"Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?" Génesis 38:8, 9.
17 años.
¿Se podría esperar excelencia de parte de un joven de 17 años?
Durante los primeros 17 años de su vida, José había aprendido los principios de victoria, fe y excelencia de parte de su Padre Jacob.
¿Era perfecto José? ¡de ninguna manera!
Pero había aprendido con dolor que si no se es un creyente de primera calidad, no se es nada!
José tenía esos principios. Su padre vio que él tenía mejor disposición que sus hermanos pero aún estaba distante de la excelencia que Dios esperaba de él; entonces el Señor decidió llevar a José a poner en práctica esos principios.
Así a sus 17 años comenzó su peregrinaje
- ¿Voluntario?
- No.
- Un peregrinaje forzado.
Sí, José fue lanzado a las grandes ligas, sin herramientas, ni una super preparación, pero con el elemento básico y clave para poder afrontar cualquier cosa: Su integridad
Al ser vendido como esclavo por sus hermanos, José tenía 2 opciones:
1. Renegar contra Dios, su familia y la situación en que se encontraba y amargarse toda la vida ó
2. Aceptar lo que sucedía y mantener la fe de que Dios tendría un propósito a todo ello.
En esas condiciones, usted ¿Cuál elegiría?
José escogió la segunda opción.
Ahora, solo, frente a la potencia más grande del mundo, sin que a nadie le importe si vivía o si moría, podría haberse entregado a las manos de la decepción, pero prefirió entregarse en las manos de Dios.
La Necesidad de la Excelencia Moral
A. Una de las cosas que el apóstol Pedro dice que debemos añadir a nuestra fe mientras crecemos en gracia y conocimiento, es la “virtud”.
B. La palabra griega es arete, un término que hace referencia a la excelencia que los griegos buscaban en cada aspecto de la vida.
A) Mérito, cualidad excelente, nobleza, virtud: Filipenses 4:8; 2 Pedro 1:5.
B) Algo digno de Honor, alabanza: Isaías 42:8, Isaías 42:12; Habacuc 3:3, 1 Pedro 2:9.
C) Supera lo mero terrenal: 2 Pedro 1:3.
Como cristianos, debemos buscar la “excelencia moral.”
Cuando se trata de la moralidad, ¡necesitamos levantar el estandarte!
Frecuentemente el pueblo de Israel permitió que sus vecinos establecieran el estándar de su moralidad (Números 25:1-3; 1 Samuel 8:5)
Dios siempre quiso que ellos marcaran la diferencia (Deuteronomio 7:1-8).
En cierta ocasión, la madre de Ben Carson escuchó en la radio: Entregue lo mejor de usted y nosotros haremos el resto.
Y desde entonces, ella se propuso dar lo mejor de sí.
Si limpiaba, refregaba 2 veces para que el piso quedara brillando, si lavaba, quería que sus ropas fuesen las más blancas; si cocinaba, quería que sus comidas fuesen las más deliciosas!
Ella pensaba: ¡Yo haré lo mejor que pueda y Dios hará el resto!
Y hoy, Dios nos llama a ser el padrón estándar donde el mundo pueda mirar y así saber cuál es el camino mejor.
En Romanos 12:2 el apóstol Pablo nos insta:
"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."
Recuerde: Adquirir Excelencia Moral requiere disciplina.
Elena White hablando sobre José dice:
"¡Qué vocación la de estos nobles hebreos! Al despedirse del hogar de su infancia, difícilmente pudieron haber soñado con el elevado destino que les esperaba. Su naturaleza fiel y firme se entregó a la dirección divina para que Dios pudiera cumplir su propósito por medio de ellos.
Dios desea revelar hoy, por medio de los jóvenes y niños, las mismas verdades poderosas que reveló mediante estos hombres. Las historias de José y Daniel son una ilustración de lo que el Señor hará por los que se entregan a él y se esfuerzan de todo corazón por llevar a cabo su propósito.
La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos.
