A veces las tragedias pueden separar una familia. Eso casi sucede con el matrimonio Coble. Sin embargo, ellos permanecieron unidos aun en el dolor.
Chris y Lori tenían 3 hijos, dos niñas y un varón. Un día, Lori junto con su madre y sus tres hijos decidieron ir a celebrar el cumpleaños del hijo mayor. Fueron
al centro comercial. Todo fue muy lindo, los niños jugaron mucho. Al atardecer
decidieron regresar a casa. Lori iba conduciendo el auto y al salir a la carretera
se detuvo porque había un atasco en la ruta. De pronto un camión con 18 mil
kilos de cargamento los impactó por detrás a más de 100 Km/h. El resultado fue
trágico. Los tres niños fallecieron. Chris recuerda que su hijo mayor tuvo que ser
desconectado porque tenía muerte cerebral y, mientras lo desconectaban, él
puso la mano sobre el pecho de su hijo y sintió lentamente como el corazón del
niño dejaba de latir.
Chris y Lori tuvieron que enfrentar el funeral y después la casa vacía sin niños. Ya no escuchaban las risas y los alborotos de sus pequeños. Eso los estaba
sumiendo en una gran depresión. Pero hicieron un pacto: “Ninguno de los dos
se suicidaría, bajo ninguna circunstancia, y que estaba prohibido dejar al otro
solo”. Fue ese pacto de unidad que los ayudó a salir de esa situación. Tres meses
después, decidieron tener más hijos. Lori quedo embarazada y la sorpresa fue
mayor: tuvo trillizos. El 30 de abril de 2008, nacieron dos niñas y un varón. Fue un
milagro. Ellos dicen: perdimos 3 hijos pero Dios nos dio otros tres.
Ellos hicieron el esfuerzo de unirse y juntos pasaron lo peor de la tragedia.
Sin duda, la unidad familiar o unidad matrimonial traerá grandes resultados. Y
mucho más si estamos unidos con Cristo. Hoy estudiaremos sobre eso.
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18 | INVENCIBLES CON DIOS
EL PODER DE LA UNIDAD
1. Unidad matrimonial. En Génesis 2:21-24 se narra el momento en el
cual Dios creó a Eva a partir de la costilla de Adán. Esto con el objetivo
que los dos sean coiguales y haya unidad entre ellos. Por eso Adán dijo:
“Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne”. Luego Dios
declaró: “dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer,
y serán una sola carne” (v. 24).
La unidad es la clave para el éxito matrimonial. Dios lo manifestó desde
el principio. Eran los dos los que debían encargarse del Edén. Eran los
dos los que ahora escribirían su historia. Fueron los dos los que tuvieron
que enfrentar sus errores y salir del Edén. Fueron los dos los que lloraron al descubrir el cuerpo inerte de su hijo Abel asesinado por su propio
hermano Caín. Fueron los dos los que se alegraron con la llegada de su
tercer hijo Set. Fueron los dos los que se alentaban y animaban en la espera de la venida de su Redentor. Con sus luchas, problemas y desafíos,
pero los dos unidos debían enfrentar todos esos desafíos.
Más adelante, Jesús refiriéndose al matrimonio del Edén, reafirmó el
principio de unidad en el matrimonio. Unidad que el hombre no debería
romper.
2. Unidad en el Espíritu Santo. El apóstol Pablo comparó la unidad matrimonial a la unidad de Cristo con su iglesia. Eso coloca al matrimonio en
un pedestal muy importante. Y cuando Pablo se dirige a la iglesia como
cuerpo de Cristo para brindarles consejos, se está refiriendo explícitamente a nosotros. Pablo dice: “Os ruego que andéis como es digno de la
vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre,
soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en
guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efe. 4:1-3).
