“También les dijo: ‘El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado. Así, el Hijo del hombre es también Señor del sábado’ ” (Marcos 2:27, 28).
Marcos 2:1 a 3:6 contiene cinco historias que ilustran la enseñanza de Jesús en contraste con la de los dirigentes religiosos. Esas historias se encuentran en un patrón específico en el que cada historia sucesiva se vincula con la anterior mediante un tópico paralelo. La última de las historias da un rodeo y se reconecta con la primera.
Cada una de estas historias ilustra diferentes aspectos del ministerio de Jesús, como lo especifican las declaraciones que aparecen en Marcos 2:10, 17, 20 y 28. Las secciones del domingo, lunes y martes profundizarán en el significado de estos relatos y en las declaraciones de Jesús que se encuentran en ellos. Marcos 3:20 al 35 es el objeto de estudio de los días miércoles y jueves.
Lo que también veremos es un ejemplo de una técnica que el escritor del Evangelio usa y que se conoce como “historias sándwich”. Este patrón narrativo aparece al menos seis veces en Marcos. En cada caso, el foco es algún aspecto importante de la naturaleza de Jesús y de su papel como Mesías, o de la naturaleza del discipulado.
Esta semana leeremos varias historias acerca de Jesús y veremos qué podemos aprender de ellas.
I. LA CURACIÓN DE UN PARALÍTICO
Lee Marcos 2:1 al 12. ¿Qué quería el paralítico cuando fue traído ante Jesús, y qué recibió?
El hombre estaba paralítico; sus cuatro amigos, por lo tanto, tuvieron que llevarlo hasta Jesús. Tras perforar el techo y hacer descender al hombre hasta la presencia de Jesús, Marcos 2:5 destaca el hecho de que Jesús vio la fe de ellos. ¿Cómo puede la fe resultar visible? Al igual que el amor, llega a ser visible en virtud de las acciones que motiva, como lo ilustra claramente la persistencia de los amigos.
La necesidad obvia del hombre era física. Sin embargo, cuando llega ante la presencia de Jesús, las primeras palabras que Jesús pronuncia tienen que ver con el perdón de pecados. El hombre no pronuncia palabra alguna durante toda la escena. En lugar de ello, son los dirigentes religiosos quienes objetan (mentalmente) lo que Jesús acaba de decir. Consideran que sus palabras son blasfemas, que difaman a Dios y que significan arrogarse prerrogativas que pertenecen solo a Dios.
Jesús sale al encuentro de sus objetores en su mismo terreno usando un estilo de argumentación típicamente rabínico llamado “de lo menor a lo mayor”. Este principio de argumentación rabínico decía que: 'Lo que confirma lo más general también es cierto acerca de lo particular'. Esto es así, porque lo particular es un ejemplo de lo general.
Una cosa es decir que los pecados de una persona son perdonados; otra cosa es lograr que una persona paralítica vuelva a caminar. Si Jesús puede hacer que el hombre vuelva a caminar por el poder de Dios, su aseveración acerca del perdón de pecados resulta corroborada.
"¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? 7 ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? 8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios".Miqueas 6:6-8.
¿Cómo explica este texto lo que está sucediendo entre Jesús y los dirigentes religiosos?
Estos dirigentes religiosos habían perdido de vista lo que realmente importaba: la justicia, la misericordia y la conducta humilde ante Dios. Estaban tan obsesionados defendiendo su manera de entender a Dios que no veían la actuación de Dios ante sus propios ojos. Nada indicó que hubieran cambiado de manera de pensar acerca de Jesús, aun cuando les dio sobradas evidencias de que procedía de Dios, no solo al demostrarles que podía leer su mente, sino también sanando al paralítico en presencia de ellos, y de una manera que no podían negar.
Piensa acerca de cuán cegados por el odio, la tradición, el dogma y la religión en general habían llegado a estar los dirigentes religiosos que rechazaron a Jesús, al punto de que aun sus milagros, que deberían haber abierto sus mentes a él, no lo hicieron. ¿Cómo podemos como pueblo ser cuidadosos para que no nos ocurra algo similar?
¿Cómo podemos evitar caer en la misma trampa que estos hombres, tan obsesionados por las formas de la religión que perdieron de vista lo que era realmente importante en la religión verdadera (ver Santiago 1:27)?
¿Qué estrategias o prácticas te ayudan a ti y a tu iglesia local a mantenerse sensibles en favor de quienes sufren en silencio, como el paralítico en Marcos 2?
II. EL LLAMADO DE LEVÍ
Lee Marcos 2:13 al 22. ¿Quién era Leví, el hijo de Alfeo, y por qué podría haber surgido alguna objeción a que llegara a ser un discípulo de Jesús?
En los días de Jesús los publicanos, o recolectores de impuestos, eran funcionarios que estaban a las órdenes del Gobierno local o de Roma. No eran populares entre la población judía en Judea porque a menudo exigían más de lo debido y se enriquecían a costa de sus compatriotas. El tratado mishnaico Tohoroth, un comentario judío acerca de la ley religiosa, dice: “Si un publicano entra en una casa [todo lo que está dentro de ella] se vuelve inmundo…”
Por lo tanto, no es sorpresa que los escribas inquirieran en tono de desaprobación: “¿Qué es esto, que él come y bebe con publicanos y pecadores?”