Pero semejante carácter no es el resultado de la casualidad; no se debe a favores o dones especiales de la Providencia. Un carácter noble es el resultado de la auto disciplina, de la sujeción de la naturaleza baja a la superior, de la entrega del yo al servicio de amor a Dios y a la humanidad." (Ed, 54)
Dios nos llama hoy así como a José a buscar la Excelencia en nuestra vida. Eso involucra tres aspectos importantes:
1. Excelencia en el pensamiento:
La Excelencia tiene mucho que ver con nuestras Motivaciones y Aspiraciones
La Excelencia tiene como mayor aspiración agradar a Dios y su mayor motivación es el amor:
2 Corintios 5:14,15 nos muestra:
"Porque el amor de Cristo nos Motiva, pensando esto: Que si uno murió por todos, luego todos son muertos; Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, mas para aquel que murió y resucitó por ellos."
Al hablar del mayor motivo que mueve la vida del creyente, el apóstol Pablo en 1 Corintios 12:21 dice:
"Mas desead ardientemente los mejores dones. Y aun yo os muestro un camino más excelente"
En el siguiente capítulo de 1 Corintios 13, él nos muestra que ese camino más excelente es el amor.
También nos recuerda en 2 Corintios 4:8 que:
"Tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros"
Es decir: nosotros, seres imperfectos, somos llenos del amor de Dios que transforma nuestro pensamiento, nos da nuevas aspiraciones y motivos que trascienden todo lo terrenal.
Los programas que miro, la música que escucho, las páginas que abro, las conversaciones que tengo, me llevan a acercarme más a Dios o están alejándome más de Él.
El apóstol Pablo en Filipenses 4:8 nos insta a buscar esa excelencia en nuestro pensamiento:
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad."
La Biblia, a diferencia de la opinión pública actual, no separa la vida privada de la vida pública; al contrario las relaciona. Jesús en el sermón del monte aclaró que la una acaba afectando innegablemente a la otra.
La falta de excelencia moral en la vida privada de una persona, siempre conlleva consecuencias públicas.
Es fundamental tener el control sobre los pensamientos. Por eso Salomón decía en Proverbios 4:23:
“Por encima de todo, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”.
Aquí el corazón es sinónimo de la mente, el centro del origen de todo pensamiento.
40 fortalezas a desarrollar
Creatividad
Curiosidad
Apertura mental
Aprendizaje
Clarividencia
Audacia
Persistencia
Integridad
Vitalidad
Amor
Amabilidad
Inteligencia social
Ciudadanía
Imparcialidad
Liderazgo
Perdón
Humildad
Prudencia
Autorregulación
Estética
Gratitud
Esperanza
Humor
Espiritualidad
Resiliencia
Asunción de riesgos
Búsqueda del éxito
Proactividad
Adaptabilidad
Analítica
Comunicación
Competencia
Coherencia
Desarrollo
Organización
Empatía
Concentración
Personalización
Autoestima
Valor
Estratégia.
ATENDER LAS DEBILIDADES
Cobardía
Egoísmo
Antipatía
Desconfianza
Impaciencia
Falta de concentración
Envidia
Dependencia
Impuntualidad
Resentimiento
Irresponsabilidad
Tozudez
Hebreos 5:11-14, menciona que hay que madurar para evitar la Apostasía
La apostasía (del latín apostasĭa, a su vez del griego antiguo ἀπoστασία: απο apo 'fuera de' y στασις stasis 'colocarse' )
Les dijo: «Tengan cuidado de que nadie los engañe» (Mateo 24:4).
Cuando personas o grupos de personas se apartan de los principios del Evangelio, se encuentran en un estado de apostasía.
Evitar ser Inexperto
La palabra "inexperto" viene del latín inexperitus y significa "novato, principiante, que no tiene experiencia". Sus componentes léxicos son: el prefijo in- (no), ex (hacia fuera), per- (intentar, arriesgar), más el sufijo -to (que ha recibido la acción).
