Ir al contenido principal

Entradas

Señales de divinidad - Juan

“Jesús respondió: ‘Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. Todo el que vive y cree en mí no morirá para siempre. ¿Crees esto?’ ” (Juan 11:25, 26). La Biblia deja en claro que Jesucristo es el Hijo eterno, uno con el Padre, no creado ni engendrado. Jesús es quien creó todo lo que existe (Juan 1:1-3). Por lo tanto, Jesús siempre ha existido; nunca hubo un momento en el que no haya existido. Aunque Jesús vino a este mundo y tomó sobre sí nuestra humanidad, siempre conservó su divinidad y, en momentos concretos, dijo e hizo cosas que la revelaron. Esta impresionante realidad está abundantemente corroborada en las Escrituras. Esta verdad era importante para Juan. Por eso, al relatar algunos de los milagros de Jesús, Juan los utilizó para señalar la divinidad de Cristo. Jesús no solo dijo cosas que revelaban su divinidad, sino también respaldó sus palabras con hechos que la corroboraron. Hoy estudiaremos tres de las mayores señales o evidencias de la divini

La luz y la sombra: Ser un ejemplo para los demás

Introducción "Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada en una montaña no se puede ocultar". Mateo 5:14-16. Objetivo: Reflexionar sobre la importancia de ser un buen ejemplo para los demás y las consecuencias de ser un mal referente. I. El Llamado a Ser Luz "Para que sean irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa". Filipenses 2:15. Dios nos llama a ser ejemplos en un mundo a menudo oscuro. Imagina una lámpara encendida en una habitación oscura. Esa lámpara, aunque pequeña, puede iluminar todo el espacio. Así nuestro comportamiento, palabras e influencia, deben ser una luz en el mundo. Alguien que muestra paciencia y amor; así como alguien lleva una vida organizada y un comportamiento ordenado se convierte en un faro de esperanza. "El ejemplo es el mejor maestro; el carácter se revela en la vida diaria." (CM, 127). II. El Impacto negativo de nuestros actos "Decidid no poner tropiezo u ocas

Señales que indican el camino - Juan

“También hizo Jesús muchas otras señales , en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro. Pero estas fueron escritas para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengan vida por medio de él” (Juan 20:30, 31). ¿Por qué escribió Juan su Evangelio? ¿Quería enfatizar los milagros de Jesús o algunas de las enseñanzas específicas del Maestro? ¿Por qué escribió lo que escribió? Bajo el poder y la influencia del Espíritu Santo, Juan explica por qué. Dice que, aunque se podrían escribir muchas cosas más sobre la vida de Cristo (Juan 21:25), los relatos que incluyó se escribieron “para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengan vida por medio de él” (Juan 20:31). En este estudio vamos a examinar en Juan algunos de los primeros milagros de Jesús: desde cómo convirtió el agua en vino en una boda hasta cómo devolvió la salud al hijo enfermo de alguien, pasando por la curación del hombre en

El costo de seguir a Jesús

"Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. 59 Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios". Lucas 9:57-62. Introducción Seguir a Jesús: no se trata solo de decir "sí", sino de comprender lo que implica. I. El Sacrificio de la Comodidad (v. 57-58)  “Mientras iban por el camino, alguien le dijo: ‘Te seguiré adondequiera que vayas’. Jesús le respondió: ‘Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del

El Señor resucitado

“Pero él les dijo: ‘No se asusten. Ustedes buscan a Jesús nazareno, que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto’ ” (Marcos 16:6). La crucifixión de Jesús fue un oscuro fin de semana para los discípulos mientras no solo lidiaban con la muerte de su Maestro, sino también temían por su propia vida (Juan 20:19). Marcos 15 termina con la contribución de un miembro notable de la sociedad israelita, alguien que pone su vida y sus recursos a disposición del Reino de Dios cuando Jesús muere. Surgen entonces, las siguientes preguntas: ¿Dónde están los discípulos? ¿Cómo reaccionaron ante la muerte de Jesús? ¿Cómo respondieron a la noticia de su resurrección? En Marcos 16, el último capítulo del Evangelio de Marcos, veremos lo que sucedió tras la muerte de Jesús. En primer lugar el momento en que ocurrió la resurrección de Jesús y por qué las mujeres fueron al sepulcro ese domingo de mañana. Los adventistas hemos evitado a veces referirnos a la mañana d