“Dijo también: ‘Miren lo que oyen. Con la medida con que miden los medirán otros, y aun les será añadido. Al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado’ ” (Marcos 4:24, 25).
Hoy estudiaremos las parábolas de Marcos 4. El Evangelio de Marcos es el que menos parábolas tiene de entre los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas).
Los eruditos han debatido por muchos años acerca del significado de las parábolas de Jesús:
- Cómo interpretarlas,
- Qué significan,
- Por qué las usó,
- Qué clase de lecciones pretendían revelar y
- Cuán literalmente debían ser tomadas o si eran puramente alegóricas, etc.
Obviamente, no vamos a resolver todas esas cuestiones aquí. En lugar de ello, vamos a examinarlas y, por la gracia de Dios, obtendremos una comprensión de los puntos que Jesús destacó mediante esas parábolas.
Marcos 4 contiene solo cinco parábolas:
- El sembrador,
- La lámpara,
- La medida,
- El desarrollo de la semilla y
- La semilla de mostaza.
La mayor parte del capítulo gira en torno a la parábola del sembrador.
Esta aparece en primer lugar, seguida por la razón de ser de las parábolas y, finalmente, por la interpretación de cada una. Este patrón de tres pasos será el foco de nuestro estudio los días domingo, lunes y martes. Luego, las otras parábolas serán estudiadas el miércoles y el jueves.
I. LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR
"Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar, y se reunió alrededor de él mucha gente, tanto que entrando en una barca, se sentó en ella en el mar; y toda la gente estaba en tierra junto al mar. 2 Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina: 3 Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; 4 y al sembrar, aconteció que una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. 5 Otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra. 6 Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7 Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. 8 Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. 9 Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga". Marcos 4:1-9.
¿Cómo son los diferentes tipos de suelo y qué ocurre con la semilla que cae en ellos?
Cuando leen las parábolas de Jesús en los evangelios, las personas a menudo quieren saltar rápidamente a la interpretación que Jesús da de ellas. Después de todo, ¿no es este el punto principal de estas historias, enseñar alguna verdad espiritual útil para la vida cristiana? Sí, pero a veces Jesús no explica la parábola en las breves declaraciones “el reino de Dios es como” o “el que tiene oídos para oiga, oiga”.
En consecuencia, es bueno aminorar la marcha y simplemente analizar el relato mismo a fin de captar la dirección en la que apuntan sus diversas características narrativas. Hacer esto con la parábola del sembrador aporta una variedad de ideas. La semilla es la misma en cada caso, pero cae en cuatro clases diferentes de suelo. El tipo de suelo influye grandemente en el resultado para la semilla. En lugar de ser una historia continua, la parábola constituye en realidad cuatro historias, en sus escenarios, contadas hasta el final. La extensión de tiempo para completar la historia se prolonga con cada historia sucesiva.
La semilla que cae en el camino es devorada inmediatamente por las aves. “Al sembrar, parte de la semilla cayó junto al camino, y las aves del cielo la comieron” (Marcos 4:4).
La semilla que cae en los pedregales demora algunos días o semanas en alcanzar su fallido resultado, que incluye el secamiento a causa del Sol. (Marcos 4:5)
La semilla que cae entre espinos demora aún más en alcanzar su infructífero final, y estos la terminan ahogando. (Marcos 4:7)
La semilla que cae en el buen suelo es la que tiene el desarrollo más prolongado, presumiblemente toda una estación de crecimiento, en armonía con el patrón normal de un cereal. (Marcos 4:8)
Tres de las historias tienen que ver con el fracaso; solo la última se refiere al éxito, a una cosecha copiosa. La longitud de las historias, la creciente extensión de cada relato sucesivo y el hecho de que solo uno de ellos tiene que ver con el éxito, todo apunta al riesgo del fracaso, pero también al resultado abundante del éxito.
La parábola parece señalar hacia el costo del discipulado y a los riesgos que este implica, pero también a la recompensa resultante de seguir a Jesús.
"La mayor razón por la cual muchos que profesan ser discípulos de Cristo caen en terribles tentaciones y obran arrepentimiento es que no se conocen a sí mismos. En esto el enemigo ostigaba insistentemente a Pedro. Esta es la causa de que la fe de muchos naufrague. Su corazón no ve los errores y las malas acciones que han cometido y no afligen sus almas. Les recomiendo que purifiquen sus almas obedeciendo la verdad. Únanse al cielo y que el Señor los salve de su engaño". 4TI, 242.
