Ir al contenido principal

El niño que creyó lo imposible

By
José Maria Barbosa 

Juan 6:1-10 dice:
"Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. 
Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones."
Fui a la biblioteca de la facultad y encontré una colección que había estado buscando. Entre los títulos de esta colección estaban:

- Todos los hombres de la Biblia,
- Todas las mujeres de la Biblia,
- Todos los reyes y las reinas de la Biblia, 
- Todas las parábolas de la Biblia,
- Todas las promesas de la Biblia,
- Todas las oraciones de la Biblia.

Pero, lo que más quería encontrar no estaba.

Era el tomo: “Todos los niños de la Biblia”.
¡No! No es posible que no exista ese tomo.
Verifiqué que alguien no se lo hubiera llevado. Nada. ¡Qué pena! No existe, realmente.

Estoy seguro de que sería un libro con biografías electrizantes, que lo dejarán en suspenso hasta llegar al final de cada historia.

Digo esto porque estoy seguro de que el niño de la historia de hoy sería uno de los capítulos de ese libro.

Sí, el niño que creyó en lo imposible.

Repasemos el escenario.
Jesús ya estaba predicando hacía bastante tiempo y nadie se iba.
Nadie se quería perder ni un trecho de lo que él enseñaba.
Muchos habían venido de lejos. Muchos, habían estado de pie la mayor parte del tiempo durante la predicación. Gente y más gente. El texto dice que eran cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Ya había pasado la hora del almuerzo, cuando los discípulos se dirigieron a Jesús y le dijeron: “Señor, tenemos que darles un intervalo”.
Darles un intervalo para que las personas se pudieran ir a la casa a comer, tomar una merienda por lo menos.
Solo que había un detalle: estaban lejos de cualquier acceso a la comida.

Si alguna vez ya ha estado en un sermón que se haya pasado un poco de la hora, puede imaginar cómo debe haberse estado sintiendo aquella gente. Imagine a los niños tomados de las faldas de sus madres. Y los adultos también pensando en qué comer. 

Jesús miró a la multitud y su respuesta asustó a los discípulos: “Denle ustedes de comer”.

Sorpresa para los discípulos. ¿Y ahora?
Felipe, a quien Jesús le hizo la observación, metió la mano en el bolsillo y, antes de continuar la conversación, fue a los otros apóstoles para ver cuánto dinero tenía cada uno...
Querían juntar un poco de todos para la multitud.
Pero no estaban preparados. Parece que todos estaban con el dinero justo.

Jesús conversó nuevamente con Felipe y le dijo: “Felipe, tú que vives aquí en la región, ¿conoces algún lugar donde podríamos comprar pan para esta gente? ¿Será que no hay una panadería que podría sacar unos 5000 panes de una sola horneada o dos?

“Señor, por aquí no conozco ninguna panadería o tienda que podría tener comida para tanta gente. Y claro que no hay ningún Comedor o restaurante por aquí. Todo está lejos. No podemos hacer nada. Además, ni ocho sueldos serían suficientes”.

(Solo para calcular, imaginemos que el sueldo es de 1500 dólares por mes. Eso es poco para ustedes. Sabemos que ganan mucho más que eso).

Ocho meses por 1500 es igual a 12.000.
Cada comida a 2,40 dólares no es algo muy caro. Pero era mucha gente.

Felipe dijo: Señor, dos palabras: im...posible. Nada, Señor. No va a funcionar.

Es mejor mandar a cada uno de regreso a su casa.

Allí estaba la ley de la demanda y la oferta.

Del lado de la demanda había una multitud de 5000 hombres, sin contar mujeres y niños. Todos con hambre.
Del lado de la oferta: 5 panes y dos peces.

Aquí aparece el discípulo, figura clave de la historia de hoy. No es popular ni conocido entre los discípulos.

No era alguien con muchos talentos. No ocupaba una posición de importancia dentro del grupo.

Aparece más como en el segundo escalón. Era una especie de segundo violín en la orquesta.

No se habla de él como alguien que hacía algo grandioso, fantástico, espectacular, como había hecho su hermano Pedro, al andar sobre las aguas.

No escribió ningún evangelio o epístola. No se menciona que alguna vez haya predicado. Claro, estuvo con los otros apóstoles en el Monte de los Olivos, en la Santa Cena y en la resurrección.

Pero era el tipo de persona que, en lo que sabía hacer, tomaba la iniciativa.

Y una de sus cualidades era ver el potencial en las personas, descubrir en ellas talentos y cualidades y llevarlas hasta Jesús.