¿Cómo respondió Jesús esa pregunta?
No la rechazó, sino que la revirtió, indicando que son los enfermos, no los sanos, quienes necesitan un doctor. Reclamó de esa manera para sí el título de médico espiritual, aquel que puede sanar el alma enferma de pecado. ¿Acaso no debería un doctor ir donde están los enfermos?
Marcos 2:18-22 inicia un nuevo tema. Se trata de la historia central de estos cinco relatos relacionados con la controversia. Mientras que la sección previa incluyó una fiesta provista por Leví, esta gira en torno a la pregunta de por qué los discípulos de Jesús no ayunan, a diferencia de los de Juan el Bautista y de los fariseos. Jesús responde con una ilustración o parábola en la que compara su presencia con una fiesta de bodas. Sería inconcebible que en una ocasión tal los invitados ayunaran. Pero Jesús predice un día en el que el novio les sería quitado, en alusión a la Cruz. Habría entonces tiempo de sobra para ayunar.
Jesús continúa con dos ilustraciones que subrayan el contraste entre su enseñanza y la de los dirigentes religiosos: la del remiendo de tela nueva en un vestido viejo, y la del vino nuevo en odres viejos. Qué manera interesante de contrastar la enseñanza de Jesús y la de los dirigentes religiosos, ya que muestra cuán corrompidas habían llegado a estar las costumbres de los maestros. Sin embargo, aun la religión verdadera puede convertirse en tinieblas si las personas no son cuidadosas.
¿Quiénes son los que hoy podrían ser vistos como los recaudadores de impuestos de los tiempos de Jesús? ¿Cómo podemos ajustar nuestra manera de pensar acerca de ellos?
¿Cómo puede tu iglesia local llegar a ser “familia” para quienes, tal vez, su familia inmediata los ha rechazado a causa de su fe?
III. EL SEÑOR DEL SÁBADO
En Marcos 2:23 y 24, los fariseos acusan a los discípulos de quebrantar el sábado. La tradición judía prohibía 39 formas de trabajo durante el sábado. Estas incluían, según los fariseos, lo que los discípulos habían hecho.
Lee Marcos 2:23 al 28. ¿Cómo contrarresta Jesús la acusación esgrimida por los fariseos?
Jesús responde con la historia de cuando David comió los panes de la proposición (1 Samuel 21:1-6). Los panes de la proposición eran reemplazados durante el sábado. Por lo tanto, el viaje de David pudo bien haber sido una huida de emergencia ese mismo día. Jesús argumenta que si era justificado que David y sus hombres comieran de los panes de la proposición en sábado, entonces estaba justificado que sus discípulos recogieran granos y los comieran en ese día.
Jesús indica además que el sábado fue creado para beneficio de la humanidad, no a la inversa, y que el fundamento de tal aseveración es que él es Señor del sábado.
Lee Marcos 3:1 al 6. ¿Cómo ilustra esta historia el punto de Jesús de que el sábado fue hecho para la humanidad?
Jesús vuelve a tener una controversia acerca del sábado con los dirigentes religiosos. (Nota, sin embargo, que la controversia nunca es acerca del sábado en sí). Los dirigentes religiosos quieren acusar a Jesús si sana en sábado. Jesús no rehúye la confrontación con ellos. Él establece un contraste entre hacer lo bueno y hacer lo malo, entre salvar la vida y quitarla. La respuesta a su pregunta es obvia; hacer el bien y salvar la vida es mucho más apropiado como actividad sabática.
Jesús procede a sanar al hombre, lo que enfurece a sus oponentes, quienes inmediatamente empiezan a planificar su muerte. La ironía de la historia radica en que quienes procuran sorprender a Jesús quebrantando el sábado estaban transgrediendo el sábado al maquinar su muerte en ese mismo día.
¿Qué principios acerca de la observancia del sábado puedes extraer de estas historias y de los desafíos que enfrentamos en nuestros días para guardarlo?
IV. HISTORIA SANDWICH - I
Lee Marcos 3:20 al 35. ¿Qué conexión ves entre las dos historias entrelazadas en este pasaje?
Este pasaje es la primera “historia sándwich” en Marcos, donde se inicia una historia, se la interrumpe con otra, y se completa luego la primera.
La historia externa es la que se refiere a los parientes de Jesús tratando de hacerse cargo de él porque piensan que está fuera de sí (Marcos 3:21). La historia interior (el contenido del sándwich) es la de los escribas procedentes de Jerusalén que acusan a Jesús de ser cómplice del diablo. Nuestro estudio de hoy se centra en la historia interior, que se encuentra en Marcos 3:22 al 30.
