INTRODUCCIÓN
Hace algunos meses, Barack Obama, expresidente de los Estados Unidos fue tendencia en las redes sociales y en las noticias por unas declaraciones dadas en el programa de televisión The late show.
Resulta que el conductor del programa ‒conocido como James Corden‒ le preguntó si tenía alguna teoría acerca de la existencia de extraterrestres. De manera jocosa el presidente respondió:
Cuando se trata de extraterrestres, hay cosas que simplemente no puedo decirte al aire. La verdad es que cuando llegué al cargo pregunté: “¿Hay algún laboratorio en algún lugar donde guardemos los especímenes alienígenas y las naves espaciales? Investigaron un poco y la respuesta es no.
Sin embargo, en otro programa el expresidente fue abordado con el mismo tema y, en un tono más serio, respondió que se han estado haciendo investigaciones al respecto y, que, de ser verdad, muchas cosas cambiarían; incluso agregó que “surgirían nuevas religiones”.
Como era de esperarse, estas declaraciones dichas por uno de los líderes más influyentes en los últimos años activaron las teorías de conspiración respecto a que estamos al borde de una invasión extraterrestre. ¡Muchas personas comenzaron a especular que en poco tiempo seríamos invadidos por supuestos habitantes de otros planetas!
Es importante que entiendan que estas son teorías de conspiración y que no tienen ningún tipo de base. Sin embargo, el libro El Apocalipsis nos habla de la verdadera invasión de los extraterrestres. La misma será la mayor invasión de la historia, pero no se trata de seres de otros planetas inventados por la imaginación humana, sino de Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores, quien regresará a la tierra en compañía de sus ángeles y en cumplimiento de su promesa.
DESARROLLO
Por favor, acompáñenme a ver el libro de El Apocalipsis, capítulo 19, versículos 11 al 16, y leamos juntos la descripción de la mayor invasión de la historia:
Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, en su cabeza tenía muchas diademas y tenía escrito un nombre que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre es: La Palabra de Dios. Los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, lo seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro.
Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores.
¡Impresionante escena! El gran General de generales viene al frente de un poderoso ejército, todos sus soldados también, montando caballos blancos. Su nombre es “Fiel y Verdadero”. Con este nombre se identificó al abrir el libro de El Apocalipsis, y ahora, antes de cerrarlo, vuelve a identificarse con él.
En la antigüedad, los grandes generales romanos que gobernaban el mundo en los días en que El Apocalipsis fue escrito solían entrar a Roma después de sus grandes batallas y conquistas, cabalgando al frente de sus ejércitos.
Iban vestidos de ropas elegantes y llevaban en sus cabezas una corona, símbolo de la victoria; además, colgando de sus hombros llevaban una cinta ancha en la que se lucía su nombre y grado militar.
El apóstol Juan presenta a Jesús como un general triunfante que viene vestido de rojo ‒símbolo de su propia sangre, que fue derramada para el perdón de nuestros pecados‒ y sobre su cabeza trae no una corona, sino muchas coronas, como muchas han sido sus victorias. El nombre y el grado militar que trae escrito no dice “Augusto César, máximo general de Roma”, sino “Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores”.
¿Podrían imaginarse cómo sería si El Apocalipsis hubiese sido escrito en nuestros tiempos? ¿Cómo describiría el retorno de nuestro Señor Jesucristo?
Bueno, esto lo dejo a su imaginación.
Lo que sí quiero decirles es que no hay palabras que puedan describir la grandeza de ese día cuando Jesús se manifieste por segunda vez en gloria.
A pesar de que no podemos describir con exactitud el evento de la segunda venida, la Biblia revela al menos cinco verdades que describen la forma como
Jesús retornará:
1. JESÚS VENDRÁ DE FORMA LITERAL
La segunda vida de Cristo no es, como algunos enseñan, simplemente un regreso espiritual o simbólico; todo lo contrario, la segunda venida será literalmente un evento. Cuando Jesús ascendió al cielo, después de su resurrección, dos ángeles hablaron con los discípulos diciéndoles: “Galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como lo habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11).
Jesús volverá personalmente. La segunda venida será una aparición literal, tal como Él lo prometió. El mismo Jesús que hizo los grandes milagros, que murió y resucitó, vendrá para buscarnos y llevarnos con él.
2. JESÚS VENDRÁ DE FORMA VISIBLE
Apocalipsis 1:7 no deja lugar a dudas en nuestra mente respecto a cómo será la venida de nuestro Señor: “He aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán por causa de él. Sí, amén”.
El mismo Jesús describió su segunda venida como un evento visible:
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harán lamentación cuando vean al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria” (Mateo 24:30).
3. JESÚS VENDRÁ DE FORMA AUDIBLE
La Biblia es clara al enseñar que nosotros no simplemente veremos a Jesús regresar, ¡sino que también lo escucharemos!: “El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16).
El profeta Jeremías, refiriéndose al fin del mundo, añade: “Jehová ruge desde lo alto, y desde su morada santa da su voz; ruge fuertemente contra su redil; canción de lagareros canta contra todos los moradores de la tierra” (Jeremías 25:30). De igual forma, el salmo 50:3 dice: “Vendrá nuestro Dios y no callará; fuego consumirá delante de él y tempestad poderosa lo rodeará”.