Estoy hablando de Andrés, hermano de Pedro. (Mateo 4:18, 10:2; Lucas 6:14; Juan 1:4 y 6:8).

Veremos cómo entra en escena en este momento importante del ministerio de Jesús.

Entre las pocas palabras que dijo Andrés está: “Aquí hay un niño”.

Hablamos mucho del niño pero nos olvidamos de quién realmente descubrió al niño.

Descubrir un niño en medio de una multitud no es difícil.

Ahora, descubrir un niño con su merienda, es otra cosa.

El problema era: había una demanda para la cual no había suministro suficiente y, aparentemente, ninguna provisión.
Allí estaba el desafío. Miles de personas después de la hora del almuerzo, ya por la tarde, no tenían nada para comer. Eran 5000 hombres, sin contar mujeres y niños.

Andrés recordaba haber visto a un niño con una cesta y cinco panes y dos peces...

El niño estaba en medio de la multitud, pero lo suficientemente cerca para ser encontrado por Andrés...
Andrés, con ojos de líder... Veía potencial en las personas.
Andrés ni imaginaba lo que podía suceder con aquel cesto del niño con los panes y peces.

¿Quién tomó la iniciativa? Andrés.

Él lleva al niño, que queda sin saber qué hacer cuando Andrés dice: “Señor, este niño tiene cinco panes y dos peces...”. En aquel momento, las perspectivas parecían no ser las mejores.
Desde el punto de vista de la edad, era un niño. En cuanto a la posición social, era pobre.

Pero tenía un pedacito de Conquistador en su corazón, ya que era “siervo de Dios y amigo de todos”. 

Para Andrés 5 panes y 2 peces = 5000 meriendas. Los panes que él tenía no eran panes italianos o franceses con cáscara crocante y sésamo. Eran panes de cebada, los más baratos.

Era la comida diaria de los pescadores allí en el Mar de Galilea.
Imaginen ahora la reacción de los demás discípulos cuando Andrés apareció con su “solución”, trayendo al niño con cinco panes y dos peces.

Póngase en el lugar de la escena. Deben haber dicho: “Ay, Andrés, ¡No te creo! ¡No vengas con eso!
¿Qué quieres hacer con ese niño con un cesto de cinco panes y dos peces?
¿No lo entiendes, Andrés? Son 5 mil. ¡Deja a ese niño en paz!”.

Para comprender la belleza del milagro, debe ponerse en persona, en el lugar y el momento donde sucedió todo.

Al igual que ese mismo niño, hay personas en la Biblia que fueron actores en acontecimientos bárbaros y de los cuales no conocemos ni sus nombres: la mujer samaritana/ el ladrón en la cruz / los 3 reyes magos.

Me gustaría conocer sus nombres. Y el nombre del niño de esta historia. ¡Claro! Me gustaría saber si ese niño de los panes y peces se llamaba Ricardo / Samuel/ Arturo o Rafael (mencione algunos nombres de Conquis de su Club). 

Sea cual sea su nombre, el hecho es que fue protagonista de uno de los mayores milagros que Jesús realizó.

Así, con las órdenes de Jesús, con panes y peces multiplicados, salieron los doce.
No tenían uniforme de MacDonalds, pero le estaban llevando una previa del Macfish a cada persona; pan y pescado.

Dios quiere tomar lo poco y pequeño que tenemos y hacer algo grande. 

Cuando el niño se dio cuenta de lo que estaba sucediendo con sus panes y peces, debe haber pensado: mira lo que sucedió con mis panes y peces en las manos de Jesús.

Jamás podremos evaluar/medir lo que puede suceder cuando llevamos a un joven a entregarle a Jesús sus dones/talentos/energía/entusiasmo, su vida. El liderazgo es un camino de descubrimientos. 


Descubriendo talentos y potencial. 

Juan 6:9 dice: “Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos”. Aquí hay.

Andrés dijo: hay una necesidad y descubrí a un niño que puede entregarle todo a Jesús.
Segundo, hay un niño que quiere entregarle todo lo que tiene en las manos de Jesús. Un niño con sus dones y talentos.

Hoy en día también hay muchos jóvenes, niños y niñas que están dispuestos a entregarle a Jesús sus habilidades/talentos/dones. 

Con su actitud, Andrés estaba incluyendo a los niños en el ministerio de Jesús. Suministró materia prima para un milagro.

La iglesia necesita personas, Andrés y Andreas, hombres y mujeres que descubran y encaminen a jóvenes a los pies de Jesús.