En Marcos 3:22, los escribas presentan la acusación de que el poder sanador de Jesús proviene del diablo. Jesús responde primero con una pregunta general: “¿Cómo puede Satanás echar a Satanás?” No tiene sentido que Satanás obre en contra de sí mismo. Jesús procede luego a hablar de la división dentro de un reino, de una casa y de Satanás mismo, mostrando cuán absurda sería una división tal con miras al éxito. Pero, luego, el Señor cambia súbitamente de ilustración y habla de atar a un hombre fuerte a fin de saquear su casa. En este último ejemplo, Jesús es el ladrón que entra en la casa de Satanás y quien ata al príncipe de las tinieblas para poner en libertad a sus cautivos.
Lee Marcos 3:28 al 30. ¿En qué consiste el pecado imperdonable?
El pecado imperdonable es el pecado contra el Espíritu Santo y consiste en atribuir al diablo la obra del Espíritu. Pon atención a Marcos 3:30: la razón por la que Jesús hace la declaración de los versículos 28 y 29 es que los escribas dicen que él tiene un espíritu inmundo cuando, en realidad, tiene al Espíritu Santo. Si llamas a la obra del Espíritu Santo la obra del diablo, no escucharás al Espíritu Santo, pues nadie en su sano juicio quiere ser guiado por el diablo.
¿Qué significa el pecado imperdonable y cómo podemos asegurarnos de no cometerlo?
¿Por qué el hecho de temer haber cometido el pecado imperdonable es en sí una evidencia de que no se lo ha cometido?
V. HISTORIA SANDWICH - II
Lee Marcos 3:20 y 21. ¿Qué hizo pensar a la familia de Jesús que él estaba fuera de sí?
Una acusación de inestabilidad mental es algo muy serio. Lo típico es que esto surja de experiencias en las que una persona se convierte en una amenaza para su propia seguridad o la de otros. La familia de Jesús sintió que ese era su caso, pues estaba tan ocupado que ni siquiera se detenía para alimentarse. Decidieron entonces hacerse cargo de él, y ese es el punto en el que la historia exterior de la estructura narrativa en forma de sándwich es interrumpida por la historia interior acerca de los escribas que acusaban a Jesús de complicidad con el diablo.
Existe un extraño paralelismo entre la historia exterior y la interior de esta narración sándwich. La familia misma de Jesús parece tener una opinión de él semejante a la de los escribas. La familia dice que está loco. Los escribas dicen que es aliado del diablo.
Lee Marcos 3:31 al 35. ¿Qué quiere la familia de Jesús y cómo responde él?
Esta escena puede parecer extraña. Si tu madre u otros miembros de tu familia vienen a verte, ¿no deberías reunirte con ellos? El problema es que la familia de Jesús no estaba entonces a tono con la voluntad de Dios. Jesús reconoció ese hecho y en este pasaje redefine el concepto de familia. Quienes hacen la voluntad de Dios son sus hermanos, sus hermanas y su madre. Él es el Hijo de Dios, y quienes se alinean con la voluntad de Dios llegan a ser su familia.
Los dos relatos juntos de esta historia sándwich de Marcos contienen una profunda ironía. En la historia interior, Jesús dice que una casa dividida contra sí misma no puede permanecer. A primera vista, parece que, en la historia exterior, ¡la propia casa o familia de Jesús está dividida en contra de sí misma! Pero Jesús resuelve esta situación compleja redefiniendo el concepto de familia. Su verdadera familia está constituida por quienes hacen la voluntad de Dios junto con él (ver Lucas 12:53; 14:26).
A lo largo de la historia, muchos cristianos se han visto separados de sus familiares. Esa es, sin duda, una situación difícil. Este pasaje de Marcos muestra que Jesús pasó por esa misma experiencia. Él entiende lo que eso significa y puede consolar a quienes están sufriendo por esa dolorosa incomunicación.
CONCLUSIÓN
Lee los capítulos titulados “Leví Mateo” y “El sábado” en el libro El Deseado de todas las gentes, de Elena de White, pp. 243-260.
“Cuando le preguntaron: ‘¿Es lícito curar en sábado?’, Jesús contestó: ‘¿Quién de vosotros que tenga una sola oveja, si ésta cae en un hoyo en día de sábado, no la agarra y la saca? Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en sábado’ (Mateo 12:10-12).
“Los espías no se atrevían a contestar a Jesús en presencia de la multitud, por temor a meterse en dificultades. Sabían que él había dicho la verdad. Antes que violar sus tradiciones, dejarían sufrir a un hombre, mientras que aliviarían a un animal por causa de la pérdida que sufriría el dueño si lo descuidaba. Así manifestaban mayor cuidado por un animal que por el hombre, que fue hecho a la imagen de Dios. Esto ilustra el funcionamiento de todas las religiones falsas. Tienen su origen en el deseo del hombre de exaltarse por encima de Dios, pero llegan a degradar al hombre por debajo del nivel de las bestias. Toda religión que combate la soberanía de Dios defrauda al hombre de la gloria que le fue concedida en la Creación, y que ha de serle restaurada en Cristo. Toda religión falsa enseña a sus adeptos a descuidar las necesidades, los sufrimientos y los derechos de los hombres. El evangelio concede un alto valor a la humanidad como adquisición hecha por la sangre de Cristo, y enseña a considerar con ternura las necesidades y las desgracias del hombre. El Señor dice: ‘Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre’ (Isaías 13:12)” (DTG, 258).
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