Introducción
"Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada en una montaña no se puede ocultar". Mateo 5:14-16.
Objetivo: Reflexionar sobre la importancia de ser un buen ejemplo para los demás y las consecuencias de ser un mal referente.
I. El Llamado a Ser Luz
"Para que sean irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa". Filipenses 2:15.
Dios nos llama a ser ejemplos en un mundo a menudo oscuro.
Imagina una lámpara encendida en una habitación oscura. Esa lámpara, aunque pequeña, puede iluminar todo el espacio. Así nuestro comportamiento, palabras e influencia, deben ser una luz en el mundo.
Alguien que muestra paciencia y amor; así como alguien lleva una vida organizada y un comportamiento ordenado se convierte en un faro de esperanza.
"El ejemplo es el mejor maestro; el carácter se revela en la vida diaria." (CM, 127).
II. El Impacto negativo de nuestros actos
"Decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano". Romanos 14:13
Nuestros actos pueden convertirse en tropiezos para otros.
Tenga en cuenta que si un faro se apaga, esto puede llevar a que los barcos pueden naufragar.
Las conductas negativas tienden a repetirse. Por ejemplo, un padre que se comporta de manera irresponsable puede llevar a sus hijos a adoptar ese mismo comportamiento.
"Los hombres son muchas veces el reflejo de sus maestros". (Ed, 57).
Vivimos en un mundo donde la palabra ha perdido sentido. La palabra de un individuo ya no vale porque primero se usa para encubrir acciones. Y, ante este escenario, de resentimiento por promesas incumplidas y de falta de perspectiva de futuro, muchos se desaniman al ver la aparente impunidad de quien tiene un mal comportamiento. Sin embargo, la Biblia también indica qué hacer al respecto. veamos Salmos 73:17-19.
Una mala influencia puede ser cruel. Recuerde que crueldad no es solamente el ejercicio malvado sobre el otro; es también, la indiferencia ante el sufrimiento del otro. Es decir: No te metas, mientras mi mal ejemplo arrastra a otros al precipicio.
III. El Poder del Ejemplo
"Sé ejemplo de los creyentes en palabra, en conducta, en amor". 1 Timoteo 4:12.
Nuestro ejemplo puede ser un poderoso testimonio del amor de Cristo.
Piensa en una flor en un jardín. Una flor hermosa atrae a mariposas y abejas. De igual modo un ejemplo de bondad, de generosidad, de justicia puede llevar a varios de sus vecinos a la fe.
"El carácter es el gran capital que el hombre puede poseer." (Reflejemos a Jesús, 68).
Recuerde que la palabra convence, pero el ejemplo arrastra.
IV. La Hipocresía y sus consecuencias
"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!" Mateo 23:27-28
La hipocresía puede alejar a las personas de la verdad del Evangelio.
Imagina una manzana que parece perfecta por fuera, pero está podrida por dentro.
Existen innumerables ejemplos de líderes religiosos que predica sobre la integridad pero que son atrapados en escándalos inmorales.
"La hipocresía es un pecado que Dios no puede tolerar". (HR, 153).
Hay personas que se quejan constantemente de los límites a espaldas de las autoridades.
La gente hipócrita suele buscar la falta del otro. Suele salvarse a costa de quien sea. Cuando escucha, en lugar de preguntarse lo que quiere decir la otra persona, se pregunta por qué lo dijo. De igual modo, la hipocresía echa sombras sobre la verdad y no permite que esta puede tener su efecto curativo y liberador.
V. La Responsabilidad de nuestro Testimonio
"Manteniendo entre los gentiles una buena conducta." 1 Pedro 2:12.
Todos somos responsables de nuestro testimonio ante los demás.
Note que un pequeño fuego puede convertirse en un gran incendio.
Por ejemplo una persona que actúa con amabilidad en su lugar de trabajo puede inspirar a otros. Alguien decía: El mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión
"Es un deber ser un ejemplo de buena conducta, un reflejo de la luz que hemos recibido." (CI, 122)
Recuerda, no le hagas a otros lo que no quieres que te hagan.
"Y es que nadie vive para sí, ni nadie muere para sí". Romanos 14:7.
Todos somos responsables por nuestra influencia directa o indirecta sobre los demás.
Conclusión
Hemos explorado la importancia de ser luz en un mundo oscuro y el llamado de Dios a ser ejemplos en la fe.
Hemos reflexionado sobre cómo nuestras acciones pueden impactar a otros, ya sea positivamente o negativamente, y el poder que tenemos para ser un buen testimonio.
También hemos considerado las consecuencias de la hipocresía y la responsabilidad que cada uno de nosotros tiene en nuestra conducta diaria.
El imperativo categórico de Kant propone:
"Actúa de tal manera, que tu conducta pueda ser tomada como norma universal".
Cada uno tiene la posibilidad de convertirse en un buen ejemplo, digno de ser imitado. Como decía el apóstol Pablo: "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo". 1 Corintios 11:1.
Muchos no anhelan un futuro y viven en la inmediatez total. Se jactan de haber engañado al sistema y haberse salido con la suya. Pero aquí radica su imposibilidad de aprender. No creen que los conocimientos que reciban puedan servirles para enfrentar la vida. No reflexionan en la palabra autorizada que está en la Biblia.
¿Buen ejemplo o refrán?
Debemos recordar que yo no juzgo la ley, sino que es la ley que me juzga a mí.
Que no es la norma que se debe acomodar a mí; sino que soy yo quien debe acomodarse a la norma.
La Biblia dice que, quien no quiere llevar una vida digna de ser imitada; infelizmente, se convertirá en un refrán; es decir, en un mal ejemplo, INDIGNO de ser imitado.
"Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jehová". Deuteronomio 28:37.
"Yo cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he entregado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio y refrán a todos los pueblos". 1 Reyes 9:7.
"Y ahora yo soy objeto de su burla, Y les sirvo de refrán". Job 30:9.
"Y los daré por escarnio y por mal a todos los reinos de la tierra; por infamia, por ejemplo, por refrán y por maldición a todos los lugares adonde yo los arroje". Jeremías 24:9
Apelo
¿Cómo puedo ser una luz más brillante en mi entorno? ¿Qué acciones puedo tomar para reflejar la luz de Cristo?
¿Soy consciente de cómo mis decisiones y comportamientos afectan a quienes me rodean? ¿He puesto tropiezo en la vida de alguien sin darme cuenta?
¿En qué áreas de mi vida puedo ser un mejor ejemplo para los demás? ¿Estoy viviendo de tal manera que otros puedan ver a Cristo a través de mí?
¿Existen momentos en los que mi vida no coincide con lo que predico? ¿Cómo puedo ser más auténtico en mi fe?
¿Estoy tomando en serio mi papel como testigo de Cristo? ¿Qué cambios puedo hacer para ser un testimonio más efectivo en mi entorno?
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