Cuando menciona la palabra “Debiendo”, se refiere a un desarrollo atrofiado.
INMORALIDAD
La palabra inmoralidad tiene el significado de "falta de moral" y viene del prefijo in- (negación) y el sufijo -dad (cualidad) sobre la palabra "moral" y esta del latín moralis = "relativo a la manera de vivir".
Es la actitud o condición de no seguir los parámetros de la moral, de obrar contra la noción general de lo bueno y lo malo en un contexto determinado o de faltar a las normas de conducta establecidas en cierta sociedad, cultura o época, especialmente en cuanto al respeto a otros. Antónimo: moralidad.
La palabra "inmoral" está formada con raíces latinas y significa "sin buenas costumbres". Sus componentes léxicos son: el prefijo in- (no, sin), mos, moris (costumbre), más el sufijo -al (relativo a)
En Efesios 4:17-24 el apóstol Pablo agrega:
“Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo de esta manera, si en verdad lo oísteis y habéis sido enseñados en El, conforme a la verdad que hay en Jesús, que en cuanto a vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos,…
…y que seáis renovados en el espíritu de vuestra mente, y os vistáis del nuevo hombre, el cual, en la semejanza de Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad."
Tener fama de mal pensados o mal hablados no es algo que Dios quiera para sus hijos.
Por ello, la Palabra de Dios nos motiva en Romanos 12:1, 2:
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."
La negligencia en cuidar nuestros pensamientos resultará en un creyente carnal, caprichoso y que actúa de manera egoísta y por motivos impropios. Cuando nos alejamos de la verdad, adoptamos un tipo de conducta degenerada.
Así, la debilidad moral conducirá al fracaso en el crecimiento espiritual y naturalmente, impactará en forma negativa nuestra vida y nuestro liderazgo.
Por eso en Colosenses 3:1-4 la palabra de Dios nos anima a que aspiremos a las cosas celestiales:
"Puesto que ustedes ya han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Pongan la mira en las cosas del cielo, y no en las de la tierra. Porque ustedes ya han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria."
La historia no se detuvo; sin embargo desde que José salió de su casa, decidió blindar su mente de todos aquellos pensamientos que pudieran atentar contra su integridad y salud mental; prueba de ello fue su rechazo contundente ante la oferta irresistible de la mujer de Potifar.
Me pregunto en una situación así ¿Qué haría?
Las Sagradas Escrituras en Proverbios 23:7 dicen:
“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”.
Y en Colosenses 3:5-10
"Por lo tanto, hagan morir en ustedes todo lo que sea terrenal: inmoralidad sexual, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia. Eso es idolatría. Por cosas como éstas les sobreviene la ira de Dios a los desobedientes. También ustedes practicaron estas cosas en otro tiempo, cuando vivían en ellas. Pero ahora deben abandonar también la ira, el enojo, la malicia, la blasfemia y las conversaciones obscenas. No se mientan los unos a los otros, pues ya ustedes se han despojado de la vieja naturaleza y de sus hechos, y se han revestido de la nueva naturaleza, la naturaleza del nuevo hombre, que se va renovando a imagen del que lo creó hasta el pleno conocimiento"
No se puede esperar tener pensamientos buenos si alimentamos nuestra mente con suciedad e inmundicias.
La excelencia en nuestro pensamiento dependerá mucho de lo que leemos, vemos y oímos. Busquemos nutrir cada día nuestra mente con la Palabra de Dios, con pensamientos sobre la gracia de Dios y su gran plan de salvación para nuestro mundo.
El aspecto que sigue será muy provechoso para nuestro crecimiento buscando la Excelencia de Cristo.
2. Excelencia en el servicio
Quiero aprovechar este espacio para hablar de algo muy práctico en la vida del cristiano: El trabajo
La Palabra de Dios en Colosenses 3:23 dice:
"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres"
Permítame preguntarle:
¿Para quién usted trabaja?
