Introducción
Hoy aprenderemos tres lecciones con la valiosa carta de Cristo a la iglesia de Esmirna. De las siete iglesias, Esmirna y Filadelfia son las únicas que no recibieron reprensión. Ellas fueron las iglesias más comprometidas y fieles, y recibieron las mejores palabras de incentivo y de aprobación. Esas fueron las únicas dos iglesias que no recibieron el tan temido “Pero tengo contra ti” que pronunció Jesús a la mayoría de las otras iglesias.
Para entender el compromiso y la fidelidad de la iglesia de Esmirna necesitamos entender un poco del contexto en el cual vivía.
La ciudad de Esmirna era un centro obligatorio de culto al emperador. Eso le daba el estatus de ciudad libre, lo que significaba que podía elegir su propio gobierno. Una vez por año, cada ciudadano estaba obligado a quemar incienso en el altar dedicado a Cesar, y entonces recibía un certificado. Rehusarse a hacerlo implicaba una amenaza de muerte. Por miedo de perder el estatus de ciudad libre, los habitantes de Esmirna eran abiertamente hostiles contra los cristianos que no adoraban al emperador.
Para complicar más todavía la situación, la presencia de una gran población judía unía a los paganos en odio y persecución a los cristianos. Difamaban a los cristianos delante del gobierno local, incitando a los paganos y a las autoridades a perseguirlos.
Las acusaciones eran las siguientes:
• Canibalismo, con referencia a los símbolos del cuerpo y de la sangre de Cristo en la Santa Cena.
• Celebraciones de libertinaje entre los hermanos, pues los cristianos se trataban como hermanos y hermanas.
• Ateos, pues su Dios es invisible.
• Desleales al emperador.
• Incendiarios, porque predecían el fin del mundo con fuego.
Aun delante de toda esa dificultad, la iglesia de Esmirna era extremamente fiel. Entonces lo que se podría esperar en la carta de Cristo dirigida a esa iglesia es:
“Felicitaciones por su fidelidad, iglesia de Esmirna. No te- man, porque ustedes no sufrirán ninguna dificultad. Su fidelidad es una garantía de que ustedes no tendrán problemas. Su vida será fácil y tranquila”.
¿No es esa la lógica humana?
Pero escuchen lo que Cristo le dice a esa iglesia (leer Apocalipsis 2:8-11):
La comprensión del mensaje de Cristo a Esmirna
• Tome una lapicera y hagamos ahora un ejercicio.
• Ustedes entenderán lo que recibió la iglesia más fiel de las siete.
• Me gustaría que subrayaran las siguientes palabras en ese texto: tribulación, pobreza, blasfemia, sufrimiento, puestos en prisión, puestos a prueba, muerte. Siete cosas, esa es la “perfección” del sufrimiento.
• Seamos sinceros. ¿Ustedes no creen que eso debería ser dirigido a Laodicea (la iglesia tibia), o a Tiatira (la iglesia que fornicaba con Jezabel y la impiedad)?
El significado de la fidelidad
Y es aquí donde muchos no comprenden la fidelidad.
¿Por qué ser fiel? Si soy infiel, sufro; si soy fiel, también sufro.
El dolor golpea la puerta de los fieles y de los infieles; y a veces, hasta parece que los infieles prosperan más (tal vez yo esté hablando a alguien que está golpeando una puerta, después otra buscando un empleo, y usted sabe que hay personas que están empleadas y no son responsables y dedicadas como trata de serlo usted, pero su fidelidad a Dios en el sábado hace que tenga dificultades de encontrar un empleo. Tal vez esté ha- blando a alguien que decidió ser fiel a Dios a través de los diez- mos y las ofrendas, y está sufriendo burlas en casa por parte de personas que dicen que usted está siendo engañado por una iglesia o que tiene dificultades de mantener sus finanzas al día y que, si usted dejara de devolver los diezmos y dar ofrendas, tendría más libertad financiera).
Entonces ¿cuál es el significado de ser fiel?
Necesitamos comprender que la fidelidad no cumple sus principales propósitos en esta Tierra. En la Tierra, los propósitos de la fidelidad se cumplen en mí por la transformación de mi carácter, para que esté listo y poder ir pronto al lugar donde se cumplirán los principales propósitos de la fidelidad que es el Cielo.
Miremos el texto nuevamente. Subrayamos siete cosas que las personas de la iglesia de Esmirna sufrían, pero miremos mejor el texto, y encontraremos siete cosas que recibieron de Dios.
1. La Biblia dice que Jesús mismo habló con la iglesia. Él no envió a un ángel, sino que él mismo habló con la iglesia perseguida. No hay mayor recompensa que el Creador del universo se dirija a alguien de manera personal.
2. “Conozco”, Jesús dice. “El que habla con ustedes, iglesia de Esmirna, es el que murió. Yo pasé por lo que ustedes están pasando”. Nosotros nunca recorremos un camino que Cristo no haya recorrido.
3. “No tengan miedo”. La Tierra no tiene tristeza que el Cielo no pueda curar.
4. “Sean fieles”. La fidelidad está disponible a todo aquel que la desea. Esa es otra bendición extraordinaria disponible para la iglesia de Esmirna y para cada uno de nosotros.
5. “La corona de la vida”. Como vimos en el sermón de ayer, para “corona”, Juan tenía dos palabras disponibles: “diadema” o “stephanos”. Él eligió usar “stephanos”.
• “Diadema” era la corona que el emperador usaba a diario o en el día de su aniversario, no representaba que la merecía o la victoria.
• “Stephanos” era la corona que el emperador, los atle- tas y gladiadores usaban después de una victoria. No hay corona cristiana sin lucha.
6. “Vencedor”. Hay victoria disponible para el pueblo de Dios.
