"No os dejéis engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres". (1 Corintios 15:33).
I. La Influencia de las Compañías
Texto Base: 1 Corintios 15:33
Pablo advierte a los corintios sobre la influencia negativa de ciertas personas que niegan la resurrección de los muertos.
Resalta la importancia de las compañías que mantenemos y cómo pueden influir en nuestras vidas.
Muchos fueron influenciados negativamente por sus compañías, como el rey Salomón, cuya sabiduría fue corrompida por sus esposas extranjeras (1 Reyes 11:1-4).
Imagina un árbol joven plantado cerca de un río contaminado. Aunque el árbol tiene potencial para crecer fuerte y saludable, el agua contaminada afecta su crecimiento y salud. De manera similar, las malas compañías pueden contaminar nuestras vidas y desviarnos del camino correcto.
"Las compañías que frecuenten los jóvenes ahora, los hábitos que adquieran y los principios que adopten indican cuál será el estado de la sociedad durante los años venideros" HC, 11.
¿Están rodeados de personas que los edifican o que los alejan de sus valores y principios?
II. La Protección de las Buenas Costumbres
"El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado". Proverbios 13:20.
Buenos hábitos y buenos comportamientos reflejan los valores cristianos que se llevan en el corazón.
Jesús eligió a sus discípulos y ellos, a su vez, se influenciaron positivamente unos a otros. Esta es una cadena de bendición en nuestras relaciones.
Piensa en una pieza de hierro que se convierte en un imán cuando está en contacto con otro imán. Las buenas compañías actúan como ese imán, ayudándonos a atraer y mantener buenas costumbres y valores.
"Debe haber un esfuerzo ferviente, cuidadoso y perseverante para apartarse de las costumbres, máximas y compañías del mundo. La reflexión profunda, el ardiente propósito, y la firme integridad, son esenciales" 2 MCP, 89.
Debemos buscar y cultivar relaciones con personas que los inspiren a ser mejores y a crecer en su fe.
III. ¿Cómo discernir entre buenas y malas compañías?
a. Evalúa Valores y comportamientos. Observa si las personas con las que te rodeas comparten tus valores y principios. Las buenas compañías te animarán a crecer y a mantener tus buenas costumbres.
Imagina que estás en un jardín. Las plantas saludables crecen mejor cuando están rodeadas de otras plantas saludables. Si una planta está rodeada de malas hierbas, estas pueden robarle nutrientes y espacio, afectando su crecimiento.
b. Buscar consejos y sabiduría. Busca consejo de personas sabias y experimentadas. Ellos pueden ofrecerte una perspectiva objetiva y ayudarte a discernir si una relación es saludable. Piensa en un navegante que usa un faro para guiar su barco en la oscuridad. Los consejos sabios actúan como ese faro, ayudándote a navegar por las decisiones difíciles.
"Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay seguridad". Proverbios 11:14.
c. Observa los frutos de las relaciones.
"Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis". Mateo 7:16-20.
Un buen árbol produce buenos frutos, mientras que un árbol enfermo produce frutos malos o ninguno. De la misma manera, las buenas compañías producirán frutos positivos en tu vida.
IV. Tomando Decisiones Sabias
"Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará". Salmos 1:1-3.
Debemos tomar decisiones sabias en cuanto a nuestras relaciones y amistades. Imagina un navegante que usa una brújula para evitar los peligros del mar. Tomar decisiones sabias y evitar malas compañías es como usar esa brújula para navegar la vida de manera segura.
Evitar las malas compañías es una decisión sabia que trae bendiciones.
Debemos pedir a Dios discernimiento para identificar y alejarse de las malas influencias.
Pide a Dios sabiduría y discernimiento para tener buenas relaciones y compañías. Te animo a tomar decisiones que honren a Dios y fortalezcan tu caminar espiritual.
Recuerda que nuestras compañías tienen un impacto significativo en nuestras vidas. Al elegir sabiamente nuestras amistades, podemos proteger nuestras buenas costumbres y crecer en nuestra fe.
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