Andrés dijo: Ya sé cómo puede enfrentarse ese desafío, cómo se puede satisfacer esa necesidad.

Él ni imaginaba lo que sucedería.
Pero, lo más revelador son las pocas palabras que dijo Andrés: AQUÍ ESTÁ UN MUCHACHO.

Cuando Jesús se dio cuenta de que la dádiva era del muchachito, de un joven, sonrió y le brillaron los ojos.

Vio qué gran potencial tenía el muchachito para realizar el milagro y servir a la multitud.

Todo joven, niño o niña, que está en la iglesia es materia prima para la realización de un milagro y para ser protagonista de muchos milagros.

Andrés dijo: no deje de invitar, sin incluir, solo porque el pan está en las manos de un muchacho.

No subestime solo porque los talentos, los dones y las habilidades están en manos de un niño o una niña.

Él fue el primero en enseñar por palabra y por ejemplo lo que significa llevar a un joven a entregar sus talentos a Jesús. Fue el precursor de los líderes de Conquistadores.

Allí estaba el ministerio de los Conquistadores en formación.

Una necesidad /un desafío/una demanda/un líder.

Y un muchachito con panes/talentos/dones. 

Y su gran desafío: Convencer al niño de entregar sus dones/talentos/habilidades a Jesús.
Hoy es un día de celebración porque el Club de Conquistadores continúa descubriendo niñas y niños y los lleva a entregar sus talentos, su energía y su entusiasmo a Jesús.

En cada iglesia Dios está buscando Andrés y Andreas, hombres y mujeres que lleven a los jóvenes a entregarle a Jesús todos los dones.

Al preparar la cesta aquella mañana, la madre del niño nunca imaginó que su hijo sería protagonista de uno de los mayores milagros que Jesús realizó.

Conclusión 
Debemos aumentar el número de Andrés en la iglesia. Hoy es el día. El desafío continúa. 
Hay niños y niñas que están listos para responder a la invitación de entregar sus dones, talentos, energía y disposición a Jesús.
El Club de Conquistadores es esa agencia que puede inspirar/influenciar a su hijo para que le entregue la vida a Jesús.

Necesitamos muchos Andrés y Andreas, que lleven a estos jóvenes a los pies de Jesús.

Andrés dijo: pongamos los talentos de este muchachito en las manos de Jesús.

Aquí estamos hoy, 2000 años después de aquel milagro. Y hoy tenemos jóvenes, niños y niñas dispuestos a distribuir pan espiritual y pan material. Hoy en Sudamérica, en todas las iglesias y grupos donde tenemos un Club, llegará el milagro de la multiplicación de verdad.
Cuando el niño puso el cesto en las manos de Jesús, el pan se multiplicó (deben entrar varios Conquistadores con panes en bolsitas de plástico). Saldremos ahora a una comunidad carenciada a distribuir estos panes.

Aquel niño dirigido por Andrés puso todo lo que tenía en las manos de Jesús y miles de personas recibieron alimentos.

Hoy también, en Sudamérica, más de 200.000 Conquistadores colocarán en las manos de Jesús su vida y sus talentos y el pan que entregarán a miles de comunidades carenciadas.
Hace 2000 años, al regresar a su hogar, ese muchachito (No sé si se llamaba Ricardo, Samuel o Arturo) le debe haber dicho a su madre: “Mami, hoy Jesús y yo hicimos un milagro”.

Oremos:

“Señor Jesús, así como en aquél día de la multiplicación de los panes, deseamos hoy hacer parte en este milagro. Saldremos ahora para entregar un millón de panes en toda Sudamérica, para ayudar los que necesitan. Multiplique también los dones y talentos de nuestros queridos conquistadores y que los jóvenes y adultos tengan el deseo de guiaren los adolescentes a Ti Señor Jesus.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Sermón para Funeral

En este momento de dolor y tristeza para las familias _(nombre de las dos familias principales del fallecido)______, saquemos un momento para reflexionar sobre lo que nos dice la palabra de Dios en el libro de Eclesiastés 7: Vs. 1 Vale más el buen nombre que el buen perfume. Vale más el día en que se muere que el día en que se nace. Vs. 2 Vale más ir a un funeral que a un festival. Pues la muerte es el fin de todo hombre y los que viven debieran tenerlo presente. (NVI) La muerte es el fin de todo hombre y los que viven debieran tenerlo presente. La muerte irrumpe en nuestras vidas en un instante. ¿Cómo estás viviendo? Vs. 3 Vale más llorar que reír; pues entristece el rostro, pero le hace bien al corazón Vs. 4 El sabio tiene presente la muerte; El necio sólo piensa en la diversión. (NVI) ¿Tienes presente que algún día también vas a morir? ¿O solo estas pensando de forma egoísta en como divertirte y disfrutar de la vida? Job 14:5 Ciertamente sus días está