Antes de dedicarse a su ministerio los últimos tres años y medio de su vida, Jesús pasó trabajando en el taller de carpintería.
La Biblia dice en Lucas 2:52:
"Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres."
Tenía una meta: Glorificar y honrar a Dios.
En Génesis 39:4-6 hablando sobre el trabajo de José en la casa de Potifar dice:
"Así encontró José gracia ante sus ojos y llegó a ser su siervo personal, y lo hizo mayordomo sobre su casa y entregó en su mano todo lo que poseía. Y sucedió que desde el tiempo que lo hizo mayordomo sobre su casa y sobre todo lo que poseía, el SEÑOR bendijo la casa del egipcio por causa de José; y la bendición del SEÑOR estaba sobre todo lo que poseía en la casa y en el campo. Así que todo lo que poseía lo dejó en mano de José, y con él allí no se preocupaba de nada, excepto del pan que comía. Y era José de gallarda figura y de hermoso parecer"
¡Cuánto habla de nosotros, nuestro trabajo, como hijos de Dios!
Ser un hombre que de soluciones requiere que tengamos nobles pensamientos, grandes aspiraciones, y por supuesto, un claro sentido de nuestra dedicación:
Por ello 2 Timoteo 2:4 nos motiva a mantener el foco:
"Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado."
Y por supuesto la diligencia en cumplir el deber.
Lamentablemente existen muchas personas que por cada lugar donde trabajaron dejan un rastro que deja mucho que desear sobre su trabajo, actitud y resultados.
No fue así en el caso de José. Mientras estuvo con Potifar, todo fue bien administrado; en la cárcel, de igual manera, todo quedó bajo su cargo.
Proverbios 22:29 dice:
"¿Has visto un hombre diligente en su obra? Delante de los reyes estará; no estará delante de los hombres impíos."
Y eso se cumplió perfectamente en la vida de José.
Ciertamente todo fue por la gracia de Dios, pero difícilmente José hubiera podido mantenerse como Faraón en Egipto por muchos años, siendo extranjero, si no hubiese cultivado la diligencia como una virtud en su vida.
La mediocridad y el conformismo no deben ser las características por las cuales los hijos de Dios deben ser conocidos. Como reza un proverbio japonés: Tarde o temprano la Disciplina vencerá a la inteligencia.
Cristianos de primera categoría
Efesios 4:11-13 dice:
"Y Él dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo"
Dios nos dio los dones para realizar un trabajo excelente y que pudiera ser de bendición para los demás.
Me pregunto:
¿Estoy desenvolviendo al máximo los dones que Dios me dio para servir en este mundo?
¿Que dice la calidad de mi trabajo acerca del Dios a quien yo sirvo?
Sirviendo a Dios ¿Mi entusiasmo es igual o mayor que el servicio por el cual recibo un salario?
Ley 80/20
Tal vez escuchó hablar sobre la ley 80/20
En una empresa:
80% de la gente hace el 20% del trabajo
20% de la gente hace el 80% del trabajo.
Es decir gran parte del trabajo es hecho por unos pocos. Muchos son empujados y pocos los que empujan.
Ciertamente, José, era un empleado que ningún jefe quería perder. Se volvió INDISPENSABLE. No daba para pensar en llevar adelante la empresa sin él.
José, Usó sus dones para glorificar a Dios y no dudó en ser diligente en todo momento, incluso delante del Faraón de Egipto, explicó todo su plan de contingencia para los siguientes años, hasta el punto que el Faraón dijo a sus siervos en Génesis 41:38:
¿Y dónde hemos de hallar otro hombre como éste, en quien esté el Espíritu de Dios?
Dios nos dio dones únicos para servirle, si los usamos con todas nuestras energías, fuerzas, disciplina y entusiasmo seremos siervos de primer nivel que Dios necesita hoy en su causa, cristianos de primera categoría, hijos de Dios de gran calidad.
Entonces ¿Serviremos aquí, a nuestro prójimo, con excelencia para agradar a Dios?
