"Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria". - Proverbios 11:14 LBLA.
No se puede saberlo todo; por eso, consulte. Una persona con madurez siempre consulta.
I. La Bendición de escuchar consejos
“Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria.” Proverbios 11:14
Ilustración
Ana era una joven que estaba a punto de tomar una decisión importante para su carrera. Aunque pensaba que sabía qué hacer, decidió consultar a sus padres y a un mentor espiritual. Gracias a sus consejos, evitó cometer un error que podría haberla afectado negativamente.
“Nadie es tan sabio que no pueda aprender de los demás” (CSMC, 90).
Dios usa a las personas a nuestro alrededor para guiarnos y mostrarnos su voluntad. Consultar con otros nos protege de decisiones apresuradas. Un profesor decía: Consulta y vivirás.
II. Las Consecuencias de No Pedir Consejos
¿Qué ocurre con quien no consulta?
“Pero Samuel le dijo: ¡Estás loco! Si hubieras obedecido la orden de tu Dios, tu reino habría durado para siempre.” 1 Samuel 13:13-14
Aprendamos del caso de Saúl, quien en un momento de presión, tomó una decisión sin consultar a Dios ni esperar la llegada del profeta Samuel. Este acto impulsivo le costó el reino. No buscar consejo lo llevó a perder todo.
“Cuando dependemos de nuestra propia sabiduría, estamos en peligro de desviarnos del camino correcto” (PR, 130).
Recuerda, la impaciencia y la autosuficiencia nos pueden hacer tomar decisiones equivocadas. El consejo sabio nos ayuda a permanecer en el camino correcto.
III. La Sabiduría de Buscar Consejeros Fieles
“El camino del necio es recto en su opinión, mas el que obedece al consejo es sabio.” Proverbios 12:15
Cierto joven llamado Pedro, tenía varios amigos que le daban consejos sobre cómo manejar sus problemas. Sin embargo, los más valiosos fueron aquellos que lo guiaron según los principios de la Biblia. Estos amigos lo llevaron a tomar decisiones que impactaron su vida positivamente.
“Es nuestro privilegio tener como consejeros a los siervos de Dios, quienes nos guiarán con sabiduría y cuidado” (DTG, 46).
Aplicación:
Buscar consejeros sabios, que vivan bajo los principios de Dios, nos permite crecer y evitar errores costosos.
:¿Estás rodeado de consejeros que te guíen de acuerdo a la voluntad de Dios?
¿En qué situaciones podrías haber consultado y no lo hiciste, y cuáles fueron las consecuencias?
¿Cómo puedes integrar el consejo de personas piadosas en tus decisiones diarias?
Recordemos el ejemplo de Salomón. Cuando fue nombrado rey, en lugar de confiar en su juventud o en sus habilidades humanas, pidió consejo directamente de Dios. Su sabiduría y éxito no provinieron de su conocimiento personal, sino de la guía divina que buscó constantemente. La falta de consejo y dependencia en su sabiduría humana lo llevó luego a cometer graves errores.
Entonces:
¿Estás dispuesto a pedir consejo en las decisiones importantes de tu vida y confiar en la dirección de Dios y aquellos a quienes Él ha colocado para guiarte?
¿Reconoces alguna área en tu vida donde no has pedido consejo y estás experimentando las consecuencias? Hoy es el momento de cambiar y buscar la guía adecuada.
Por último ¿Te rodeas de consejeros fieles y piadosos que te ayuden a seguir el camino correcto? ¿Estás dispuesto a poner tu orgullo a un lado y confiar en las voces sabias que Dios ha puesto a tu alrededor?
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