¿Qué otras lecciones espirituales podemos aprender de la naturaleza?
II. LA INTERPRETACIÓN DE JESÚS
Jesús había terminado con la parábola, sin dar inmediatamente ninguna explicación. De acuerdo con el texto (Marcos 4:1), la presentó ante una gran multitud. Solo después, ante un grupo menor (Marcos 4:10), explicó su significado.
"Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? 14 El sembrador es el que siembra la palabra. 15 Y estos son los de junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones. 16 Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; 17 pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan. 18 Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, 19 pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. 20 Y estos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno". Marcos 4:13 al 20.
¿Cómo interpreta Jesús la parábola del sembrador?
Jesús interpreta la parábola identificando los elementos externos a la historia, que representan varios de los detalles del relato. La interpretación indica que la historia es una alegoría amplia con referencias al mundo real, no que cada detalle sea necesariamente una referencia a algo específico.
Jesús identifica a la semilla con “la palabra”. Esta se referiría a la palabra de Dios, particularmente a la predicada por Jesús. Santiago 1:21 declara: “Por lo cual, desechando toda inmundicia y maldad, reciban con mansedumbre la palabra implantada, la cual los puede salvar”.
Los diferentes suelos son distintos tipos de oyentes. De acuerdo con la interpretación de Jesús, todos escuchan la Palabra; es decir, la semilla ha sido sembrada en todos los tipos de suelo. Pero la recepción es diferente.
El suelo del sendero es duro y las aves arrebatan la semilla que cae en él. Jesús vincula esto con el arrebatamiento de la verdad por parte de Satanás.
El suelo pedregoso es poco profundo. Jesús relaciona esto con las personas cuyo compromiso es superficial; ellos no han tenido en cuenta el costo del discipulado.
El suelo lleno de maleza ahoga la semilla sembrada. Jesús explica que esto se refiere a los afanes de la vida y a las riquezas, que asfixian la Palabra.
Pero el buen suelo representa a quienes escuchan la Palabra y la reciben; como resultado, ella crece y produce una cosecha abundante.
Las explicaciones más extensas son las referidas al suelo pedregoso y al lleno de malezas. En su descripción de los oyentes representados por el primero de esos suelos, Jesús señala elementos contrastantes: los así representados reciben la Palabra con gozo pero son discípulos temporales. Cuando llega la persecución, se desmoronan. Otros no caen a causa de los malos tiempos, sino de los buenos; su enfoque está en las cosas del mundo, no en el Reino de Dios. Sus afanes y preocupaciones giran en torno a lo que el mundo ofrece.
Considera tu propia vida. ¿Se están introduciendo silenciosamente en tu experiencia algunas de las características del suelo del camino, del pedregoso o del lleno de malezas? Esto es algo que podría ocurrir más sutilmente de lo que imaginas. ¿Qué decisión puedes tomar para cambiar, si fuera necesario?
III. LA RAZÓN DE SER DE LAS PARÁBOLAS
"Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. 11 Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; 12 para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados". Marcos 4:10-12.
¿Por qué enseñaba Jesús por medio de parábolas?
Una lectura superficial de estos versículos da la impresión de que Jesús enseñó por medio de parábolas para mantener a oscuras a quienes no formaban parte de su entorno. Pero una perspectiva tal no condice con las acciones de Jesús en el resto del Evangelio de Marcos.
En Marcos 3:5 y 6, Jesús se entristece por la dureza de corazón de los dirigentes religiosos.
En Marcos 3:22 al 30, toma seriamente los argumentos de los escribas y explica detalladamente por qué están equivocados.
En Marcos 12:1 al 12, los dirigentes religiosos entienden que la parábola de Jesús acerca de los labradores se refiere a ellos. Esta es, en verdad, una advertencia acerca del complot de ellos contra él y de las terribles consecuencias resultantes. Si no hubiera tenido interés en el bienestar de ellos, no les habría advertido. En consecuencia, debe darse a las palabras de Jesús aquí, en Marcos 4, una consideración más profunda a fin de captar a qué se refiere.
"Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. 10 Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad". Jesús está parafraseando Isaías 6:9 y 10.
