"No faltó ninguna palabra de las buenas que el Señor había hablado a la casa de Israel. Todo se cumplió". (Josué 21:45). Cuando John F. Kennedy se dirigió a Estados Unidos en su primer discurso como presidente, el 20 de enero de 1961, su mensaje solo tuvo 1.366 palabras, pero dejó una huella indeleble en la mente de los estadounidenses. Mientras animaba a su país a centrarse en sus responsabilidades en lugar de en sus privilegios, dijo: «Con la conciencia tranquila como única recompensa segura y la historia como juez final de nuestros actos, avancemos para dirigir la tierra que amamos, pidiendo la bendición de Dios y su ayuda, pero sabiendo que su obra aquí en la tierra debe ser también la nuestra». Cuando Josué, el anciano líder del pueblo de Dios, sintió que llegaba el final de su vida, exhortó a los dirigentes de la nación y a los israelitas (Josué 23 y 24). Josué 23 se centra en el futuro y en cómo adorar exclusivamente a Dios. El capítulo 24 repasa las demostraciones de ...
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.