Como ya vimos Dios espera de nosotros la excelencia en el pensamiento, la excelencia en el servicio y ahora veremos el tercer aspecto:
3. Excelencia en el Carácter
Andrew Carnegie, un famoso escritor mundial decía que la clave para que una empresa tuviera éxito era encontrar a la persona apropiada.
No se equivocaba. Sin duda alguna el carácter de una persona plasma una marca muy profunda para el bien o para el mal.
Tanto así que, cuando el pueblo de Israel estaba en el desierto, para una mejor administración, el suegro de Moisés le propone en Éxodo 18:21:
"Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez."
Y a continuación en Éxodo 18:25 se nos muestra lo siguiente:
"Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez."
Los más virtuosos, es decir los mejores, aquellos con un carácter excelente.
‘Excelente’ o ‘lo mejor’, viene del griego ‘diapheronta’, y se refiere a ‘las cosas que trascienden’.
Queda claro que el carácter de una persona trasciende como olor de vida para vida o de muerte para muerte
Por ello, bien sabemos que, lo único que llevaremos al cielo será nuestro carácter.
Así el apóstol Pablo nos anima en Efesios 4:25-32:
"Por tanto, dejando a un lado la falsedad, HABLAD VERDAD CADA CUAL CON SU PROJIMO, porque somos miembros los unos de los otros. AIRAOS, PERO NO PEQUEIS; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis oportunidad al diablo. El que roba, no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad. No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan. Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención.…
…Sea quitada de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda malicia. Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo."
Y en Colosenses 3:12-17 añade:
"Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia. Sean mutuamente tolerantes. Si alguno tiene una queja contra otro, perdónense de la misma manera que Cristo los perdonó. Y sobre todo, revístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Que en el corazón de ustedes gobierne la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. La palabra de Cristo habite ricamente en ustedes. Instrúyanse y exhórtense unos a otros con toda sabiduría; canten al Señor salmos, himnos y cánticos espirituales, con gratitud de corazón. Y todo lo que hagan, ya sea de palabra o de hecho, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él."
La búsqueda de la excelencia no es sólo un asunto de lo que es bueno sobre lo que es malo, sino acerca de lo que trasciende y es mejor. Es buscar seguir las pisadas de Cristo, es buscar tener el carácter de Jesús.
¿Cómo tener el carácter de Jesús?
En 1 Pedro 1:5 - 11, el apóstol Pedro nos da una lista de las cualidades semejantes a Cristo, que debemos tener. En esencia, son características del crecimiento espiritual y de la madurez.
Mateo 5:48 dice:
"Sed pues vosotros Perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto"
y Lucas 6:36 lo aclara:
"Sed pues vosotros misericordiosos, como vuestro Padre que está en los cielos es misericordioso"
Dios quiere que seamos perfectos en amor.
1 Juan 4:8 nos aclara:
"El que no ama, no ha conocido a Dios porque Dios es amor"
El carácter de Dios es amor, un amor que excede, que se entrega, que supera todo entendimiento.
Su ley es el reflejo de su carácter:
Juan 14:15 dice:
"Si me amáis guardaréis mis mandamientos"
De lejos, las personas podrían distinguir a su pueblo:
En Deuteronomio 4 Dios dijo a su pueblo:
“Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. Porque, ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y, ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?”
Salir de la casa temprano no es fácil para nadie.
José salió a sus 17 años y a sus 30 llegó a ser faraón en Egipto.
13 años como esclavo y como prisionero. La gracia de Dios lo motivó y lo llevó a cultivar una vida de excelencia por donde pasó la gente supo que no vivía para sí mismo sino para glorificar a Dios.
¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?
Trece años después encontró la respuesta a esta pregunta. y la respuesta trajo mucha bendición a su familia y a su país.
