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Aguardar en el Crisol - En el Crisol con Cristo

“Mas el fruto del Espíritu es [...] paciencia” (Gál. 5:22).

Los científicos hicieron un experimento con niños de cuatro años… y malvaviscos. Un científico le dijo a cada niño que podía comer un malvavisco. Ahora bien, si el niño esperaba hasta que el científico regresara de una diligencia, le daría dos. Algunos de los niños llevaron el malvavisco a la boca en cuanto el científico se fue; otros esperaron. Se registraron las diferencias.

A continuación, los científicos hicieron un seguimiento de estos niños hasta la adolescencia. Los que habían esperado resultaron tener mejor adaptación, ser mejores estudiantes y más seguros de sí mismos que los que no esperaron. Al parecer, la paciencia indicaba algo mayor, algo importante en el carácter humano. Por ende, no es de extrañar que el Señor nos aconseje que la cultivemos.

"La vida de sus hijos ha de revelar amor, mansedumbre y tolerancia. La tolerancia nos permite soportar… muchas cosas, sin que tratemos de vengarnos por palabra o acción. La “tolerancia” es la paciencia inofensiva. Si sois tolerantes, no transmitiréis a los demás vuestro pretendido conocimiento de los errores y equivocaciones de vuestro hermano. Trataréis de salvarlo, porque fue comprado con la sangre de Cristo. “Redargúyele entre ti y él solo: si te oyere has ganado a tu hermano”. “Hermanos, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote a ti mismo, porque tú no seas también tentado”. Ser tolerante no significa ser sombrío o andar triste, amargado o endurecido, es precisamente todo lo contrario (Mi vida hoy, 54).

Hoy veremos lo que podría estar detrás de algunos de los crisoles más difíciles de todos: el crisol de la espera.

¿Por qué a veces tenemos que esperar tanto tiempo? ¿Qué lecciones podemos aprender sobre la paciencia mientras estamos en el crisol?

I. EL DIOS DE LA PACIENCIA

"Durante mucho tiempo Dios había deseado entregar la ciudad de Jericó a su pueblo escogido para que las naciones de la tierra engrandecieran su nombre. Cuarenta años atrás, cuando se había liberado a Israel de la esclavitud, se había propuesto hacerle entrega de la tierra de Canaán. Pero sus celos y perversas murmuraciones despertaron su ira y los castigó a vagar por el desierto durante cuarenta fatigosos años, hasta que todos aquellos hubieron desaparecido, todos los que lo insultaron con su insolencia e infidelidad. Con la toma de Jericó Dios declaró a los hebreos que sus padres habrían podido poseer la ciudad si hubiesen confiado en él del mismo modo en que lo hicieron sus hijos" 4TI, 162.

"Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús." Romanos 15:4 y 5. 

"Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto. Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron". 1 Corintios 10:5, 6

"Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga." 1 Corintios 10:11, 12.

Normalmente nos impacientamos por cosas que realmente queremos o que nos han prometido pero que todavía no tenemos. A menudo solo quedamos satisfechos cuando conseguimos lo que anhelamos. Y, debido a que rara vez obtenemos lo que queremos y cuando lo queremos, esto implica que a menudo nos irritamos y perdemos la paciencia. Y, cuando estamos en este estado, es casi imposible mantener la paz y la confianza en Dios.

Esperar es doloroso por definición. En hebreo, una de las palabras para “esperar pacientemente” (Salmos  37:7) proviene de otro vocablo que puede traducirse como “estar muy dolorido”, “sacudirse”, “temblar”, “estar herido”, “estar triste”. Aprender a tener paciencia no es fácil; a veces es la esencia misma de lo que significa estar en el crisol.

"Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová." Salmos 27:14.

"Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades." Salmos 37:7

"Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado." Romanos 5:3-5. 

¿Hacia dónde conduce la paciencia?