Juventud al Borde del Fracaso - Jóvenes

JUVENTUD AL BORDE DEL FRACASO "Te lo advertí cuando eras próspero pero respondiste: “¡No me fastidies!” (Déjame en paz). Has sido así desde tu juventud, ¡nunca me obedeces!" Jeremías 22:21. Introducción   1. En la actualidad al joven le toca atravesar muchos desafíos, es más, ser joven se ha convertido en un desafío muy difícil. 2. La juventud se encuentra rodeada de muchos atractivos que como espejismos se desvanecen dejando muchos vacíos. 3. El alcohol el tabaco, la droga, las pandillas, todo eso es fruto de una sociedad que lo único que ha hecho es envenenar el alma y los sueños juveniles. 4. Pero ¿sufrirán menos los jóvenes cristianos? No, de seguro que no, porque a la juventud cristiana le persigue la moda, la televisión y el atractivo sexual. 5. Dios tiene un plan para salvar a la juventud del fracaso y ese plan consiste en identificar las estrategias del enemigo.   I. LA CULTURA - UN POTENTE DESTRUCTOR DEL CRISTIANISMO   1. El estado

El llamado a levantarse y resplandecer

By Raquel Arrais El texto bíblico de esta mañana está en Isaías 60:1 “¡Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti!” (RVR1995). Isaías nos anima a levantarnos y brillar porque ha llegado su “luz”. Elena de White define ese llamado al usar la imagen de “levantarse y resplandecer” en un mensaje poderoso. “Si alguna vez hubo un tiempo en la historia de los adventistas cuando deberían levantarse y brillar, ese tiempo es ahora. A ninguna voz se le debiera impedir proclamar el mensaje del tercer ángel. Que nadie, por temor de perder prestigio en el mundo, oscurezca un solo rayo de luz que proviene de la Fuente de toda luz. Se requiere valor moral para hacer la obra de Dios en estos días, pero que nadie sea conducido por el espíritu de la sabiduría humana. La verdad debiera ser todo para nosotros. Que los que quieren hacerse de renombre en el mundo se vayan con el mundo”.1 Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz, dice el profeta Isaías. La

Deja tu Cántaro

1. Idea Central: Enseñar que la vida sin Cristo no tiene sentido, se vuelve monótona, cansada; y que con Cristo, la fuente de agua viva, hay frescura de alma, tranquilidad de espíritu, seguridad y confianza, y un deseo inmediato de testificación. 2. Propósito: Llegar al corazón de las personas y demostrarles que con Cristo y en Cristo las cosas son diferentes, y que no importa quién seas, puedes y tienes derecho a ser feliz y testificar. 3. Texto: San Juan 4:7-30.  Dios puede hacer muchas cosas, pero a veces no logramos entender y sólo lo resumimos en una palabra: “Milagro”. Y milagro es lo que realmente sucedió en el corazón de una mujer de quien vamos a hablar esta mañana. 4. Proposición: Lograr que las personas se acerquen a Cristo y su palabra. Sólo el encuentro con Cristo puede cambiar la dinámica de la vida de una persona moviéndolo a testificar. INTRODUCCIÓN 1. En la vida de cada ser humano existen algunas cosas en común. Vivimos en tiempo

Herencia de Jehová son los Hijos - Herencia de Jehová

VERSÍCULO CLAVE “Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa” Salmo 127:3 NVI. INTRODUCCIÓN 1. La tendencia de la mayoría de los lectores de la Biblia es a interpretar los conceptos de acuerdo a lo que se entiende hoy. 2. Eso es un error con consecuencias impredecibles. 3. Dos conceptos fundamentales: a. La Biblia no fue escrita para nosotros hoy en primer lugar, sino para personajes de otro contexto cultural. b. Por lo tanto, somos los actores secundarios, que debemos extraer los principios aplicables hoy. 4. Cuando se lee la Biblia hay que hacerse dos preguntas básicas: a. ¿Qué significó para los lectores primarios el concepto que se está planteando? b. ¿Cómo se puede aplicar hoy dicho concepto? 5. En otras palabras debemos extraer el principio aplicable hoy. 6. Cuando este ejercicio no se hace, cometemos el error de hacer decir a la Biblia lo que no dice. DESARROLLO A. EL CONCEPTO HERENCIA 1. El