7. “No sufrirá daño de la segunda muerte”.
Fidelidad vs. Infidelidad
El fiel y el infiel pasan por tribulación, enfrentan pobreza, sufren, enfrentan pruebas, pero solo el fiel tiene la garantía de la victoria, de la corona de la vida y de no sufrir el daño de la segunda muerte.
Lo que ustedes deben decidir es: ¿quieren vivir la infidelidad y tener momentos en esta Tierra de aparente alegría o vivir la fidelidad y tener la seguridad de la vida eterna y de la corona de la vida?
Hasta dónde me llevará la fidelidad
Otra lección que nos enseña el mensaje a la iglesia de Esmirna es la siguiente: ¿Hasta dónde estamos dispuestos a ir por la fidelidad? ¿Hasta el sábado de mañana, hasta el diezmo, hasta una ofrenda de vez en cuando? Esta es la cuestión: La iglesia de Esmirna estaba dispuesta a ir hasta las últimas consecuencias por la fidelidad.
“Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”.
¿Por qué no se menciona el diezmo y el sábado en Apocalipsis? Porque el libro está hablando de la fidelidad de los últimos días, y la fidelidad de los últimos días puede llevarnos a la muerte. Es más que guardar el sábado y más que la devolución de los diezmos.
El sufrimiento es seguro, pero también es limitado.
La tercera lección viene del versículo diez, que dice: “y tendréis tribulación por diez días”. La tercera lección es que el sufrimiento es seguro; pero es limitado. Por lo tanto, el mensaje es que los creyentes de Esmirna no deben ser miedosos, sino fieles. No deben mirar el sufrimiento, sino a Dios que todo tiene bajo control.
En los días del férreo imperio romano, el emperador Decio, que lanzó una fuerte persecución contra los cristianos, supo de la noticia de que sus gladiadores, un total de cuarenta, habían aceptado la fe cristiana y que abiertamente profesaban su con- versión contribuyendo a que otras personas aceptaran la misma fe. El airado emperador inmediatamente dio órdenes para que los cuarenta hombres fueran transportados a una región desierta al norte de Armenia, a un lago helado donde deberían ser abandonados, sin comida, sin ropa y sin abrigo. Abandonados para morir con sufrimientos atroces.
Cuando los gladiadores recibieron el cruel mensaje, dijeron: “No negaremos a Jesús, nuestro Salvador”. Escoltados por un fuerte grupo de soldados, fueron transportados al lugar del suplicio, en aquella región desierta, cerca de un lago congelado, allá entre nieves eternas, fueron abandonados para que murieran de frio y hambre.
En el reparo de su carpa, el capitán de la guardia pudo escuchar, esa primera noche, traído por el viento cortante de aquella región friísima, un canto extraño de una linda melodía:
Cuarenta gladiadores, luchan por Jesucristo. Piden la victoria, y reclaman la corona.
Dirigiéndose impresionado a los guardias que lo rodeaban, ese comandante dijo: la devoción de esos hombres hacia su Jefe es estupenda. Lo digo porque sé de la dedicación de los solda- dos romanos al emperador y a Roma. He formado parte en no pocas batallas donde se defendió al Imperio. Pero nunca vi salir del pecho del soldado romano más valiente una manifestación más positiva y sincera de devoción de la que escucho de estos hombres que están allá fuera expuestos al rigor del hielo.
Justamente cuando terminaba de pronunciar estas palabras, la cortina de la carpa se abrió y un desgraciado gladiador arrastrándose, morado de frío y casi por expirar, en un último es- fuerzo, se arrojó a los pies del comandante, y con palabras casi inaudibles, dijo: “Yo reniego de Jesús; me retracto, déjeme vivir”.
El aire frío de la noche trajo el sonido del canto impresionante de voces debilitadas...
Treinta y nueve gladiadores Luchan por Cristo, Piden la victoria, Y reclaman la corona.
El comandante, movido de piedad por el pobre gladiador que desertó, fijó sus ojos en él, y le dijo: “¿Eres el único que se atrevió a venir a mí, renunciando la fe cristiana?”
“El único, señor”, respondió el hombre temblando.
Con un acto incomprensible, el oficial se quitó su casco, lo arrojó sobre el pobre hombre, y le dijo: “Yo iré a tomar tu lugar”.
Y diciendo esto se perdió en la oscuridad de la noche y fue a juntarse con el grupo condenado. Después de pocos momentos, se escuchó de nuevo el canto impresionante de los gladiadores de Cristo:
Cuarenta gladiadores, luchan por Cristo. Piden la victoria, y reclaman la corona.
Llamado
Elena de White termina el libro "El conflicto de los siglos" con las siguientes palabras:
“A medida que Jesús les descubra la riqueza de la redención y los hechos asombrosos del gran conflicto con Satanás, los co- razones de los redimidos se estremecerán con gratitud siempre más ferviente, y con arrebatadora alegría tocarán sus arpas de oro; y miríadas de miríadas y millares de millares de voces se unirán para engrosar el potente coro de alabanza.
“Y a toda cosa creada que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y sobre el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, las oí decir: ¡Bendición, y honra y gloria y dominio al que está sentado sobre el trono, y al Cordero, por los siglos de los siglos!” Apocalipsis 5:13
El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está purificado. La misma pulsación de armonía y de gozo late en toda la creación. De Aquel que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más vasto, todas las cosas animadas e inanimadas, declaran en su belleza sin mácula y en júbilo perfecto, que Dios es amor” (CS, 657).
Hoy quiero invitarlos a tomar la firme decisión de entregarse completamente a ese Dios de amor y bondad y permitirle que actúe en sus vidas y los lleve por un camino de entrega y fidelidad, hasta el día cuando recibiremos la corona de la vida.
¿Cuántos quieren tomar esa decisión hoy?
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