Mientras esperamos, podemos concentrarnos en una de dos cosas. 
1. Podemos enfocarnos en las cosas que esperamos o en Aquel que tiene esas cosas en sus manos. Lo que marca la diferencia cuando esperamos algo no es tanto el tiempo que tenemos que esperar, sino nuestra actitud mientras esperamos

"Sin embargo, continuar con la ceremonia durante tanto tiempo antes de la caída final de las murallas permitió que la fe de los israelitas se acrecentara. Tenían que quedar fuertemente impresionados con idea de que su fuerza no se basaba en la sabiduría humana, ni tampoco en su poder, sino que solo Dios era su salvación. De ese modo se habituarían a mantenerse a un lado y a poner toda su confianza en su Divino Director" 4TI, 163.

2. Si confiamos en Dios, si hemos puesto nuestra vida en sus manos, si le hemos entregado nuestra voluntad. Entonces, podemos confiar en que él hará lo mejor por nosotros cuando sea mejor para nosotros; aunque a veces resulte difícil creerlo.

"Sin duda alguna, muchos desearían seguir sus propios planes y sugerirían otros modos de cumplir el fin deseado. Se mostrarían reticentes a someterse a una disposición tan sencilla y a alguien que no reflejara otra gloria que el mérito de la obediencia. También pondrían en duda la posibilidad de que una poderosa ciudad sea conquistada de ese modo. Pero la ley del deber es suprema. Debería gobernar la razón humana. La fe es la fuerza viva que es capaz de cruzar cualquier barrera, eliminar todos los obstáculos y plantar su bandera en el centro mismo del campo enemigo" 4TI, 163

¿Qué estás esperando con ansias? ¿Cómo puedes aprender a esperar en Dios y en sus tiempos? Ora para lograr una actitud de total entrega y sumisión a Dios.
¿Cómo ayudar a otros que están en el crisol mientras aguardan los tiempos de Dios para algo?
¿Cuál es el papel de la oración en el desarrollo de la paciencia? ¿Hay otras personas por las que puedan orar para que el Espíritu desarrolle la paciencia en su vida?

II. LOS TIEMPOS DE DIOS

"Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos." Romanos 5:6

"Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley." Gálatas 4:4. 

¿Qué nos dicen estos pasajes sobre los tiempos de Dios?

En estos versículos, Pablo nos dice que Jesús vino a morir por nosotros exactamente en el momento oportuno. Pero el apóstol no nos explica por qué era el momento adecuado. Es muy fácil leer estos versículos y preguntarse: ¿Por qué Jesús esperó miles de años para venir a la Tierra a ocuparse del pecado? El universo ¿no entendió mucho antes que el pecado era algo horroroso? También podemos preguntarnos qué está esperando Jesús para venir por segunda vez. O cuestionarnos: ¿Por qué Dios espera tanto tiempo para responder a mi oración?

Piensa, por ejemplo, en la profecía de las setenta semanas de Daniel 9:24 al 27, la profecía que señala a Jesús como el Mesías (repásala, si es necesario). ¿Cuánto duró este período? ¿Qué te dice esto acerca de aprender a esperar que las cosas ocurran en los tiempos de Dios, aunque nos parezca que lleven mucho tiempo?

Hay muchas razones espirituales importantes por las que pasaremos por tiempos de espera. 
1. Esperar puede reorientar nuestra atención: alejarnos de las “cosas” para volvernos a Dios. 
2. Esperar nos permite desarrollar una imagen más clara de nuestros motivos y deseos
3. La espera genera perseverancia: resistencia espiritual. 
4. La espera abre la puerta al desarrollo de muchas fortalezas espirituales, como la fe y la confianza
5. La espera permite a Dios poner otras piezas en el rompecabezas del cuadro completo. 
6. Es posible que nunca sepamos la razón por la que tenemos que esperar; por ende, aprendemos a vivir por fe. ¿Qué otras razones para esperar se te ocurren?

¿Qué ejemplos puedes encontrar en la Biblia de cosas que Dios hizo a su debido tiempo que puedan ayudarte a aprender a confiar en que él también hará por ti lo que es mejor a su debido tiempo? (Piensa, por ejemplo, en Abraham y Sara y en la promesa de un hijo.) Por otro lado, pregúntate: “¿Hay algo que estoy haciendo que retrase la respuesta a una oración que podría haber sido respondida hace mucho tiempo?”

