Sermón N° 2 – Día del Reencuentro
Apreciado hermano: este es un mensaje sugerente. Puede predicarlo de manera completa o parcial. Recuerde que lo más importante es que la Palabra de Dios impresione profundamente el corazón de aquellos que se alejaron de Dios y de su iglesia. El Señor Jesús lo usará con poder para hablar con amor y presentar el mensaje “Vale la pena regresar”.
TEXTOS BÍBLICOS: Filipenses 4:4; Lucas 15: 7, 10, 32 (leer)Filipenses 4:4:
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” ▪
Lucas 15:
v. 7: “... habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos...”
v.10: “... hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente”.
v. 32: “... era necesario hacer esto y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado”.
INTRODUCCIÓN
Algunas veces nos preguntamos sobre la vida. ¿Qué es la vida? ¿Será que es levantarse buscando la felicidad cada día, correr, estresarse, ver las injusticias, hacer cosas, y todavía así no tener un propósito?
Miles de personas hoy en este mundo piensan que la felicidad es alcanzar una responsabilidad en la empresa, realizar un curso, alcanzar un sueño.
Algunos especialistas nos dicen que hay por lo menos tres áreas donde las personas se concentran, como elemento para alcanzar la felicidad:
▪ En la búsqueda de las cosas materiales.
▪ En la búsqueda de la realización personal y profesional.
que
▪ En la búsqueda desenfrenada de relaciones que sean significativas.
I. REGRESAR CON UN PROPÓSITO
1. Las riquezas, la realización personal y profesional sin propósito en la vida, ¿tiene valor? ¿Vale la pena andar lejos de los caminos de Dios a causa de esto?
2. Les digo hoy, a todos, que estas cosas son importantes y traen momentos de “felicidad”, pero son pasajeros.
Marcos 8:36: “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”
3. Hay personas que trabajan mucho para tener una vida confortable, pero, infelizmente, no tienen tiempo para vivir.
Ilustración:
Un hombre muy rico en sus negocios les dijo a algunos amigos:
-Cuando me acuesto, ¡duermo como un niño!
-¿Cómo? – le preguntó uno de sus amigos – ¿Con tanta crisis financiera en este mundo?
-Él entonces explicó: “Me acuesto, duermo dos horas, me despierto y lloro. Duermo otras dos horas, me despierto y lloro. ¡No sé que voy a hacer con mi vida!
4. Hermanos, está también la búsqueda por la realización personal y la fama. Es importante superarse y alcanzar la realización, pero cuando esto no tiene propósito, no hay alegría. Es por esto que muchas personas famosas se hun-
den en el camino de las drogas y hasta toman la decisión de quitarse la vida.
Son felices en apariencia, pero no tiienen la alegría de vivir.
5. Otros buscan las relaciones como factor para alcanzar la total felicidad. En este intento, las personas pasan a ser objetos descartables y dispensables.
Ilustración: La industria del entretenimiento trae diversión que no satisface. Los chistes de los programas humorísticos hacen sonreír a las personas, pero no tienen alegría.
6. En este día del Reencuentro, quiero decirle: vale la pena regresar para tener un propósito real de una vida con Dios. Vale la pena regresar. Vale la pena cambiar las alegrías pasajeras por la felicidad eterna.
REGRESAR POR LA ALEGRÍA
1. En Lucas 15 encontramos el capítulo de la alegría: la alegría de encontrar, la alegría del reencuentro. El hijo sintió que valía la pena regresar por la alegría de recibir el amor del padre, una alegría que el mundo no le podía ofrecer. “... era necesario hacer esta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado” (Lucas 15:32).
2. La Palabra de Dios afirma en Filipenses 4:4:
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”
Vale la pena regresar y encontrar la alegría de servir a Dios junto con sus hermanos en Cristo.
3. La alegría del hijo pródigo fue regresar a la casa. Nuestra alegría hoy es verte a ti regresar a la casa de nuestro Padre Celestial. Por esto, estamos alegres.
“Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos” (Salmo 122:1).
4. Hermanos y amigos, lo más importante es la alegría como fruto del poder del Espíritu Santo en un corazón perdonado. En Romanos 14:17 está escrito:
“Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”.
Ilustración
Cuente la historia de alguien que está en la iglesia y que pasó por una experiencia emocionante para regresar a Dios. Recuerde de preguntarle qué alegría la persona encontró al regresar a Jesús y a su iglesia.
III. REGRESAR PARA LA FAMILIA DE DIOS
1. Vale la pena regresar para la familia, así como el hijo pródigo que reconoció que el mejor lugar para estar no era una vida de sufrimiento y estrés.
2. Cuando Dios no está en primer lugar, sucede lo siguiente:
Ilustración del Salmo 23, para el hombre:
“El reloj es mi dictador, no descansaré.
Me hace descansar solamente cuando estoy exhausto.
Me lleva a una depresión profunda, asola mi alma.
Me guía dentro del frenesí hacia amor a las actividades.
Aunque ande frenéticamente de tarea en tarea,
No terminaré nada, porque mi “ideal” está conmigo.
Los plazos y mi necesidad de aprobación me impulsan.
Exigen un resultado de mí, más allá de los límites de mi agenda.
Unge mi cabeza con migraña: mi e e mail está rebalsando.
Ciertamente la fatiga y la presión del tiempo
me seguirán todos los días de mi vida.
Y habitaré en los lazos de la frustración por largos días”.
(Cristina y Tom Sine: Vida con Propósito: encontrando lo mejor de Dios para tu vida, pág. 17).
3. Vale la pena regresar y poder decir hoy: “El Señor es mi pastor y nada me faltará” (Salmo 23.1).
4. Y si vinieren pruebas, tendremos motivos para alegrarnos, pues esto redundará en alegría. En la Biblia leemos: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vues- tra fe produce paciencia” (Santiago 1: 2,3).
5. Vale la pena regresar porque Dios tiene un propósito, y tiene un propósito para ti en su plan de salvación.
6. La decisión que debes tomar es buscar a Dios y encontrar la paz que sólo él te ofrece.
“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2).
Nunca es tarde, porque alguien que te quiere estuvo orando por meses, pidiéndole a Jesús para que regreses al Señor hoy. Y nosotros alabamos a Dios, porque tú estás aquí hoy. Regresa a Jesús, vale la pena.
LLAMADO
En esta oportunidad, es preciso, en el nombre de Jesús, decirte: ¡Vale la pena regresar! Ven hasta aquí. Quiero orar por tu decisión. Aquellos hermanos que oraron por ellos y que hoy nos acompañan, por favor, vengan con ellos hasta aquí adelante, para orar juntos.
El cielo está radiante de alegría, pues, así como leemos en la Palabra de Dios hoy: “... era necesario hacer esta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado” (Lucas 15:32).
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