“Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7) INTRODUCCIÓN Al sentirnos nerviosos o preocupados por diversas cuestiones que vivimos cotidianamente, estamos, de alguna forma u otra, expresando algún grado de ansiedad en nuestra vida. Este tipo de sensación es parte de la experiencia humana, la que nos recuerda que estamos vivos. Por otro lado, existen también los llamados trastornos de ansiedad. Esta ansiedad patológica, a diferencia de la primera, es constante, extensa y exagerada, y necesita ayuda médica. Nuestro estudio de hoy no se centrará en la ansiedad patológica, la que requiere la opinión de un especialista, sino en aquella que los seres humanos experimentamos en momentos determinados de estrés, y que se despierta ocasionalmente. Esta, sin duda, es una forma de sufrimiento, y como creyentes no estamos exentos a sus ataques. En el estudio de hoy examinaremos lo que el apóstol Pedro, en su primera carta, nos enseña acerca ...
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.