"En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. 2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. 3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. 4 Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. 5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. 6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; 7 y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. 8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. 9 Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. 10 Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad. 11 Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto; 12 hasta que Jehová haya echado lejos a los hombres, y multiplicado los lugares abandonados en medio de la tierra. 13 Y si quedare aún en ella la décima parte, esta volverá a ser destruida; pero como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda el tronco, así será el tronco, la simiente santa". Isaías 6:1-13.
¿Qué le ocurre aquí a Isaías y cuál es el mensaje que se le comunica para Israel?
Isaías contempla una visión de Dios en el Templo y queda abrumado por la gloria de Dios y por su propia impureza. Dios lo purifica y le encarga un mensaje estremecedor. Como en el caso del Evangelio de Marcos, eso suena muy fuera de lugar en comparación con el resto de Isaías, donde hay mucho consuelo para el pueblo de Dios.
En Isaías 6, el mensaje pretende despertar al pueblo a fin de que abandone sus malos caminos. En Marcos, la clave para entender las palabras de Jesús se encuentra en Marcos 3:35: para entender las palabras y las enseñanzas de Jesús, uno debe hacer la voluntad de Dios. Eso es lo que convierte a alguien en parte de la familia de Jesús. Quienes ya han decidido que él está poseído por el diablo no escucharán.
El punto de la cita que Jesús hace de Isaías 6:9 y 10 no es que Dios mantiene alejadas a las personas, sino que las propias ideas preconcebidas de estas y su dureza de corazón les impiden aceptar la verdad salvadora.
La verdad es la idea dominante en la parábola del sembrador. Cada cual decide qué tipo de suelo será. Todos deciden por sí mismos si se entregarán o no a Jesús. En última instancia, cada uno de nosotros elige.
¿Cómo responderías a alguien que insistiera en que Jesús dijo parábolas para mantener en la oscuridad a quienes no estaban entre sus seguidores? ¿Por qué Jesús, que murió por todos los seres humanos (ver 1 Juan 2:2), mantendría deliberadamente en la oscuridad a las personas por cuya salvación murió en la Cruz?
IV. LA LÁMPARA Y LA CESTA
"También les dijo: ¿Acaso se trae la luz para ponerla debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? 22 Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz. 23 Si alguno tiene oídos para oír, oiga". Marcos 4:21 al 23.
¿Cuál es el énfasis especial de Jesús en la parábola de la lámpara?
En el mundo bíblico de los días de Jesús, las casas variaban en superficie y tipo de construcción según su ubicación y la condición económica del propietario. Las viviendas generalmente seguían un patrón griego de construcción, alrededor de un patio interior, pero con diferentes niveles de sofisticación. Otra opción es que Jesús se estuviera refiriendo a las casas pequeñas típicas de los agricultores. Independientemente del tamaño de la casa aludida, lo importante aquí es el principio enseñado: un día, la verdad acerca de Jesús será revelada.
Jesús hace dos preguntas en Marcos 4:21. La primera espera una respuesta negativa: “Y les decía: ¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un almud o debajo de la cama?” (LBLA). La segunda pregunta espera una respuesta afirmativa: “¿No es para ponerla en el candelero?”
Jesús presenta un escenario absurdo, casi jocoso, para dejar claro su punto. Las lámparas existen para dar luz; de lo contrario, pierden su razón de ser. Marcos 4:22 explica la parábola haciendo referencia a los secretos que toman estado público. ¡Cualquier persona cuyo correo electrónico o computadora hayan sido jaqueados sabe lo que significan secretos publicados! Pero Jesús está hablando del evangelio.
"Les dijo también: Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís. 25 Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará". Marcos 4:24 y 25.
¿Qué lección está Jesús enseñando con la parábola del almud o cesta para medir cereales?
En muchos lugares del mundo, los productos frescos son vendidos en mercados al aire libre. En esos lugares, es típico que los vendedores tengan un recipiente para medir la cantidad de los productos que ofrecen. Es común que esos vendedores agreguen un poco más de lo solicitado para hacer así sentir al comprador que es tratado con equidad. Jesús se vale de cuán bien tratan los vendedores a sus clientes para argumentar acerca de la disposición a recibir la verdad. Si alguien es receptivo y acepta la luz, obtendrá aún más; pero si la rechaza, perderá incluso lo que tenía antes.
¿Cómo podemos aprender mejor el principio de que con la misma medida que usemos se nos medirá? Piensa en ello en relación con todas nuestras interacciones con otros.
