“Verano de 2015. En varios
barrios se ven filas para conseguir agua. Las familias cargan baldes y esperan
la llegada de los camiones cisterna. De los caños y las canillas no sale una
gota. La demora en el abastecimiento obliga a lugares de gran concurrencia,
como shopping centers y facultades a cerrar. Las lluvias abundantes de la
estación no vinieron, las obras comenzadas tardaron en completarse y el
desperdicio continuó alto. Por eso, Sao Paulo y varias ciudades vecinas que
forman la mayor región metropolitana del país, entraron en la crisis más grave
de falta de agua de la historia.
La escena no es una pesadilla
lejana. Se trata de un escenario pesimista, pero posible, para lo que ocurrirá
a partir del mes de noviembre. Los habitantes de Sao Paulo sienten hoy lo que
ya sufrieron en años anteriores, ciudadanos castigados por la sequía en Estados
tan distantes como Río Grande do Sul, Minas Gerais y Pernambuco. La combinación
de falta de planificación, mala administración, eventos climáticos extremos y
consumo excesivo amenaza la provisión de agua en ciudades por todo el
Brasil”. www.epoca.globo.com
Y tú joven, ¿ya experimentaste sentir tanta sed y no tener
como saciarla?
No me refiero al líquido tan importante para la mantención de la
vida física. Me refiero a lo que están haciendo los jóvenes para mitigar la sed
íntima, inherente al ser humano.
Juan 4 describe el dramático encuentro entre Jesús y una joven
señora que estaba buscando realización fuera de los parámetros sociales y
religiosos de su cultura. Jesús pasó por alto las barreras sociales y raciales
que lo separaban de la mujer samaritana, e identificó su sed insatisfecha, que
la conducía de un caso amoroso a otro. Sin condenarla, el Señor reconoció que
los anhelos de la mujer eran legítimos, aunque hasta entonces mal encaminados.
Ella necesitaba saciar su sed, y él lo sabía.
Fue en virtud de eso que Jesús le hizo la sorprendente
promesa de que él era capaz de satisfacer la sed interior de cualquier persona,
en cualquier cultura u oportunidad, siempre que el sediento bebiera lo que él
tenía para ofrecer. Cuando la mujer expresó el anhelo de recibir lo que le
aplacaría la sed, él reveló cuán bien conocía la insatisfacción de su vida.
También le dijo que era el Mesías prometido: “Yo soy, el que habla contigo”
(Juan 4:26).
En el momento que creyó, la vida de la mujer cambió
radicalmente.
¿Y tú, joven ¿de qué tienes sed?
¿DE AMOR?
¿SEGURIDAD?
¿RECONOCIMIENTO?
¿LIBERACIÓN DE LA CULPA?
¿NECESIDAD
DE NUEVAS EXPERIENCIAS?
¿INTEGRACIÓN INTELECTUAL?
¿PROPÓSITO?
¿PODER?
OCHO TIPOS DE SED HUMANA
En calidad de joven adventista del séptimo día, ¿qué
clase de sed sientes?
¿De qué modo la fe en Jesucristo podría saciar esa sed de
manera que dé sentido a tu vida?
¿Será que tus colegas de facultad o tus amigos son
atraídos por lo que ven en su vida?
Tal vez puedas considerar como útiles las siguientes
preguntas al analizar de qué modo tú y los demás se relacionan con las
siguientes clases de sed mencionadas.
1. AMOR. ¿Disfrutas de relaciones en las que el
compromiso es incondicional y permanente? Muchas veces las relaciones
involucran actitudes y acciones que dicen: “Cuidaré de ti si…” o “Me intereso
por ti porque…” en vez de “Tengo interés en ti, y punto final…”
2. SEGURIDAD. ¿Qué posees que no puede ser tomado? Cuanto
mayor el riesgo, más vulnerable eres. La seguridad exige protección.
3. RECONOCIMIENTO. ¿Quién te reconoce a ti y a tus
realizaciones, y cuál es la base para tal aprecio? Por acaso, ¿ese
reconocimiento hace que sientas que eres capaz de hacer una gran diferencia en
la vida de las personas? ¿Cómo te sientes en relación a lo que has hecho para
obtener el reconocimiento?