Él hace referencia a que debemos guardar la unidad del Espíritu. Es decir
el Espíritu Santo es el que produce la unidad entre los creyentes y por
ende en el matrimonio. Esta unidad se da en el vínculo de la paz. Esto
nos lleva a ver los frutos del Espíritu: gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, etc. Si estos frutos nacen en un hogar, el hogar sin duda
tendrá unidad.
3. La unidad en Cristo. Jesús oró por la unidad de sus discípulos con él. En
Juan 17:21, Jesús ora diciendo: “para que todos sean uno; como tú, oh
Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para
que el mundo crea que tú me enviaste”.
Las palabras de Jesús están dirigidas a sus discípulos de todas las épocas de la historia humana. Él deseaba que todos estuvieran unidos a él.
Porque la unidad con Cristo produce vida. Porque solo en Cristo hay
SEMANA DE LA FAMILIA | 19
verdadera paz. Aunque Jesús estaba hablando en un contexto eclesiástico y salvífico, podemos aplicarlo a las familias en el sentido de que la
iglesia está compuesta de ellas. Y las familias unidas producen iglesias
unidas.
La unidad que Cristo quiere que busquemos y tengamos no se compara a la aparente unidad que el mundo ofrece. Quizá tú has buscado la
unidad de tu familia invirtiendo mucho dinero en un viaje, comprando
cosas de valor para tus hijos o esposa, celebrando o realizando fiestas.
No digo que hacer eso sea malo, pero si eso es todo lo que has estado
haciendo, te equivocas. Porque la unidad no se obtiene con nada de
este mundo. La unidad no se compra con dinero. La confianza, el amor,
no se obtienen de esa forma. La verdadera unidad esta en Cristo y tu
matrimonio necesita de Jesús. Tu familia necesita de Cristo.
CONCLUSIÓN Y LLAMADO
Cuando leí por primera vez la historia de Chris y Lori Coble, mi corazón se
entristeció muchísimo. Y, a medida que iba leyendo, mi corazón se llenaba de
esperanza. Ellos tuvieron que enfrentar el dolor más profundo, perder a sus tres
hijos en un mismo día. Pero, en lugar de echarse la culpa, en lugar de buscar un
culpable o dejarse llevar por la tragedia del momento, se unieron para fortalecerse juntos. Buscaron a Dios en oración. La comunidad se unió con ellos en
oración. Su iglesia los acompañó en esos momentos de angustia. Se prometieron
estar juntos todo el tiempo para fortalecerse.
Entonces Dios, del dolor hizo florecer la esperanza. Porque así es Dios, de
la tragedia él hace maravillas para mostrar que su poder es infinito. Chris y Lori
buscaron tener más hijos. Y Dios los bendijo con trillizos. Ellos tomaron eso como
una respuesta de Dios para seguir adelante. Dios es experto en iluminar las tinieblas. Sin duda la unidad en Cristo nos hace invencibles. Ora diciendo: Señor
ayúdame a amar y a unirme más a mi esposo o esposa. ¿Qué te parece si oramos
juntos? Levántate para orar.
En este momento de dolor y tristeza para las familias _(nombre de las dos familias principales del fallecido)______, saquemos un momento para reflexionar sobre lo que nos dice la palabra de Dios en el libro de Eclesiastés 7: Vs. 1 Vale más el buen nombre que el buen perfume. Vale más el día en que se muere que el día en que se nace. Vs. 2 Vale más ir a un funeral que a un festival. Pues la muerte es el fin de todo hombre y los que viven debieran tenerlo presente. (NVI) La muerte es el fin de todo hombre y los que viven debieran tenerlo presente. La muerte irrumpe en nuestras vidas en un instante. ¿Cómo estás viviendo? Vs. 3 Vale más llorar que reír; pues entristece el rostro, pero le hace bien al corazón Vs. 4 El sabio tiene presente la muerte; El necio sólo piensa en la diversión. (NVI) ¿Tienes presente que algún día también vas a morir? ¿O solo estas pensando de forma egoísta en como divertirte y disfrutar de la vida? Job 14:5 Ciertamente sus días está
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