III. DAVID: LECCIÓN OBJETIVA DE ESPERA

"En 1 Samuel 16:1 al 13, vemos que Samuel unge al joven David como rey. Sin embargo, hubo un largo viaje desde los campos de su padre, Isaí, hasta el trono de Jerusalén. Sin duda, en ocasiones sintió que estaba en medio de un crisol.

Primeramente, al muchacho lo llaman a hacer música para calmar el espíritu atribulado de Saúl (1 Sam. 16). Más adelante, se convierte en el héroe de Israel cuando mata a Goliat (1 Samuel 17). Luego, por muchos años David huye por su vida. Tanto Saúl como su hijo Jonatán saben que David está destinado a ser el próximo rey (1 Samuel 23:17; 24:20). Pero David no hace nada para adelantarse en el destino que Dios le señaló. A decir verdad, parece hacer todo lo contrario. Incluso cuando Saúl buscaba matarlo y David solamente cortó un trozo del manto del rey, se arrepintió de haber hecho eso (1 Samuel 24:5-7). En otra oportunidad, cuando Saúl procura matar a David, David se niega a matar a Saúl cuando surge la oportunidad (1 Samuel 26:7-11).

Lee 1 Samuel 26:1 al 11. ¿Por qué David se niega a matar a Saúl? ¿Qué principios nos enseña esto sobre la forma en que Dios lleva a cabo sus planes para nuestra vida?

Ahora Lee 1 Samuel 26:12 al 25. La negativa de David a matar a Saúl ¿qué impacto causa en Saúl? ¿Qué nos enseña esto sobre las ventajas de esperar en Dios?

Al analizar todo el trayecto de David hasta el trono, quizá podríamos resumirlo en una frase corta: No eches mano de lo que Dios aún no te dio. Los dones de Dios siempre se reciben mejor de su mano y a su tiempo. Esto puede requerir mucho tiempo de espera. Los brotes de soja pueden crecer literalmente en cuestión de horas, mientras que un roble tardará muchos años. Pero después, cuando lleguen los vientos fuertes, no arrancarán el árbol de raíz.

Piensa con qué facilidad David podría haberse justificado de matar a Saúl (después de todo, a David se le dijo que tendría el trono, y además Saúl era sumamente malvado). Sin embargo, sus acciones hablan de la verdadera fe en Dios. ¿Qué podrías extraer de este ejemplo para aplicarlo a lo que estás esperando?

IV. EL PROBLEMA DE APRESURARSE

Que significa esperar pacientemente. ¿Qué miedo y alegrías hay en este proceso? ¿Cómo salier adelante? ¿Qué aprender? ¿A qué promesas aferrarse?

La confrontación en la cima del Monte Carmelo había terminado (1 Reyes 18). Cayó fuego del cielo, todo el pueblo había reconocido al Dios verdadero y los falsos profetas fueron ejecutados. Dios se reivindicó. Se podría pensar que la fortaleza espiritual de Elías aumentó a medida que avanzaba el día, pero de repente escuchó algo que lo aterrorizó a tal punto que deseó morir. 

Las últimas palabras del pasaje son preocupantes: “Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?” (1 Reyes 19:9). Evidentemente, el miedo de Elías hizo que huyera y se encontrara en el lugar equivocado.

Después de una intervención tan poderosa de Dios en el monte Carmelo, Elías debería haber estado lleno de fe y confianza; pero huyó porque temió por su vida. ¿Qué lección podemos aprender de este mal ejemplo?

Esta historia ilustra algo importante: Cuando nos apresuramos, es muy fácil encontrarnos en el lugar equivocado. En el caso de Elías, fue el miedo lo que lo abrumó y lo llevó a huir al desierto, deseando no haber nacido nunca. Pero hay otras cosas que hacen que nos apartemos del plan de Dios para nosotros.

Lee los siguientes versículos: Génesis 16:1-3; Números 20:10-12; Jueces 14:1-3; Mateo 20:20, 21; Lucas 9:52-56; Hechos 9:1. ¿Qué cosas hicieron que los personajes aquí descritos se apartaran de la voluntad de Dios?