"Pocos se dan cuenta de la influencia de las cosas pequeñas de la vida en el desarrollo del carácter. Ninguna tarea que debamos cumplir es realmente pequeña. Las variadas circunstancias que afrontamos día tras día están concebidas para probar nuestra fidelidad, y han de capacitarnos para mayores responsabilidades. Adhiriéndose a los principios rectos en las transacciones ordinarias de la vida, la mente se acostumbra a mantener las demandas del deber por encima del placer y de las inclinaciones propias. Las mentes disciplinadas en esta forma no vacilan entre el bien y el mal, como la caña que tiembla movida por el viento; son fieles al deber porque han desarrollado hábitos de lealtad y veracidad. Mediante la fidelidad en lo mínimo, adquieren fuerza para ser fieles en asuntos mayores. PP, 199.
Un carácter recto es de mucho más valor que el oro de Ofir. Sin él nadie puede llegar a un cargo honorable. Pero el carácter no se hereda. No se puede comprar. La excelencia moral y las buenas cualidades mentales no son el resultado de la casualidad. Los dones más preciosos carecen de valor a menos que sean aprovechados. La formación de un carácter noble es la obra de toda una vida, y debe ser el resultado de un aplicado y perseverante esfuerzo. Dios da las oportunidades; el éxito depende del uso que se haga de ellas." PP, 199.
"La vida de José ilustra la vida de Cristo. Fue la envidia la que impulsó a los hermanos de José a venderlo como esclavo. Esperaban impedir que llegara a ser superior a ellos. Y cuando fue llevado a Egipto, se vanagloriaron de que ya no serían molestados con sus sueños y de que habían eliminado toda posibilidad de que estos se cumplieran. Pero su proceder fue contrarrestado por Dios y él lo hizo servir para cumplir el mismo acontecimiento que trataban de impedir. De la misma manera los sacerdotes y dirigentes judíos sintieron celos de Cristo y temieron que desviaría de ellos la atención del pueblo. Le dieron muerte para impedir que llegara a ser rey, pero al obrar así provocaron ese mismo resultado. PP, 216.
Mediante su servidumbre en Egipto, José se convirtió en el salvador de la familia de su padre. No obstante, este hecho no aminoró la culpa de sus hermanos. Asimismo la crucifixión de Cristo por sus enemigos lo hizo Redentor de la humanidad, Salvador de la raza perdida y soberano de todo el mundo; pero el crimen de sus asesinos fue tan execrable como si la mano providencial de Dios no hubiera dirigido los acontecimientos para su propia gloria y para bien de los hombres. PP, 216.
Así como José fue vendido a los paganos por sus propios hermanos, Cristo fue vendido a sus enemigos más enconados por uno de sus discípulos. José fue acusado falsamente y arrojado en una prisión por su virtud; asimismo Cristo fue menospreciado y rechazado porque su vida recta y abnegada reprendía el pecado; y aunque no fue culpable de mal alguno, fue condenado por el testimonio de testigos falsos. La paciencia y la mansedumbre de José bajo la injusticia y la opresión, el perdón que otorgó espontáneamente y su noble benevolencia hacia sus hermanos inhumanos, representan la paciencia sin quejas del Salvador en medio de la malicia y el abuso de los impíos, y su perdón que otorgó no solamente a sus asesinos, sino también a todos los que vienen a él confesando sus pecados y buscando perdón." PP, 217.
Cristo quiere darnos una vida nueva, Él nos llama a vivir en un camino mejor: nutriendo nuestra mente con pensamientos que edifiquen y unan, con sus pensamientos; sirviendo con empeño y alegría, como él nos dio ejemplo y reflejando su carácter por medio de la obediencia y el amor.
Quieres que Dios transforme tu mente y tu carácter?
Quieres dar lo mejor de ti para el Señor?
Oremos juntos:
Señor
Gracias porque tu tienes un mejor camino
Gracias por acompañarme a andar en él
Que te pueda dar cada día lo mejor de mi
Y que mi vida sea un testimonio de la Excelencia de tu Gracia y de tu poder
Te lo pido
En el nombre de Jesús
Amén.
Comentarios
Publicar un comentario