“Miren con cuidado cómo andan, no como necios, sino como sabios. Aprovechen bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos, sino entendidos de cuál es la voluntad del Señor” (Efesios 5:15-17).
Enfrentados hoy a una cultura viral que predica sus valores las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año, mediante una serie de medios fulminantes, ¿cómo pueden los creyentes adoptar las elevadas normas de Pablo?
No hace mucho se subastó una jarra de cristal en el Reino Unido. Los subastadores la describieron como una “jarra francesa de vino clarete del siglo XIX”, con un valor estimado de 200 dólares. Dos postores perspicaces reconocieron la jarra como un aguamanil islámico extremadamente raro. ¿Su verdadero valor de tasación? £ 5 millones (alrededor de US$ 6,5 millones). ¿Qué permitió que ese postor se marchara con semejante ganga? El postor sabía algo que el subastador ignoraba: el verdadero valor de la jarra.
En Efesios 5:1-20, Pablo contrasta lo que valoraban los paganos y los creyentes. Los paganos consideraban que las historias atrevidas (Efesios 5:4), las fiestas de alcohólicos (Efesios 5:18) y el sexo libertino (Efesios 5:3, 5) eran los grandes tesoros de la vida. Sin embargo, los creyentes saben que se acerca el día del examen final, cuando el verdadero valor de todas las cosas se hará evidente (Efesios 5:5, 6). En lugar de apostar por las fiestas y las ebriedades, atesoran, entre otras, “solo cosas buenas, rectas y verdaderas” (Efesios 5:9, NTV) en Cristo. Por lo tanto, Pablo los insta a aprovechar las “gangas” que se encuentran en Cristo, mientras vivan (al igual que todos) a las puertas de la Eternidad (Efesios 5:15-17).
I. SINO ACCIONES DE GRACIAS
¿En qué sentido quiere Pablo que los creyentes sean “imitadores de Dios”? Ver Efesios 5:1 y 2.
Pablo insta a los creyentes de Éfeso a andar en amor, un llamado importante para esta sección (ver Efe. 5:8, 15). Este “andar en amor” (ver Efesios 5:2) debe inspirarse en el propio amor de Cristo por nosotros (comparar con Efesios 4:32), expresado en su sacrificio expiatorio. Pablo afirma cuatro cosas acerca de ese sacrificio: 1. Está motivado por el amor de Dios Padre (Efesios 5:1) y del mismo Cristo (Efesios 5:2); 2. Es sustitutivo, ya que Cristo murió en nuestro lugar. Cristo no es una víctima pasiva, sino que se entregó voluntariamente por nosotros; 3. Según las imágenes del servicio del Santuario del Antiguo Testamento, la muerte de Cristo también es un sacrificio que se le hace a Dios; 4. Dios acepta el sacrificio ya que es una “ofrenda [...] fragante” (Efesios 5:2; comparar con Éxodo 29:18; Levítico 2:9; Filipenses 4:18).
Efesios 5:3 al 5 luego introduce una sección que expresa preocupación por la ética sexual. Los jóvenes conversos de Éfeso corren peligro de revertir su llamado cristiano y ser arrastrados nuevamente a un comportamiento sexual que negaría su testimonio cristiano (comparar con 1 Corintios 5:1–11; 6:12–20; 2 Corintios 12:21).
Por un lado, el mundo grecorromano del siglo I exhibía la corrupción moral y el libertinaje que se describen en otras partes del Nuevo Testamento (ver 1 Corintios 6:9; Gálatas 5:19; Efesios 4:17-19; Colosenses 3:5). Por ejemplo, los banquetes de los ricos presentaban regularmente los comportamientos que Pablo denuncia en Efesios 5:3 al 14: embriaguez, lenguaje obsceno, entretenimiento atrevido y actos inmorales. Además, los centros urbanos aportaban anonimato y permisividad, que fomentaban las prácticas sexuales inmorales. Por otro lado, muchos de esa sociedad llevaban una vida virtuosa y sirvieron como defensores de una moralidad estricta. Cuando el Nuevo Testamento presenta listas de vicios y virtudes y códigos de familia (p. ej., Efesios 5:21–6:9; Colosenses 3:18–4:1), los autores reflejan temas del mundo grecorromano en general. Este mundo, libertino y virtuoso al mismo tiempo, ayuda a explicar las exhortaciones de Pablo a evitar el comportamiento inmoral practicado por los gentiles, mientras desea que los creyentes sean prudentes en su conducta y así tener una buena reputación entre los de afuera.
¿En qué medida las palabras de Pablo acerca de la conducta sexual se aplican a tu cultura, según donde vivas?
