segundo Mandamiento. Durante milenios, los ídolos estuvieron a la vanguardia de todas las religiones paganas. Para que el cristianismo fuese más aceptable para los paganos que llegaban a la iglesia cristiana, a las divinidades paganas se las llamaba santos. El domingo, día de adoración para el dios Sol, fue adoptado gradualmente como día de culto cristiano en honor a la resurrección de Jesús. Este falso día, no sancionado en las Escrituras, impera incluso ahora.
¿Qué tipo de avenencias vemos que entran en la iglesia en la actualidad? Más aún, ¿qué transigencias puedes estar haciendo tú? ¿Quizás a veces mezclando la verdad y el error?
III. SALVAGUARDADOS POR LA PALABRA
Compara Juan 17:15 al 17 con Hechos 20:32. ¿Qué información nos dan Jesús y el apóstol Pablo sobre la protección contra los engaños de Satanás?
La Biblia es la revelación infalible de la voluntad de Dios. Presenta el plan celestial para la salvación de la humanidad. Puesto que “toda la Escritura es inspirada por Dios, y es útil para enseñar, reprender, enmendar e instruir en justicia” (2 Tim. 3:16) –es decir, “toda la Escritura” está inspirada por Dios, no algunas partes, o algunas partes más que otras—, toda la Biblia debe ser aceptada como la Palabra de Dios. De lo contrario, la puerta queda abierta de par en par para el engaño.
La Biblia revela claramente el amor infinito de Dios a la luz del Gran Conflicto. También revela y expone los engaños satánicos. El diablo odia la Palabra de Dios y ha hecho todo lo posible a lo largo de los siglos para destruir su influencia.
Al fin y al cabo, ¿qué sabríamos del Plan de Salvación sin la Biblia? ¿Cuánto entenderíamos del nacimiento, la vida, las enseñanzas y el ministerio de Jesús? Sin las Escrituras, ¿podríamos siquiera empezar a comprender la profundidad del sacrificio de Cristo, la gloria de su resurrección, el poder de su intercesión y la majestuosidad de su regreso?
La Palabra de Dios revela, enseña y enfatiza todas estas verdades cruciales. Ella, y solo ella, debe ser la norma final y decisiva para entender toda la verdad sagrada.
Por lo tanto, debemos luchar contra todos y cada uno de los intentos de socavar su autoridad o inspiración. Incluso contra quienes, si bien profesan un gran amor por la Biblia, la ponen en duda, aunque sea sutilmente. Lamentablemente, sobre todo mediante las incursiones del pensamiento moderno, muchos teólogos y cristianos se centran tanto en el lado humano de la Escritura que la Biblia se convierte en la palabra del hombre en lugar de la Palabra de Dios. Argumentan que la Biblia consiste en escritos de reyes, pastores, pescadores, sacerdotes, poetas y otros que compartieron sus ideas y conceptos acerca de Dios, de la naturaleza y de la realidad como mejor los entendieron en su tiempo y lugar.
¿De verdad? Si esto fuera cierto, los que vivimos en el siglo XXI, ¿por qué deberíamos preocuparnos realmente por lo que pensaba esta gente, y mucho menos hacer de lo que pensaban el fundamento de nuestra esperanza para la Eternidad? No habría motivos.
Lee Salmo 119:105, 116, 130, 133 y 160. ¿Qué perspectiva nos da el salmista sobre la importancia de la Palabra de Dios en el Plan de Salvación?
IV. EL RAZONAMIENTO HUMANO AL MARGEN DE LAS ESCRITURAS
El Espíritu Santo actúa en nuestra mente. Nos invita a explorar los misterios del universo. Como alguien ha afirmado acertadamente: “Como cristianos, no comprobamos nuestros cerebros en la puerta de la iglesia”. Sin embargo, el esplendor del razonamiento humano por sí solo es incapaz de descubrir las verdades divinas de las Escrituras. La verdad no es una cuestión de opinión humana. Es una cuestión de revelación divina.
Lee Proverbios 16:25; Jueces 21:25; e Isaías 53:6. ¿Qué revelan acerca de Satanás? ¿Qué revelan acerca de la estrategia de engaño de Satanás?
Uno de los engaños más eficaces del diablo es hacernos creer que el razonamiento humano, sin la ayuda del Espíritu Santo y sin la información de la Palabra de Dios, es suficiente para entender la voluntad de Dios. Puede haber un camino que nos parezca correcto a nosotros, o incluso a culturas enteras, pero puede ser totalmente erróneo a los ojos de Dios.
Hace unos años, mi esposa y yo decidimos hacer un poco de senderismo por los bosques cercanos al hotel en el que pasábamos la noche. Normalmente, soy bastante bueno con las direcciones y, después de caminar aproximadamente una hora por varios senderos, estaba bastante seguro de que podría encontrar el camino de regreso sin dificultad. Pero pronto nos dimos cuenta de que estábamos irremediablemente perdidos en el bosque. El sol se estaba poniendo y me temía lo peor. Gracias a Dios, encontramos a otros excursionistas que conocían el camino. Nos habíamos desviado unos ocho kilómetros, pero estábamos cerca de una carretera principal. Como su coche estaba estacionado cerca, se ofrecieron a llevarnos al hotel. Encontrar a alguien que conocía el camino y que podía llevarnos de vuelta a nuestro destino marcó la diferencia para nosotros.
Dios no nos ha dejado solos en nuestro viaje de la Tierra al Cielo. El Espíritu Santo nos señala a las Sagradas Escrituras, que nos conducen de regreso a casa. La verdad y el error, lo correcto y lo incorrecto, el bien y el mal, solo pueden entenderse correctamente a la luz de la Palabra de Dios. Lo que contradice a Dios y su Palabra es error, y el error siempre es peligroso; lo que está en armonía con Dios es verdad y bondad. ¡Qué importante es que hagamos de la Palabra de Dios nuestro árbitro final de la verdad y la moralidad!
