Durante la guerra civil de Estados Unidos, Abraham Lincoln se reunió con un
grupo de ministros para un desayuno de oración. Lincoln no asistía a la iglesia,
pero era un hombre de fe profunda, aunque a veces, poco ortodoxa. En un momento, uno de los ministros dijo: “Señor Presidente, oremos para que Dios esté
de nuestro lado”. La respuesta de Lincoln mostró una percepción mucho mayor:
“No, caballeros, oremos para que estemos del lado de Dios”.
Lincoln les recordó a esos ministros que la religión no es una herramienta
mediante la cual hacemos que Dios haga lo que queremos, sino una invitación
a abrirnos a ser y hacer lo que Dios quiere. ¿Cuán dispuesto está a hacer lo que
Dios quiera?
A lo largo de las páginas de la Biblia, constantemente Dios invita a los seres
humanos a que lo obedezcan. El día de hoy estudiaremos cómo la obediencia
puede ser una bendición para nuestra familia y cómo puede hacernos invencibles
en Dios.
LAS BENDICIONES DE OBEDECER
1. Obedecer trae plena bendición. En Deuteronomio 28:1-7 encontramos
una lista de bendiciones producidas por la obediencia.
“Bendito serás en tu ciudad y en el campo”. Una bendición que no se
restringe a un solo lugar, sino que donde estés, él te bendecirá. En las
labores que realices, en la ciudad como fuera de ella.
“Bendito el fruto de tu vientre, de tu tierra y de tu ganado”. Es decir
tus hijos serán bendecidos. También todo lo que nazca o produzca
vida en tu casa será bendecido.
“Bendita será tu canasta y tu artesa de amasar”. El alimento o la producción de alimentos no escasearán.
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24 | INVENCIBLES CON DIOS
“Bendito serás en tu entrar y bendito en tu salir”. Es decir que habrá
bendición en todo el trabajo u obra que realices desde el principio
hasta el fin.
“Jehová derrotará a tus enemigos”. El pueblo de Dios tenía la certeza de
la victoria si es que estaban con Dios. Así serían invencibles.
Obedecer trae bendición incalculable. Si desde pequeños se nos insta
o inculca a obedecer a nuestros padres, ¿cómo no vamos a obedecer
a Dios?
2. Obedecer por amor. La Biblia nos aconseja a obedecer y nos persuade
a hacerlo mostrándonos las bendiciones que Dios nos da. Pero hay algo
más, Jesús declaró: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan
14:15). Entonces obedecer es amar a Jesús. La obediencia que Dios busca de nosotros no es producto de la coacción u obligación, sino del amor.
Por eso en el versículo 21, Jesús dice: “El que tiene mis mandamientos,
y los guarda, ese es el que ama”.
Luego en el versículo 23 afirma: “El que me ama mi Palabra guardará,
y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”. La
promesa es la morada de Dios en medio de aquellos que guardan sus
mandamientos o su Palabra. Esta es la mayor de todas las bendiciones.
Dios desea morar contigo, vivir en tu casa con tu familia, ser parte de la
historia de sus vidas para que sean invencibles.
3. Obedecer produce libertad y felicidad. Cuando obedeces por amor,
eres libre y feliz. Solo por poner algunos ejemplos: cuando un padre
le dice a su hijo que no toque el tomacorriente, ¿lo dice porque quiere
¿molestarlo o protegerlo? ¡Protegerlo! Cuando vas manejando el auto y
ves la luz roja indicando que debes parar, ¿es para molestarte o protegerte? ¡Protegerte!
Entonces aquel que obedece esas indicaciones vivirá dentro de la esfera
de la protección. Aquel que obedece será libre de las consecuencias
desastrosas que conlleva hacer lo contrario. Es por eso que guardar la
Palabra de Dios o los mandamientos es vivir en libertad. Esto decía el
salmista Salmos 119:45 dice: “Y andaré en libertad, porque busqué tus
mandamientos”.
Al obedecer a Dios, vives en libertad. Vives libre de pecado y culpa. Y
esto producirá felicidad en todas las esferas de tu vida. Porque los peores problemas del ser humano, de una familia, de un matrimonio, son
producto de no tener en cuenta los mandamientos de Dios. La Biblia
dice, no robarás, no cometerás adulterio, no codiciarás, no matarás, no
levantarás falso testimonio; si tan solo por amor a Dios y a nuestros semejantes viviéramos respetando esos mandamientos, viviríamos en paz,
SEMANA DE LA FAMILIA | 25
en libertad y felicidad. Pero muchas familias y matrimonios se han destruido por no seguir esos consejos de Dios. Por eso continúa buscando a
Jesús y obedeciéndole por amor, porque él te recompensará.
Sin embargo, si hasta aquí no has caminado en los caminos de Dios y
has desobedecido a su voluntad, recuerda que hay oportunidad para ti.
En Salmos 119:9 podemos leer: “¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu Palabra”. Hay esperanza para limpiar nuestra vida de los
errores del pasado. La Palabra de Dios puede limpiar tu vida y guiarte a
Jesús para comenzar una nueva vida. Atrévete a vivir en la voluntad de
Dios, obedeciéndole por amor.
CONCLUSIÓN Y LLAMADO
Sin duda, obedecer a Dios es una bendición. Permanecer en él es permanecer en la vida. Caminar en sus caminos es caminar en la libertad. Si hoy tú decides
obedecer su voluntad por amor, él te ayudará.
Recuerdo la historia que conté al inicio, cuando un grupo de ministros le dijo
a Abraham Lincoln para “orar para que Dios este de nuestro lado”, el respondió
con una percepción más amplia diciendo: “No oremos para que Dios este de
nuestro lado, sino para que nosotros estemos del lado de Dios”.
A veces nosotros buscamos que Dios este de nuestro lado. Pero por qué no
buscar estar del lado de Dios. Quizá estamos pidiendo o actuando incorrectamente. Es mejor preguntarnos qué desea Dios que haga o cómo desea él que
actúe. Esta actitud te llevará siempre a obedecer a Dios, y hará de ti y de tu
familia: ¡invencibles!
Si deseas venir a Jesús y obedecerle por amor, levántate y oremos juntos
En este momento de dolor y tristeza para las familias _(nombre de las dos familias principales del fallecido)______, saquemos un momento para reflexionar sobre lo que nos dice la palabra de Dios en el libro de Eclesiastés 7: Vs. 1 Vale más el buen nombre que el buen perfume. Vale más el día en que se muere que el día en que se nace. Vs. 2 Vale más ir a un funeral que a un festival. Pues la muerte es el fin de todo hombre y los que viven debieran tenerlo presente. (NVI) La muerte es el fin de todo hombre y los que viven debieran tenerlo presente. La muerte irrumpe en nuestras vidas en un instante. ¿Cómo estás viviendo? Vs. 3 Vale más llorar que reír; pues entristece el rostro, pero le hace bien al corazón Vs. 4 El sabio tiene presente la muerte; El necio sólo piensa en la diversión. (NVI) ¿Tienes presente que algún día también vas a morir? ¿O solo estas pensando de forma egoísta en como divertirte y disfrutar de la vida? Job 14:5 Ciertamente sus días está
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