Entregar los diezmos y las ofrendas es un acto sagrado de adoración. La motivación interna del corazón juega un papel importante al momento de entregar nuestros donativos. Lo que es entregado de mala gana, por obligación, así́ sea en una suma cuantiosa e importante, no contará con la aprobación y el agrado de Dios. El fiel discípulo entrega sus donativos por gratitud reconociendo las bendiciones recibidas de su Señor.
1. ¿De qué forma se deben entregar los donativos para evitar la ostentación?
“Hemos de dar sinceramente, mas no con el fin de alardear de nuestras buenas acciones, sino por amor y simpatía hacia los que sufren. La sinceridad del propósito y la bondad genuina del corazón son los motivos apreciados por el cielo” (CMC, 196).
2. ¿Qué pensamiento deberían mantener siempre presente los discípulos de Cristo?
“Se me mostró que el ángel registrador anota fielmente lo que se relaciona con cada ofrenda dedicada a Dios y colocada en la tesorería y también registra el resultado final de los medios así́ donados. El ojo de Dios percibe cada blanca dedicada a su causa y la voluntad o renuencia del donante. También se registra el motivo por el cual se da...” (CMC, 196).
3. ¿Por qué motivo Jesús lo entregó todo por nosotros?
“Cristo lo dio todo por nosotros, y aquellos que reciben a Cristo deben estar listos a sacrificarlo todo por la causa de su Redentor... Si amamos a Jesús, amaremos vivir para él, presentar nuestras ofrendas de gratitud a él, trabajar para él...” (CMC, 197).
“Si hemos dado nuestro corazón a Jesús, le traeremos también nuestros donativos. Nuestro oro y plata, nuestras posesiones terrenales más preciosas, nuestros dones mentales y espirituales más elevados, serán dedicados libremente a Aquel que nos amó y se dio a sí mismo por nosotros” (CMC, 198).
5. ¿Qué sucede cuando entregamos nuestros donativos de mala gana o por obligación?
“Sería mucho mejor no dar nada que dar de mala gana, porque cuando compartimos nuestros recursos sin la intención de dar voluntariamente, nos burlamos de Dios” (CMC, 199).
6. ¿Depende Dios de nuestros recursos para llevar a cabo su obra en este mundo?
"El no depende de nuestros recursos y por lo tanto no será́ restringido por el instrumento humano. Él puede llevar a cabo su propia obra, aunque nosotros no desempeñemos parte alguna en ella” (CMC, 199).
“Todas nuestras ofrendas debemos presentarlas con gozo, porque proceden de los fondos que el Señor ha considerado conveniente colocar en nuestras manos con el propósito de llevar adelante su obra en el mundo, a fin de que el estandarte de la verdad pueda ser desplegado en las zonas rurales y urbanas del mundo” (CMC, 199).
MI DECISIÓN
Dios nos ha dado estas cosas preciosas como una expresión de su amor. El Señor es amante de lo hermoso, y para agradarnos y gratificarnos ha desplegado ante nosotros las bellezas de la naturaleza, así como un padre terrenal busca presentar cosas bellas delante de los hijos a quienes ama. Al Señor siempre le agrada vernos felices. Aunque pecaminosa y con todas sus imperfecciones, el Señor ha prodigado a esta tierra lo útil y lo hermoso. Las bellas flores de variados colores nos hablan de su ternura y amor. Tienen un lenguaje propio que nos recuerda al Dador (Alza tus ojos, p. 325).
Reconociendo que el verdadero motivo para entregar mis donativos al Señor son el amor y la gratitud por las innumerables bendiciones recibidas de su parte, decido ser un fiel colaborador de la Obra de Dios a través de la entrega voluntaria de mis diezmos y ofrendas.
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