4. LIBERACIÓN DE LA CULPA. ¿De qué manera enfrentas los
fracasos en practicar lo que es correcto? ¿De qué forma consigues vivir en paz
con el pasado, de tal modo que no reprimes el error, pero te permite vivir
libre y creativamente el presente, prosiguiendo así hacia el futuro? ¿Cómo te
relacionas con los que te perjudicaron?
5. NECESIDAD DE EXPERIENCIAS NUEVAS. ¿Tu vida se
encuentra en crecimiento y expansión? ¿En qué áreas estás solo sobreviviendo?
La rutina puede ser destructiva si no conduce a la satisfacción o a nuevos
descubrimientos. ¿Aprendes y eres más sensible cuando necesitas enfrentar dolor
y sufrimiento? ¿Te sientes más vinculado a la vida que hace cinco años?
6. INTEGRACIÓN INTELECTUAL. ¿Cuál es tu visión del mundo?
¿Tratas de reunir todo lo que conoces en un campo unificado de comprensión, que
tiene sentido? ¿Crees que las cuestiones y problemas presentes en tu forma de
pensar podrán contribuir a nuevas comprensiones mediante un estudio adicional?
¿Procuras examinar honestamente varias formas de ver el mundo, a fin de descubrir
cuál de ellas satisface más plenamente tu comprensión del mundo, tanto físico
como metafísico?
7. PROPÓSITO. ¿Qué te gustaría producir en la vida?
¿Serías capaz de morir por alguna causa? ¿Cuál? Alguien dijo que una persona
todavía no vivió realmente si no descubrió algo a favor de lo que sería capaz
de dar su vida.
8. PODER. ¿A qué fuentes de poder fuera de ti has
recurrido a fin de ser más de lo que eres hoy? Existe un vacío de poder entre
lo que a las personas les gustaría ser y lo que hoy efectivamente son. ¿Te
gustaría influenciar a otros? ¿Qué principios rigen la forma como utilizas la
influencia y el poder?
ODRES
NUEVOS
“Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos. De esa manera,
el vino nuevo rompería los odres, se derramaría el vino, y los odres se perderían.
Más bien, el vino nuevo se guarda en odres nuevos”. Marcos 2:22.
Jesús declaró que podría saciar la sed más profunda de la
persona que bebiera de lo que él ofrecía. Jesús utilizó la metáfora del agua y
del vino para ilustrar lo que él ofrece: el Espíritu Santo opera en el creyente
con poder y produce vida nueva, y su muerte es capaz de perdonar y purificar a
todos los que vienen a él y confiesan sus necesidades.
Pero él habló de una tensión que se crea entre el vino
nuevo y los odres viejos. El vino nuevo
es el símbolo de la vida nueva que él ofrece a los creyentes. Los odres viejos
representan los antiguos modelos, tanto en tu vida particular como en tus
relaciones con la comunidad secular y espiritual.
George Webber, autor de The Congregation in Mission [La congregación en misión], escribió:
“Ninguna relación de amor se desarrollará si no existen estructuras sobre las
cuales pueda crecer”.
El modelo de los seres humanos, tanto en la sociedad como
en la iglesia, es construir estructuras decadentes, las cuales reflejan el
egoísmo de nuestra naturaleza pecaminosa. Pero el vino nuevo que Cristo ofrece
es el amor servicial y debemos medir continuamente la efectividad de nuestras
estructuras sociales cristianas a partir del amor que nutrimos unos por los
otros.
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como
yo os he amado”. Juan 15:12.
Una pregunta significativa para el joven cristiano es:
¿Qué clase de odre es más compatible con el evangelio en tu ambiente?
Muchas
estructuras son apropiadas.
La Iglesia ofrece hoy proyectos donde tu grupo
puede participar de manera efectiva: Misión Caleb, Proyecto Vida por vidas, Un
año en misión, Voluntariado adventista, Grupo pequeño universitario, etc.
Ellos te podrán ayudar a descubrir ahora lo que los
cristianos han aprendido alrededor del mundo y a lo largo de la historia, que
Jesucristo está presente a fin de capacitar a su pueblo a vivir de manera
práctica su amor en medio de las personas sedientas de agua y del vino que él,
por su muerte, hizo posible ofrecer.
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os
amáis unos a otros”. Juan 13:35.
¿Te gustaria entonces, compartir con otros a Cristo el agua de vida y saciar la sed que el mundo tiene hoy de algo mejor?
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