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Efraín Choque
INTRODUCCIÓN
1. Roi Klein era subcomandante de la Brigada Golani. Este héroe judío murió cuando su unidad sufrió una emboscada en Bint Jbail. Dos de sus compañeros de combate estaban con Roi cuando gritó: “¡Granada!” Los testigos dicen que Roi cobró ánimo antes de sus últimos segundos para recitar: “¡Shemá Israel, Adonai eloheinu, Adonai ejad!” Luego se lanzó sobre el dispositivo. Sus amigos no tienen duda de que ese valiente acto les salvó la vida.
2. Rabí Akiba, el gran erudito judío del segundo siglo, continuaba enseñando sobre la Torá (Génesis a Deuteronomio) a pesar de la prohibición romana en su contra. Cuando sus actividades fueron descubiertas, los romanos lo sentenciaron a una horrenda muerte. Durante los últimos momentos de su agonía, el gran maestro recitó el Shemá: “¡Shemá Israel, Adonai eloheinu, Adonai ejad!”, que significa “Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es” (Deuteronomio 6:4, BA).
3. Recitar el Shemá para el judío es hablar de la oración principal en su liturgia, es parte de su identidad, es el lema para la nación judía. Para ellos es una oportunidad diaria para declarar que Dios es soberano en sus vidas.
4. Una vez se le preguntó a Jesús: “¿Qué mandamiento es el más importante de todos?”
Respondió diciendo: “Escucha, Israel; el SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR uno es” (Mar. 12:28-29, BA).
5. Entonces, ¿Qué declara el Shemá sobre la soberanía de Dios?
I. REVELA QUE TENGO UN SOLO DIOS VERDADERO (Deuteronomio 6:4)
1. La estructura del texto empieza con: ¡Escucha... oh Israel! Es un imperativo, un mandato divino. Implica oír con atención, actuar según la enseñanza. Dios dice: “escucha, luego actúa”.
2. ¿Qué debemos escuchar? Que “el Señor es nuestro Dios, el señor uno es”. Desde esta perspectiva, nosotros creemos en el monoteísmo, no hay otros dioses, solo uno, Jehová de los ejércitos. Deuteronomio 6:4-7
3. La intención del texto señala el monoteísmo (Un solo Dios manifestado en tres personas), pero también el verdadero Dios en oposición a otros dioses falsos. De hecho, la palabra hebrea YHWH significa El Eterno, el Único.
4. Por esta razón, para los judíos recitar el Shemá cobra significado, lo repiten mañana, tarde y noche, sus vidas tienen sentido pues es una adoración teocéntrica. Para el judío YHWH es el inefable nombre de Dios. Ellos hasta se abstienen de pronunciarlo, a menudo prefieren decir Adonai (mi Señor) o HaShem (el Eterno). Así se diferenciaba Israel de otras regiones como Egipto o Mesopotamia que eran politeístas.
5. El shemá tiene grandes lecciones para nosotros.
a. Hay un solo Dios Soberano y el shemá describe que es el mismo Dios que fue adorado por Abraham, Isaac y Jacob.
b. Ese Dios tiene atributos naturales: es Eterno, Inmutable, Omnipresente, Omnisapiente, Omnisciente, Omnipotente.
c. Tiene atributos morales: Amor, Justicia, Santo, Misericordia, entre otros. Es un reconocimiento de quién es Dios para mí.
6. Si Moisés estuviese con nosotros, nos predicaría el mismo sermón y con el mismo énfasis
“Oye, Israel: Jehová es nuestro Dios, Jehová uno es”.
a. Primero, porque no somos capaces de conocer con profundidad al Dios verdadero.
Para muchos Dios es una “palabra”, una “idea” y no una persona con los atributos que acabamos de mencionar. ¿Quién es Dios para ti?
b. Segundo, así como los israelitas eran susceptibles a la idolatría (Éxodo 32), nosotros también somos susceptibles a la idolatría de la posmodernidad, al individualismo, a la relatividad de las creencias fundamentales. Con seguridad, tenemos nuestros propios dioses. ¿Qué harás con las nuevas filosofías del relativismo, la recuperación de la cosmovisión andina, la magnitud de la tecnología que ha reemplazado nuestro tiempo con Dios? Aquí tendrás que pensar qué hacer con el primer mandamiento que dice:
“No tendrás otros dioses delante de mí” (Deuteronomio 5:7, BA). Jesús enseñó: “Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24, BA).
c. Si Jesús entrara a nuestra iglesia puede que pronuncie otra vez: “Este pueblo con los labios me honra, pero su corazón está muy lejos de mí” (Marcos 7:6b, BA).
