PLAN DIVINO PARA SALVAR DE LA RUINA ECONÓMICA
Introducción.
En la historia de José y su encuentro con el Faraón encontramos el plan de Dios que salvo a Egipto de la ruina económica.
Los versículos 33 al 36 de Génesis 41 revelan al Rey y sus ministros los planes divinos para la salvación de Egipto y sus habitantes. El punto central en este plan indica un principio que el Espíritu Santo trajo a la mente de José. El pueblo debía traer al Rey un quinto (el 20%) de todas sus cosechas durante sus años de abundancia.
Al llegar los años de hambruna habría suficiente alimento para todos. Es justo decir que José, bajo la inspiración del Espíritu santo, invito al Rey a aceptar un plan que había sido utilizado antes por su padre, su abuelo y su bisabuelo el cual estaba basado en el principio de devolver el diezmo y dar ofrenda de buena voluntad a Dios.
Este plan lo conocemos con el nombre de dar proporcionalmente, dar primero lo que es de Dios, y en segundo lugar, doblar la misma cantidad solo porque amamos a nuestro creador.
I. Una formula divina:
Con corazón alegre. 2 Corintios 8:12
“Dios se deleita en honrar la ofrenda del corazón que ama, dándole la mayor eficacia en su servicio. DTG 246
“Dios nos aconseja pero nosotros decidimos cuanto daremos”
“La provisión que tienen en su mano pueden parecer corta para suplir la necesidad; pero en las manos del Señor resultara más que suficiente.” PR,182
CONCLUSIÓN:
"Cuando nuestra flaqueza se combina con la fuerza divina y en todo seguimos la orden divina nuestro potencial es ilimitado. El hombre es limitado al seguir las indicaciones de Dios. Pero Dios es ilimitado en producir resultados. Cuando nos entregamos completamente a Dios y en nuestra obra seguimos sus instrucciones, el mismo se hace responsable de su realización." PVGM 295.
Introducción.
En la historia de José y su encuentro con el Faraón encontramos el plan de Dios que salvo a Egipto de la ruina económica.
Los versículos 33 al 36 de Génesis 41 revelan al Rey y sus ministros los planes divinos para la salvación de Egipto y sus habitantes. El punto central en este plan indica un principio que el Espíritu Santo trajo a la mente de José. El pueblo debía traer al Rey un quinto (el 20%) de todas sus cosechas durante sus años de abundancia.
Al llegar los años de hambruna habría suficiente alimento para todos. Es justo decir que José, bajo la inspiración del Espíritu santo, invito al Rey a aceptar un plan que había sido utilizado antes por su padre, su abuelo y su bisabuelo el cual estaba basado en el principio de devolver el diezmo y dar ofrenda de buena voluntad a Dios.
Este plan lo conocemos con el nombre de dar proporcionalmente, dar primero lo que es de Dios, y en segundo lugar, doblar la misma cantidad solo porque amamos a nuestro creador.
I. Una formula divina:
Cada hombre debe de llevar sus ofrendas conforme a los bienes con los que Jehová le ha bendecido. Deuteronomio
16:17
Con corazón alegre. 2 Corintios 8:12
“Dios se deleita en honrar la ofrenda del corazón que ama, dándole la mayor eficacia en su servicio. DTG 246
Las ofrendas aceptables son aquellas dadas regular y sistemáticamente
según Dios haya prosperado.
"Todo lo que el hombre da debe ser voluntario. Su tesorería no debe ser
llenada con ofrendas de mala voluntad." 3 TI, 39”
Solo dos personas saben lo que usted debiera de dar: Dios y Ud.
Solo dos personas saben lo que usted debiera de dar: Dios y Ud.
“Dad lo que podéis ahora, y a medida que colaboráis con Cristo vuestra
mano se abrirá para impartir aun mas.” CMC, 54
Dios primero, un sabio principio
Dios primero, un sabio principio
"Si están espiritualmente despiertos
oirán en los ingresos de cada semana sean pocos o muchos la voz de Dios." 3 TS, 345
¿Qué nos dirá la voz de Dios?
Antes de gastar debemos apartar lo que Dios ha especificado como suyo. CMC, 86
Antes de gastar debemos apartar lo que Dios ha especificado como suyo. CMC, 86
¿Qué parte a especificado como suya? Levítico 27:30-32
"Después que se ha puesto aparte el diezmo, adjudíquense los dones y las ofrendas que por la bondad de Dios pudiereis. CSOES, 146
"Después que se ha puesto aparte el diezmo, adjudíquense los dones y las ofrendas que por la bondad de Dios pudiereis. CSOES, 146
“Dios nos aconseja pero nosotros decidimos cuanto daremos”
Primero El plan de Dios. El diezmo. La porción de Dios.
Segundo. Las ofrendas, nuestra muestra de amor.
Tercero. Las necesidades.
Cuarto. Los deseos.
Cada congregación tiene tres clases de grupos:
Un grupo decide seguir el plan de Dios y confía que el hará su parte.
El segundo grupo acepta el plan de Dios y a medida que su fe crece y Dios lo bendice dan más y más apoyo hasta que alcanzan el ideal.
Tercer grupo decide seguir con el pasado sin plan ninguno.
Segundo. Las ofrendas, nuestra muestra de amor.
Tercero. Las necesidades.
Cuarto. Los deseos.
Cada congregación tiene tres clases de grupos:
Un grupo decide seguir el plan de Dios y confía que el hará su parte.
El segundo grupo acepta el plan de Dios y a medida que su fe crece y Dios lo bendice dan más y más apoyo hasta que alcanzan el ideal.
Tercer grupo decide seguir con el pasado sin plan ninguno.
“La provisión que tienen en su mano pueden parecer corta para suplir la necesidad; pero en las manos del Señor resultara más que suficiente.” PR,182
CONCLUSIÓN:
"Cuando nuestra flaqueza se combina con la fuerza divina y en todo seguimos la orden divina nuestro potencial es ilimitado. El hombre es limitado al seguir las indicaciones de Dios. Pero Dios es ilimitado en producir resultados. Cuando nos entregamos completamente a Dios y en nuestra obra seguimos sus instrucciones, el mismo se hace responsable de su realización." PVGM 295.
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