“Ella tenía una sonrisa melancólica”. “En la habitación se percibía un silencio ensordecedor”. “Fue una experiencia agridulce”. “Un fuego helado que penetraba los huesos”. ¿Notas algo extraño en estas frases? ¡Sin dudas! Tienen palabras contradictorias. ¿Cómo sería un fuego helado o una sonrisa triste? ¡Imposible! Estamos aquí en presencia de una figura retórica llamada oxímoron, que consiste en complementar una palabra con otra que tiene un significado contradictorio u opuesto. Sin saberlo, tal vez, solemos usar el oxímoron en la vida cotidiana (de más está decir que es muy utilizado en poemas y en textos literarios). Cuando intentamos unir o relacionar las palabras “felicidad” y “Apocalipsis” tenemos la certera sensación de que algo no coincide. Bien podríamos agregar este oxímoron a la lista: “felicidad apocalíptica”. ¿Cómo es que puede ser feliz un libro que habla de dragones que atacan, la copa de la ira de Dios, bestias que persiguen y matan, tribulaciones, pers
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.