¿Qué estrategias podrían emplear los creyentes de hoy para “buscar lo que agrada al Señor” (Efesios 5:10) y para “entender cuál es la voluntad del Señor” (Efesios 5:17, PDT)?
II. ANDAR COMO HIJOS DE LUZ
Pablo escribe: “Nadie los engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los desobedientes” (Efesios 5:6).
Pablo ya identificó a quienes practican varios pecados sin vergüenza ni arrepentimiento: el “fornicario”, el “impuro” y el “avaro” (Efesios 5:5). Hizo una evaluación contundente: Los que están en Cristo y están destinados a ser partícipes de su futuro Reino no deben actuar como los que no están en Cristo (Efesios 5:5). Ahora se preocupa por el efecto de las “palabras vanas”; es decir, los creyentes pueden ser engañados por un lenguaje explícito al pensar que el pecado sexual no es un tabú, o incluso pueden sentirse atraídos hacia esos pecados (Efe. 5:6). Pablo advierte que, al estar tan engañados, arriesgan el juicio de Dios en el tiempo del fin, ya que “viene la ira de Dios sobre los desobedientes” (Efesios 5:6).
La expresión “la ira de Dios” es desafiante. El hecho de que sea la ira o el enojo de Dios sugiere un contraste con la especie humana habitualmente malhumorada (comparar con Efesios 4:31). Es la respuesta justa de un Dios justo y abnegado contra el empeño obstinado en hacer el mal, no una reacción volcánica y enloquecida ante alguna infracción menor. Además, las alusiones a la ira divina ocurren con mayor frecuencia en el contexto de advertencias bíblicas e inspiradas acerca de los juicios venideros de Dios (p. ej., Apocalipsis 6:12–17; 16:1–16; 19:11–16). Dios advierte de sus propios juicios venideros; un acto de gracia, ya que los seres humanos son “por naturaleza hijos de ira” (Efesios 2:3), sujetos a esos juicios.
¿Por qué Pablo exhorta a los creyentes a no convertirse en “cómplices”, “compañeros” o “partícipes” con los pecadores? (Efesios 5:7–10).
Pablo exhorta: “Anden como hijos de luz” (Efesios 5:8), y continúa con un mandato adicional: “Busquen lo que agrada al Señor” (Efesios 5:10). El pagano busca placer mediante la “fornicación y toda impureza o codicia” (Efesios 5:3). El objetivo del creyente es dramáticamente diferente: no la complacencia propia, sino agradar a Dios (comparar con Romanos 12:1; 2 Corintios 5:9; Hebreos 13:21, que utilizan la misma palabra griega, euarestos, “agradable”, o “lo que agrada”). El creyente busca reflejar la abnegación de Cristo (“anden en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros”, Efesios 5:2).
¿Cuáles son algunas de las “palabras vanas” de las que debemos cuidarnos en nuestros días?
Alguien podría argumentar que la prohibición de Pablo de hablar de inmoralidad sexual entre los creyentes (Efesios 5:3, 4) significa que no debemos ocuparnos de los problemas de las conductas sexuales inadecuadas ni del abuso sexual. ¿Por qué no es apropiada esa conclusión?
III. DESPIERTA TÚ QUE DUERMES
Lee Efesios 5:11 al 14. ¿Qué poderosa advertencia da Pablo aquí, y cómo se aplica esto a nuestra situación actual?
Para entender Efesios 5:11 al 14, es útil observar que repetidamente Pablo ofrece dos exhortaciones, alternando entre ellas: (1) vivir un estilo de vida que honre a Dios como “hijos de luz” (Efesios 5:8; ver también Efesios 5:1, 2, 4, 9, 10, 11, 13, 14); (2) no vivir un estilo de vida sexualmente inmoral, opuesto a Dios, exhibiendo las “obras infructuosas de las tinieblas” (Efesios 5:11; ver también Efesios 5:3, 4, 5–8, 12).
Podemos extraer las exhortaciones paralelas en Efesios 5:8 al 10 para entender Efesios 5:11. Los creyentes deben vivir ante los incrédulos como “luz en el Señor” e “hijos de luz” (Efesios 5:8). El objetivo es que se vea, para dejar en claro que “el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad” (Efesios 5:9). Por lo tanto, Pablo fomenta una estrategia de mostrar la bondad de Dios. Los creyentes deben exponer las obras infructuosas de las tinieblas al exhibir la alternativa correcta, para que todos la vean.
