"La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos". Proverbios 18:21.
Introducción
Este versículo pertenece a la sección de proverbios individuales (Prov 10–22), donde se presentan máximas sapienciales sobre la conducta humana. El capítulo 18 enfatiza la importancia de la prudencia en las palabras, la justicia y la relación interpersonal.
El versículo presenta un paralelismo antitético:
- Muerte ↔ Vida
- Ambas están bajo el control de la lengua, lo que resalta el poder dual del habla.
- En la cosmovisión hebrea, la palabra no es neutra: tiene poder creador o destructor (cf. Génesis 1; Proverbios 12:18). Jesús reafirma esta idea en Mateo 12:36-37: las palabras serán criterio de juicio.
Implicaciones Éticas y Prácticas
- Responsabilidad del habla: Las palabras pueden edificar o destruir relaciones, reputaciones y destinos.
- Dimensión espiritual: El uso de la lengua refleja el corazón (cf. Lucas 6:45).
- Aplicación misionera: En liderazgo y consejería, la comunicación sabia promueve vida espiritual; la imprudente puede causar daño irreparable
La traducción dinámica sería: «La lengua tiene el poder de dar vida o quitarla; quienes la usan con pasión cosecharán las consecuencias».
“Si tus palabras fueran semillas: ¿Qué estarías sembrando: vida o muerte?”
“Hoy descubriremos cómo la Biblia nos enseña a usar la lengua para bendición y no para destrucción”.
Ilustración inicial:
Un hombre plantó dos jardines: uno con flores y otro con espinas. Cada día regaba ambos. Al final, el jardín de espinas creció más rápido y lo hirió. Así son nuestras palabras: lo que alimentamos, eso crece.
"Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría". Proverbios 18:4.
¿Son tus palabras rocío o granizo?
I. La lengua tiene Poder (Proverbios 18:21)
“La lengua es pequeña, pero su poder es inmenso”.
"Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas" Santiago 3:5.
"La lengua apacible es árbol de vida; mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu". Proverbios 15:4.
"Las palabras son un poder para el bien o para el mal. Debemos hablar con cuidado, porque las palabras que pronunciamos nunca se pueden retirar" (HC, 176).
Ilustración:
Un incendio forestal comienza con una chispa. Así, una palabra puede encender conflictos que destruyen familias e iglesias.
“Si la lengua tiene poder, ¿cómo lo estamos usando?”
II. Palabras que dan Vida (Proverbios 15:1)
“Tus palabras pueden ser medicina para el alma”.
"La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor". Proverbios 15:1.
“Una palabra bondadosa, una mirada de simpatía, una expresión de aprecio, pueden abrir las puertas del corazón” (MC, 158).
Un médico aplica un ungüento que sana heridas. Así son las palabras amables: alivian el dolor emocional.
“Pero si podemos dar vida, también podemos causar muerte…” Por eso no pasa de moda el viejo adagio: Piense antes de hablar; porque "El corazón del justo piensa para responder; mas la boca de los impíos derrama malas cosas". Proverbios 18:28.
III. Palabras que traen Muerte (Proverbios 12:18)
“Una lengua sin control es un arma cargada”.
"Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina". Proverbios 12:18.
“Las palabras duras y ásperas son como piedras lanzadas contra el corazón” (HC, 176).
"Los labios del necio traen contienda; y su boca los azotes llama. La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma". Proverbios 18:7, 8.
Un cuchillo puede cortar pan o herir. Así, nuestras palabras pueden nutrir o destruir.
“Entonces, ¿qué haremos con este poder que Dios nos ha dado?”
CONCLUSIÓN
Benjamín Franklin decía:
“No hablaré mal de hombre alguno y de todos diré todo lo bueno que sepa. Cualquier tonto puede criticar, censurar y quejarse, y casi todos los tontos lo hacen pero se necesita carácter y dominio de sí mismo para ser comprensivo y capaz de perdonar. Un gran hombre Demuestra su grandeza por la forma en que trata a los pequeños”
En lugar de censurar a la gente, tratemos de comprenderla. Tratemos de imaginarnos por qué hacen lo que hacen.
Saberlo todo es perdonarlo todo.
Un solo medio para conseguir que alguien haga algo: es el hacer que el prójimo quiera hacerlo.
Impulso más profundo: es el deseo de ser importante. Es anhelada con una insistencia que no acepta negativas. Existe hoy una gran sed del sentido de importancia.
“No temas a los enemigos que te atacan, teme a Los amigos que te adulan”. - Obregón.
Adulación son elogios baratos. Adular es decir a la otra persona lo que se piensa de uno mismo.
Seamos calurosos en la aprobación y generosos en el elogio.
El único medio de influir sobre la gente, es hablar sobre lo que el otro quiere.
La capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y poner las cosas desde ese punto de vista, así como del propio.
El hombre que se puede poner en el lugar de los demás, que puede comprender él funcionamiento de la mente ajena, no tiene por qué preocuparse del futuro.
Despertar en la otra persona un franco deseo de estar con nosotros. Quien puede hacerlo, tiene al mundo entero consigo. Quien no puede, marcha solo en su camino.
Si queremos hacer amigos, dediquémonos a hacer cosas por los demás y a hablar bien de ellos. Hagamos por ellos cosas que requieran tiempo, energía, altruismo y hablemos palabras que edifiquen, que motiven y que sean de bendición.
No critique, no condene, no se queje.
Demuestre aprecio honrado y sincero.
Despierte en los demás un deseo alto y vehemente.
Interésese sinceramente por los demás.
Sonría, sino va a pasarlo mal.
Recuerde que para toda persona su nombre es el sonido más dulce e importante en cualquier idioma.
Recuerde a su amigo: "Tu buen nombre está a salvo en mi boca"
Sea un buen oyente. Anime a los demás a que hablen de ellos mismos.
Hablé siempre de lo que le interese a los demás.
Haga que la otra persona se sienta importante.
Imagine un jardín con dos árboles: uno llamado “Vida” y otro “Muerte”. Cada palabra que pronuncias es agua para uno de ellos. ¿Cuál estás regando más?
El lenguaje no es trivial: es una herramienta moral y espiritual que puede generar vida o muerte. El sabio controla su lengua porque entiende que cada palabra es semilla que producirá fruto.
La lengua tiene poder.
Podemos usarla para dar vida.
Podemos usarla para causar muerte.
¿Qué tipo de palabras has estado sembrando en tu hogar y tu iglesia?
¿Quieres que tu lengua sea instrumento de vida y no de muerte?
¿Estás dispuesto a pedir a Dios que controle tu lengua cada día?
Oración sugerente
“Señor, hoy reconozco que mis palabras tienen poder. Perdóname por las veces que he herido con mi lengua. Ayúdame a hablar vida, esperanza y amor. Que cada palabra que salga de mi boca glorifique tu nombre y edifique a los demás. En el nombre de Jesús, amén”.
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