Se espera que una luz esté en un candelero, no debajo de una cesta para medir cereales (Marcos 4:21). Aplica este principio al compromiso de tu iglesia local con la comunidad. ¿Cómo pueden elevar más la luz?
V. LA PARÁBOLA DEL CRECIMIENTO DE LA SEMILLA
"Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; 27 y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. 28 Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; 29 y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado". Marcos 4:26-29.
¿Cuál es el foco primario de esta parábola?
¿Qué papel juegan los seres humanos en contribuir al crecimiento de la semilla del evangelio, y cuál es la parte de Dios? Aunque obviamente cumplimos un papel, ¿cómo podemos asegurarnos de depender totalmente de Dios? ¿Podría esta actitud de dependencia total ser parte de lo que necesitamos hacer para crecer?
La mayor parte del Evangelio de Marcos tiene paralelos en Mateo, en Lucas o en ambos. Pero ese no es el caso de esta parábola, que aparece solo en Marcos. El foco temático de esta breve parábola es el proceso de crecimiento. Jesús indica que así es como funciona el Reino de Dios. Los humanos tienen una parte en el proceso, pero el crecimiento real es obra de Dios. No es un proceso interminable. La historia termina abruptamente con la maduración del grano. Así es como la segunda venida de Cristo pondrá súbitamente fin a la historia de nuestro mundo.
"Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos? 31 Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; 32 pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra". Marcos 4:30 al 32.
¿Cuál es el énfasis importante en la parábola de la semilla de mostaza?
Esta parábola destaca cómo algo tan diminuto crece hasta convertirse en algo notablemente grande. Las semillas de mostaza miden entre 1 y 2 milímetros de diámetro. La planta descrita aquí es probablemente la mostaza negra (Brassica nigra), que tiene semillas muy pequeñas (más de setecientas de ellas juntas pesan apenas un gramo). Aunque no son las más diminutas del mundo, son bastante pequeñas, especialmente en comparación con la planta que producen, que puede alcanzar una altura de tres metros. Jesús destaca el hecho de que aun los pájaros anidan en sus ramas. Esta última referencia alude a Salmos 104:12 y a Daniel 4:10 al 12. El Salmo 104 se refiere al poder de Dios cuando creó el mundo, y Daniel 4 representa a Nabucodonosor como un gran árbol debajo del cual todos encuentran sombra y alimento.
El punto que Jesús destaca es que el Reino de Dios, que fue muy pequeño al comienzo, llegará a ser grande e impresionante. En los días de Jesús, la gente pudo haber mirado con desprecio al predicador galileo itinerante, cubierto de polvo y con su pequeño grupo de discípulos, pero el tiempo ha mostrado que su reino de gracia sigue expandiéndose por todo el mundo.
“Y este evangelio del reino será predicado en todo el mundo, por testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Considera cómo era la “iglesia” cuando Jesús hizo esa predicción. ¿Por qué esta es una predicción tan notable y reafirmadora de la fe para nosotros?
CONCLUSIÓN
Lee el capítulo titulado “La siembra de la verdad” en el libro Palabras de vida del gran Maestro, de Elena de White, pp. 17-42.
“La verdadera santidad es integridad en el servicio a Dios. Esta es la condición de la verdadera vida cristiana. Cristo pide una consagración sin reserva, un servicio indiviso. Pide el corazón, la mente, el alma, las fuerzas. No debe agradarse al yo. El que vive para sí no es cristiano.
“El amor debe ser el principio de la acción. El amor es el principio fundamental del gobierno de Dios en los Cielos y la Tierra, y debe ser el fundamento del carácter del cristiano. Solo esto puede hacerlo y mantenerlo estable. Solo esto puede habilitarlo para resistir la prueba y la tentación.
“Y el amor se revelará en sacrificio. El plan de redención fue fundado en sacrificio; un sacrificio tan amplio, tan profundo y tan alto que es inconmensurable. Cristo lo dio todo por nosotros, y quienes reciban a Cristo estarán listos para sacrificarlo todo por la causa de su Redentor. El pensamiento de su honor y de su gloria vendrá antes que ninguna otra cosa” (PVGM, 30, 31).
“El amor debe ser el principio de la acción. El amor es el principio fundamental del gobierno de Dios en los Cielos y la Tierra”. ¿Cómo nos revela la Cruz esta asombrosa verdad? ¿Cómo podemos reflejar esta clase de amor en nuestra vida? ¿Por qué debemos hacerlo?
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