Mientras tanto, podemos tomar el lenguaje poético y provocador de los versículos 13 al 14 como la audaz afirmación de Pablo de que los creyentes, al exhibir “el fruto de la luz” (Efesios 5:9), pueden ganar a los mundanos a la fe en Cristo: “Todas las cosas se manifiestan cuando son denunciadas por la luz; porque la luz es lo que manifiesta todo” (Efesios 5:13, 14). Cuando la luz expone la vida decadente, los mundanos pueden ver su comportamiento tal cual es (“se manifiesta”), sin futuro y vinculado a la ira (Efesios 5:5, 6), y experimentar una transformación de las tinieblas a la luz (“pues todo lo que se hace visible es luz”, NBLA); la misma transformación que los lectores de Pablo en Éfeso han vivido como creyentes (Efesios 5:8).
¿Qué vamos a hacer con el poema, o himno, de Efesios 5:14, que utiliza un lenguaje ligado a la resurrección de los muertos en el tiempo del fin (comparar con Efesios 2:1, 5) con el propósito de emitir un toque de clarín para despertar del letargo espiritual y experimentar la presencia transformadora de Cristo? Dado que Isaías 60:1 al 3 (que Pablo parece reflejar) está dirigido al pueblo de Dios, Israel, podemos ver el himno/poema de Efesios 5:14b como un llamado poderoso a los creyentes cristianos para que despierten a su papel como misioneros al reflejar la luz de Cristo en un mundo en tinieblas (comparar con Filipenses 2:14–16; Mateo 5:16).
¿Cómo vives el estilo de vida que puede exponer las obras de las tinieblas tal como son?
IV. CÓMO CONSEGUIR GANGAS
¿En qué medida nuestra sociedad contemporánea refleja prácticas paganas similares a las que Pablo abordó en su época?
Pablo concluye Efesios 5:1 al 20 con dos grupos de exhortaciones (Efesios 5:1517; 5:18-20), completando una sección con un interés constante en la pureza sexual. El primer grupo comienza con la exhortación “Miren con cuidado cómo andan, no como necios, sino como sabios” (Efesios 5:15), y lo reitera diciendo: “No sean insensatos, sino entendidos de cuál es la voluntad del Señor” (Efesios 5:17). En el medio hay un llamado a “aprovechar bien el tiempo” (Efesios 5:16).
Considera las exhortaciones de Pablo a vivir de una manera que refleje la sabiduría mediante la oración y el discernimiento (Efesios 5:15–17). ¿Cuál es la diferencia de andar no como necios sino como “sabios”? Además, ¿qué significa “aprovechen bien el tiempo”?
En Efesios, Pablo utiliza repetidamente la metáfora común del Antiguo Testamento de “andar” para nuestra manera de vivir (Efesios 2:2, 10; 4:1, 17; 5:2, 8). Aquí utiliza la metáfora para fomentar el discipulado intencional. Así como debes “mirar bien por donde caminas” cuando vas por un camino irregular u oscuro, los creyentes deben “mirar con cuidado cómo andan” (Efesios 5:15). Debido a que existe un paralelismo entre Efesios 5:15 y 5:17, podemos buscar allí una definición de lo que significa vivir como sabios. No buscamos sabiduría en nuestro interior. Ser sabio es ir más allá de nosotros mismos, es ser “entendidos de cuál es la voluntad del Señor” (Efesios 5:17).
Pablo también promueve el discipulado premeditado con una imagen vívida. En la frase “aprovechen bien el tiempo” (Efesios 5:16; comparar con “redimiendo el tiempo”, RVA-2015), Pablo usa el verbo exagorazō (comparar con Colosenses 4:5). Extraída del mercado, es una forma intensiva del verbo “comprar” y significa “aprovechar las gangas” que se ofrecen mientras esperamos la venida de Cristo. “Tiempo” aquí es la palabra griega kairos, que describe un momento de oportunidad. El “tiempo” hasta el fin es un período prometedor para utilizarlo al máximo. También es un tiempo desafiante, porque “los días son malos” (Efesios 5:16; comparar con Efesios 6:13; Gálatas 1:4) y porque “la corriente de este mundo” está dominada por “el príncipe de la potestad del aire” (Efesios 2:2).
Al esperar la venida de Cristo, los creyentes viven en un tiempo difícil, que Pablo describe como un mercado peligroso pero gratificante. Deben prestar mucha atención al uso del tiempo que queda, como los buscadores de gangas durante una venta breve que ofrece grandes descuentos. Aunque no podemos comprar la salvación, la imagen es válida: tomar sin demora lo que se nos ofrece en Cristo.
V. ADORACIÓN LLENA DEL ESPÍRITU
En Efesios 5:18 al 20, Pablo imagina a los cristianos reunidos para adorar. ¿Cómo los describe en ese acto de adoración?
