Hechos 1:8 Cuenta la historia, que en cierta ocasión dos misioneros contemplaban, admirados, las cataratas del Niágara. En medio de su asombro, uno de ellos dijo: “Estoy seguro de que esta es la fuente de poder más grande en el mundo sin ser usada”. Ante semejante afirmación el otro misionero respondió: “No es así, querido hermano. La fuente de poder más grande sin ser usada es la Persona del Espíritu Santo”. Queridos amigos y hermanos, estoy completamente de acuerdo con esta afirmación. La persona del Espíritu Santo imparte un poder espiritual especial a la vida de los hijos de Dios. En el libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 1, versículo 8, la Biblia nos dice: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”. DESARROLLO Cuando estudiamos la Palabra de Dios nos damos cuenta de que el poder del Espíritu Santo habilita a los hijos de Dios y los transforma de
Un espacio con sermones que procuran fortalecer la fe y la esperanza en Jesús.