Por si acaso hubiese lugar a dudas, el apóstol Pedro también se refirió al inmenso sonido: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche. Entonces los cielos pasarán con gran estruendo, los elementos ardiendo serán deshechos y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2 Pedro 3:10).
¡Está claro que la segunda venida de Cristo será estruendosa! Habrá gritos y trompetas, y todo tipo de sonidos intensos.
4. JESÚS VENDRÁ CON UN EJÉRCITO DE ÁNGELES
Cuando Jesús regrese, Él no estará solo. La Biblia dice que le acompañarán ángeles: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria” (Mateo 25:31). Noten que no se trata de algunos ángeles, sino de todos ellos. Daniel 7:10 da esta descripción de los ángeles en el cielo:
“Miles de miles lo servían, y millones de millones estaban delante de él”. ¡Eso realmente es un montón de ángeles y ellos vendrán con Jesús!
5. JESÚS VENDRÁ Y CONMOCIONARÁ LA TIERRA
El retorno de Cristo también sacudirá los fundamentos mismos de la tierra, como si un terremoto global demoliera el planeta:
Miré cuando abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto. El sol se puso negro como tela de luto, la luna entera se volvió toda como sangre y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. El cielo se replegó como un pergamino que se enrolla, y todo monte y toda isla fueron removidos de sus lugares (Apocalipsis 6:12-14).
¡Wow! Un terremoto lo suficientemente fuerte como para aplastar montañas también activaría cada uno de los volcanes del planeta y provocaría impresionantes tsunamis globales. ¿Pueden imaginarlo?
Islas desvaneciéndose y grandes masas de tierra siendo destrozadas por gigantes olas.
¡Queridos joven y señorita, la segunda venida de Cristo es un acontecimiento inminente! ¡Más pronto de lo que te puedas imaginar veremos a Jesús retornando con sus santos ángeles!
¡Jesús viene! ¡Sí, Jesús viene!
CONCLUSIÓN
Pero hay una característica más que tiene el retorno de Cristo, ¿quieren saber cuál es? Que será un evento decisivo. Y cuando Jesús venga el mundo será divido en dos grupos: los salvados y los perdidos. Apocalipsis 6:15-16 describe el grupo de los perdidos de la siguiente manera:
Los reyes de la tierra, los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, todo esclavo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, y decían a los montes y a las peñas: “Caed sobre nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero”.
¡Para muchos será un día muy triste, pero para otros será el mejor día de sus vidas! El profeta Isaías describe el grupo de los salvados con las siguientes palabras: “Se dirá en aquel día: ¡He aquí, éste es nuestro Dios! Le hemos esperado, y nos salvará. ¡Éste es Jehová, a quien hemos esperado! Nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación” (Isaías 25:9).
¡Oh! ¡Qué glorioso será aquel día para los salvos! Será un día de regocijo y felicidad. Será un día de alegría indescriptible. ¡Sí, Cristo viene! ¡Cristo viene muy pronto!
Esta fue la esperanza que llenó el corazón de Luis. Siendo apenas un adolescente escuchó el mensaje de que Jesús regresaría por segunda vez, pero, al igual que muchos, no le prestó atención.
Un día fue invitado a unas conferencias juveniles y, para su sorpresa, el tema que el predicador presentó esa noche fue la segunda venida de Cristo.
Luis escuchó atentamente cada palabra del predicador, pero a la hora del llamado no tomó su decisión. Salió de la iglesia en su motocicleta y de manera inesperada fue atropellado por un vehículo que venía en sentido contrario. ¡De manera milagrosa Dios preservó su vida! Fue llevado al hospital semiinconsciente; en el camino, mientras los paramédicos hacían todo para salvarle la vida, Luis elevó una oración a Dios y le pidió que le preservara la vida.
¡Gracias a Dios el milagro se realizó!
Estando en el hospital, Luis tomó la decisión de entregar su vida a Jesús.
Meses después fue bautizado y en la actualidad es un creyente en el evangelio y espera con gozo la segunda venida de Cristo.
Queridos Jóvenes, el objetivo de este mensaje no es causarles miedo. ¡Todo lo contrario, nuestro propósito es llevarles esperanza! ¡Hoy Dios les da una nueva oportunidad!
Desde la perspectiva bíblica, el tiempo de la salvación es siempre “hoy”, nunca mañana. Es más: A menos que haya una gran experiencia de conversión, continuaremos siendo lo que somos ahora. El tiempo en sí no convierte a los inconversos. En todo caso, a menos que crezcamos continuamente en la gracia y avancemos en la fe, la tendencia sería a apartarnos, a endurecernos; a volvernos escépticos, cínicos y hasta incrédulos.
Desde esta perspectiva, podemos decir que cada día de nuestra vida es nuestra vida en miniatura. Entonces, por la gracia de Dios, debemos hacer planes a futuro, pero debemos vivir cada día preparados para el regreso de Jesús, especialmente porque, dadas las contingencias de esta vida, hoy podría ser nuestro último día.
Hoy es el mejor día para entregar sus vidas a Dios y prepararse para la verdadera invasión extraterrestre: ¡La segunda venida de Cristo en gloria y majestad!
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