En su argumento final de Efesios 5:1 al 20, Pablo insta a los creyentes a alejarse del uso soporífero del vino y en lugar de ello experimentar juntos la presencia y el poder del Espíritu. Pablo prohíbe la embriaguez (probablemente cita Proverbios 23:31 en la versión griega del Antiguo Testamento), al sugerir que tiene en mente los mandatos contra el uso de alcohol como observamos en la literatura sapiencial (Proverbios 20:1; 23:29–35). Las cosas malas que vienen después de la embriaguez incluyen un lenguaje grosero y sexualmente explícito, insensatez, inmoralidad e idolatría (Efesios 5:3–14). Debemos reemplazarlos por una adoración a Dios reflexiva e inspirada en el Espíritu. La exhortación de Pablo a ser llenos del Espíritu es clave y la modifica una serie de verbos de Efesios 5:19 al 21 (“hablando”, “cantando y alabando”, “dando gracias”, “sometiéndose”, RVA 2015).
Aquí Pablo aplica la exhortación “sean llenos del Espíritu” (Efesios 5:18) en forma colectiva, ya que se imagina a los creyentes reunidos en un culto de adoración a Dios inspirado en el Espíritu, que propicia la unidad (Efesios. 4) y contrasta con la adoración y el comportamiento egocéntricos de los paganos (Efesios 5:1–18). En este bosquejo del culto cristiano primitivo, domina la alabanza musical. Se afirma que la iglesia nació con el canto; y este pasaje, junto con Colosenses 3:16, ofrece la mejor evidencia para esta afirmación (comparar con Hechos 16:25; Santiago 5:13).
Hay un elemento “horizontal” para la adoración, ya que, al cantar, los miembros de la iglesia en cierto sentido están “hablando entre [sí]” (Efesios 5:19). Sin embargo, el objeto específico de la alabanza musical es el Señor, que, como se indica en Efesios 5:20, identifica al “Señor Jesucristo” (comparar con Colosenses 3:16). La acción de gracias de Efesios 5:20, que se describe en paralelo a la alabanza musical de Efesios 5:19, debe ofrecerse “a Dios Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. En la expresión “canciones espirituales”, el adjetivo “espirituales” (griego, pneumatikos) destaca el papel del Espíritu Santo en la adoración, ya que el término describe cantos inspirados o llenos del Espíritu Santo. Por consiguiente, el bosquejo que hace Pablo de la adoración cristiana primitiva retrata a los tres miembros de la Deidad como participantes activos.
¿Cómo puedes usar la música para mejorar tu experiencia de adoración?
CONCLUSIÓN
Al mirar en retrospectiva Efesios 5:1 al 20 en su conjunto, vemos a Pablo tomar una postura firme contra el pecado y el mal, especialmente bajo la forma de la inmoralidad sexual y el lenguaje grosero. No está dispuesto a aceptar la presencia de un comportamiento corrupto entre el pueblo de Dios. En lugar de eso, llama a los creyentes de Éfeso a asumir una elevada norma de conducta y a abrazar su identidad como “hijos amados” de Dios y como “santos” (Efesios 5:1–10). Se anima a creer que, cuando los cristianos hacen esto en comunidad, hacen brillar una luz en la oscuridad, con lo que alejan a su prójimo del estilo de vida autodestructivo y lo acercan a la gracia y la verdad de Dios (Efesios 5:11–14).
Pablo imagina a la iglesia reunida en adoración, animada por un compromiso renovado de “and[ar] como hijos de luz” mientras espera la venida de Cristo (Efesios 5:8; ver también Efesios 5:15, 16) y bendecida por la presencia de Cristo (Efesios 5:14). Como los creyentes están motivados por su condición de “hijos amados” de Dios y por la muerte de Cristo en su favor (Efesios 5:1, 2), y están llenos del Espíritu (Efesios 5:18), su adoración colectiva se caracteriza por la energía y la alegría mientras juntos entonan alabanzas de acción de gracias a su Señor, Jesucristo, y a Dios el Padre. Con un firme asidero en las realidades celestiales, celebran su esperanza para el futuro, arraigada en la historia de lo que Dios ha hecho, está haciendo y hará por medio de Jesucristo, su Señor (Efesios 5:18–20).
Entendido de esta manera, el pasaje llega a ser mucho más que un conjunto de mandatos inconexos sobre la vida cristiana. Se convierte en un llamado profético acerca de la identidad cristiana, el compromiso, la comunidad y la adoración en los últimos días; una invitación conmovedora a “aprovechar las gangas” que se ofrecen en los últimos días antes de la venida de Cristo (Efesios 5:16).
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