¿Por qué la mente humana, sin la ayuda del Espíritu Santo, es incapaz de descubrir la verdad divina? Analiza la relación entre la razón humana y la revelación divina. ¿Cómo nos ayuda realmente la razón a comprender la revelación divina? Por ejemplo, analiza Daniel 2, una profecía que abarca la historia del mundo desde la época de Babilonia hasta nuestro futuro. ¿De qué manera una profecía como esta apela poderosamente a la razón humana?
V. BATALLA POR LA MENTE
Lee 2 Corintios 4:3 al 6. ¿Qué significa “el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos” (2 Cor. 4:4)? ¿Cómo se ciegan los ojos? ¿Cómo se abren los ojos?
La palabra griega para “mente”, en este pasaje, es noema. Literalmente, significa nuestra percepción o nuestras facultades mentales. El Comentario bíblico adventista hace una afirmación esclarecedora sobre este versículo: “La batalla entre Cristo y Satanás tiene como objetivo el entendimiento de los hombres (Rom. 7:23, 25; 12:2; 2 Cor. 3:14; 11:3; Fil. 2:5; 4:7, 8). La principal obra de Satanás es cegar la mente de los hombres, oscurecerla. Lo hace manteniéndonos alejados del estudio de la Palabra de Dios, trastornando las facultades mentales mediante excesos de orden físico y moral, ocupando todo el pensamiento con los asuntos de esta vida, y utilizando el orgullo y la vanagloria” (t. 6, p. 850).
La falta de conocimiento por parte de los que se pierden no se debe a que no tienen capacidad de saber. Es porque no quieren saber. Muchos han tenido todas las oportunidades de conocer la verdad, pero prefirieron no creer, y Satanás les cegó los ojos. El reino de Satanás es un reino de oscuridad. Como añade el Comentario bíblico adventista: “El evangelio es el único medio por el cual pueden descubrirse los designios diabólicos de Satanás y sus engaños, y por el cual los hombres pueden ver el camino e ir de las tinieblas a la luz” (t. 6, p. 851). La esencia del mensaje del Nuevo Testamento es la vida, la muerte y la resurrección de Jesús. Jesús está en el corazón del evangelio y es el centro de las Escrituras. Toda la Escritura da testimonio de él (Juan 5:39).
Lee Juan 1:4, 5, 9 y 14. ¿Cómo describen a Jesús estos versículos? Céntrate especialmente en Juan 1:14.
Durante los primeros siglos de la iglesia cristiana, los creyentes del Nuevo Testamento estaban totalmente comprometidos con Cristo como aquel que era la Luz en medio de las tinieblas. Fueron redimidos por su gracia, transformados por su poder y motivados por su amor. Ni siquiera la muerte podía romper su vínculo de lealtad a Cristo. Reconocían los engaños del diablo en la gloriosa luz del evangelio. Cristo siempre ha tenido hombres y mujeres que por su gracia han defendido valientemente la verdad. En estos primeros siglos, la luz del amor, la gracia y la verdad de Cristo brilló a través de la oscuridad.
CONCLUSIÓN
“En todo tiempo el mismo espíritu de odio y de oposición a la verdad ha inspirado a los enemigos de Dios, y los siervos [del Señor] necesitaron las mismas vigilancia y fidelidad. Las palabras de Cristo a sus primeros discípulos se aplicarán a sus seguidores hasta el fin de los tiempos: ‘Lo que a vosotros digo, a todos les digo: ¡Velad!’ (Mar. 13:37)” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 54).
En muchas partes del mundo, especialmente donde la gente tiene libre acceso a la Biblia, Satanás ha empleado otros medios para debilitar su influencia. Una manera muy eficaz ha sido mediante diversos esfuerzos científicos, o incluso estudios bíblicos, que a veces adoptan posturas que, de ser aceptadas, socavarían la confianza en la Palabra de Dios. Por ejemplo, aunque el libro de Daniel data de más de quinientos años antes de Cristo, muchos eruditos bíblicos lo sitúan a mediados del siglo II a.C. Argumentan que debió escribirse en esa época; de lo contrario, el profeta habría estado prediciendo el futuro con exactitud, y eso no “puede” suceder. Por lo tanto, alegan, Daniel no se escribió en la fecha que indica sino, más bien, cientos de años después. Lamentablemente, esta mentira sobre la Biblia es una de las tantas que los eruditos modernos tratan de endilgarnos. Y lo más lamentable es que muchos aceptan este error porque, en definitiva, los eruditos bíblicos lo enseñan. Con razón Pablo nos advierte: “Sometan todo a prueba y retengan lo bueno” (1 Tes. 5:21).
Preguntas para dialogar:
Consulta la cita de la lección del martes y luego considera lo siguiente: ¿Hasta qué punto Satanás utiliza métodos similares para socavar sutilmente la autoridad de las Escrituras en la actualidad?
¿Cuáles son nuestras mayores salvaguardas contra la mala interpretación de la Palabra de Dios?
El principal intento de Satanás en el gran conflicto entre el bien y el mal es difamar el carácter de Dios y presentarlo como un tirano autoritario y falto de amor. ¿Cómo intenta hacer esto el maligno, y cuál es la respuesta de Dios a sus mentiras?
El apóstol Pedro afirma que “ninguna profecía de la Escritura vino por una interpretación privada” (2 Ped. 1:20). ¿Cómo podemos estar seguros de no distorsionar el sentido de las Escrituras para lograr nuestros propios fines? ¿Por qué esto es más fácil de lo que pensamos, y por qué debemos protegernos contra esta práctica? ¿Cómo podemos evitarlo?
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