7. Por tanto, el Shemá está para señalar con precisión que hay un solo Dios verdadero.
II. REVELA QUE MI ENTREGA A DIOS DEBE SER COMPLETA (Deuteronomio 6:5)
1. La primera línea del Shemá es seguido por: “Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza” (BA). Esto es una entrega total, es consagración, es fidelidad a un Dios soberano.
2. La palabra hebrea para corazón se refiere al asiento de las emociones, lo interno del pensamiento, el sentimiento de la necesidad de Dios. El Shemá es un fuerte llamado hacia la lealtad, el compromiso y un pacto de inter relación entre Dios y el hombre. De toda la Torá, Deuteronomio es el primer libro que habla sobre el amor a Dios y enfatiza la reverencia.
El amor y la reverencia se unen en este libro como motivación para que los israelitas obedezcan a Dios. “Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el SEÑOR tu Dios, sino que temas al SEÑOR tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y que guardes los mandamientos del SEÑOR y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien?” (Deuteronomio 10:12, 13, BA).
3. Cuando se lee la palabra “alma” se refiere al ser, la vida... todo lo que soy. Mi adoración es con lo que tengo... alma, vida y corazón...
4. El término “con toda tu fuerza” significa literalmente “con todo tu máximo esfuerzo”. Dicho de otra manera, en la práctica:
a. Debemos tener una profunda motivación interna para estar ligados a YHWH, para adorarle y glorificar Su nombre. Una adoración con todo el corazón debe incluir también todas nuestras ambiciones, esperanzas, deseos y planes. No hay lugar para la apatía y un acercamiento casual. No hay lugar para un cristianismo superficial. Pertenecemos a él, y somos llamados a estar conectados a él las 24 horas del día.
b. Esto significa: #PrimeroDios en mi tiempo; en mi familia, en el cuidado de mi salud, en mi presupuesto y en el cumplimiento de la predicación.
5. El Shemá me recuerda que Dios requiere mi entrega total (amor) desde lo profundo de mi corazón, de mi ser y de mis fuerzas, sometidos a su voluntad.
III. REVELA QUE TENGO UNA MISIÓN CON LAS NUEVAS GENERACIONES (Deuteronomio 6:7)
1. Este proyecto pedagógico del Shemá se completa con una misión: “...y diligentemente las enseñarás a tus hijos” (BA). En los tiempos patriarcales, la primera escuela de un niño era su hogar. Entre los hebreos jamás se perdía la función educativa de los niños y adolescentes. Los padres como maestros, formaban parte de la carrera académica de todo ciudadano. Esta era cuidar las nuevas generaciones...
2. Desde la cosmovisión hebrea... para mantener vivo este pacto, cada cual debía enseñar a sus respectivos hijos, de generación en generación. Así, cada niño también podía experimentar el significado y la sabiduría de las palabras de Dios. Era un verdadero gozo ver en Jerusalén cómo los padres caminaban cada sábado con sus hijos a la sinagoga. Luego, las calles resonaban con las voces infantiles clamando “abba” (papá) cuando toda la familia pasea y disfrutan juntos el día de descanso. ¿Se parece a los adventistas?
3. Norman Lamm dijo: “Si no se le enseña la Torá a un niño, es como si se le diera un ídolo”... El propósito del Shemá era extender el conocimiento de Dios en las nuevas generaciones hasta alcanzar la eternidad (Deuteronomio 6:10-12).
4. ¿Cuál es legado del Shemá para las nuevas generaciones?
a. De que hay un Dios único, digno de ser reconocido, el único a quien debemos dar toda honra y toda gloria. Enseñar que puedan adorarlo desde ahora y para siempre.
b. El legado es dejar una herencia de principios y valores cristianos cuyo centro sea #PrimeroDios en la vida de las nuevas generaciones. Esto no es una alternativa, es un estilo de vida dependiente de un Dios supremo.
c. La pregunta es: ¿están vuestros hijos en la iglesia? Es nuestro deber salvar a nuestros hijos...
CONCLUSIÓN
1. El Shemá me revela quién es mi Dios, distinto a otros dioses.
2. El Shemá me revela cómo debo honrar y adorar al Eterno.
3. El Shemá me revela que el legado más importante para las nuevas generaciones es extender y perpetuar el conocimiento de Dios para darle honra y gloria.
4. En consecuencia: “Sería bueno que cada día dedicásemos una hora de reflexión a la contemplación de la vida de Cristo. Deberíamos tomarla punto por punto, y dejar que la imaginación se posesione de cada escena, especialmente de las finales” (DTG, 63).
5. Llamado: ¿Podemos salir de este lugar, consagrando nuestras vidas? ¿Reafirmando nuestra fidelidad al único Dios verdadero? ¿Expresando como Pablo: “quién me podrá separar del amor de Dios...? ¿Dispuestos a salvar a nuestros hijos?
6. Oración.
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