Cuán fácil es permitir que cosas como la ambición, la ira, la pasión, la falta de fe o un supuesto “celo” por Dios nos hagan correr hacia donde no deberíamos ir. Nadie es inmune a este peligro. La clave está en cultivar una fe confiada en la bondad y la misericordia de Dios, quien sabemos que nos ama y quiere lo mejor para nosotros. Esto no sucede automáticamente. La fe puede ser un regalo, pero es un regalo que debe cultivarse, fomentarse y guardarse celosamente.

V. APRENDAMOS A DELEITARNOS

“Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmos 37:4).

Salmos 37:4 es una promesa maravillosa. Imagina que consigues lo que siempre quisiste. Pero hacer realidad los deseos de nuestro corazón dependerá de tener un corazón que se deleite en Jehová. Entonces, ¿qué significa deleitarse en Jehová?

Lee Salmos 37:1 al 11. El contexto de Salmos 37:4 tal vez sorprenda un poco. David señala que está rodeado de gente que obra en contra de Dios y de él. Cuando la gente obra contra nosotros, la respuesta natural suele ser enojarnos o intentar justificarnos. Pero David aconseja algo diferente.

En los siguientes versículos, ¿cuál es el consejo de David al pueblo de Dios en esta situación?

"No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán. Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades. Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo. Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí. Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz." Salmos 37:1-11

¿Qué significa deleitarse en Jehová?

David repite vez tras vez, de diferentes maneras: “Confía en Dios”. Confía en que él actuará. No te enojes, porque Dios es tu Dios y está obrando en tu favor ahora mismo. No tienes que encargarte de arreglar las cosas por tu cuenta; tu Padre celestial se encargará. Confía en él. Confía totalmente en él.

Es en este contexto que David habla de deleitarse en Jehová. Deleitarse en Dios significa que vivimos en un estado de perfecta confianza. Nada puede alterar nuestra paz, porque Dios está aquí y actúa. Podemos alabarlo, y hasta podemos sonreír, ¡porque nadie puede burlar a nuestro Dios! Cuando aprendamos a hacer esto, realmente recibiremos lo que nuestro corazón anhela, porque recibiremos lo que nuestro Padre amoroso quiere darnos, en el momento que más nos beneficie a nosotros y a su Reino.

¿Cómo puedes aprender a deleitarte en Jehová? Dedica tiempo a orar y a buscar la conducción de Dios para que esto pueda convertirse en una realidad en tu vida.

CONCLUSIÓN

El plan de Dios para nosotros puede requerir mucho tiempo de espera, y esto realmente puede asemejarse a un crisol. Podemos aprender a tener paciencia durante este tiempo si nos concentramos en la persona de Dios y confiamos en que él está obrando en nuestro favor. Hay muchas razones para esperar, pero todas están relacionadas con el cumplimiento de los planes de Dios para nosotros y para su Reino. Tenemos mucho que perder si nos anticipamos a Dios, pero tenemos mucho que ganar si mantenemos una actitud de confianza y regocijo en él.

El Señor pesa y mide cada prueba. “No puedo leer cuál es el propósito de Dios en mi aflicción, pero él sabe qué es lo mejor, y le encomendaré mi alma, mi cuerpo y mi espíritu porque él es mi fiel Creador. ‘Porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día’ (2 Timoteo 1:12). Si educásemos y preparásemos nuestras almas para tener más fe, más amor, una mayor paciencia y una confianza más perfecta en nuestro Padre celestial, sé que tendríamos más paz y felicidad cada día a medida que pasamos por los conflictos de esta vida.

“Al Señor no le agrada que nos alejemos de los brazos de Jesús a causa de nuestra impaciencia y nuestra zozobra. Es necesario que haya más espera y vigilancia serenas. Pensamos que no vamos por el camino correcto a menos que tengamos la sensación de ello, de modo que persistimos en contemplarnos interiormente en busca de alguna señal que cuadre a la ocasión; pero no debemos confiar en nuestros sentimientos sino en nuestra fe” (2MS, 297).

¿Qué significa que Jesús “pese y mida” cada prueba? Saber esto ¿cómo nos puede ayudar mientras esperamos?

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