INTRODUCCIÓN
1. Hay millones de personas que por nada del mundo tomarían una decisión
importante sin consultar antes a las estrellas.
a) Buscan dirección en los horóscopos acerca del rumbo que deben seguir en
asuntos tan delicados e importantes como la profesión, el matrimonio y los
negocios.
b) Dicen que en el preciso momento en que nace una persona se forma en los
cielos un mapa concerniente a la misma y que el secreto del éxito consistiría
en descubrir ese plano y seguirlo. Creen que el carácter y el destino de una
persona quedan determinados por la posición de los astros en el momento
de su nacimiento.
2. La gente de negocios se dio cuenta de ese interés.
a) Los comercios ofrecen toda clase de artículos con los signos del zodíaco:
servilletas de papel, cortinas, pañuelos, talco, prendedores, etc., etc., y otras
mil cosas que ostentan toros, escorpiones, peces, leones, capricornios, y
demás signos.
3. Por otro lado, para muchos la astrología les resulta buen negocio al escribir
sobre los signos.
a) El más conocido de los astrólogos norteamericanos es Carrol Righter, quien
gana un dineral. Este decano de la astrología escribe una columna diaria para
306 periódicos. Lo leen unas 30 millones de personas y se considera que su
renta o ingresos anuales no bajan de los 300 mil dólares. (Visión, 17-VI-72).
Quizá por eso (o quizá no) 1.200 de los 1.750 periódicos de EE.UU. publican
horóscopos.
b) Dicen que en ese país hay 10.000 astrólogos tiempo completo y 175.000 más
que lo hacen en ratos libres.
4. Cada tanto uno se entera de cosas bien curiosas, como lo que ocurrió en
Glendale, California, donde se publicó un librito preparado por un peluquero,
titulado “El horóscopo astrológico de su perro.”
5. Resulta curioso hablar de lo que piensan en otras latitudes, pero no olvidemos que también en nuestra tierra se cree mucho en la astrología.
6. Sin duda será bueno que, antes de seguir desarrollando la conferencia, les
explique cuál será el planteamiento de la misma:
a) En primer lugar, hablaré un poco acerca de la astrología: su historia, los
fundamentos que se invocan.
b) Luego veremos hasta qué punto puede aceptar o no la vigencia de los
horóscopos, un creyente en Dios.
c) También señalare una fuente muy confiable de profecías que nos permite
entrar en el futuro.
I. HAGAMOS UN ANÁLISIS DESAPASIONADO DE LA
ASTROLOGÍA
1. Comencemos con la historia de ella:
a) Habría surgido en Babilonia.
b) Llegó a occidente por Egipto, Grecia y Roma
c) En la Roma de los Césares, el mundo mediterráneo fue conquistado por la
astrología.
d) Durante la Edad Media, debido a la prohibición de la iglesia quedó, diríamos,
aletargada.
e) En el siglo XVI, aquel amigo y consejero de Catalina de Médicis llamado
Michel de Notre Dame (Nostra Damus) (1503-1566) volvió a sacudir la
imaginación con sus predicciones.
f) Durante la era de la razón o del iluminismo, su falta de base científica
demostrable volvió a eclipsarla.
g) Lo extraño es su resurgir en esta época de tanto adelanto científico y
tecnológico.
2. Cuando uno analiza el tema, no puede deshacerse de algunas inquietudes:
a) Además del tajante manifiesto firmado por 186 científicos norteamericanos,
entre los que figuran 18 galardonados con el premio Nóbel, negando a la
astrología toda base o fundamento científico (Siete Días ilustrados, 31/*-XI75), uno piensa en lo que publicara la revista Eternity.
b) (1) ¿Por qué diferentes astrólogos dan interpretaciones distintas a un mismo
cuadro astrológico?
(2) ¿Por qué los mellizos idénticos, nacidos a la misma hora y bajo el mismo
signo del zodíaco, con frecuencia resultan tan diferentes en su personalidad
y tienen rasgos opuestos de carácter?
(3) ¿Por qué las predicciones astrológicas no encuentran respaldo en los
estudios estadísticos?
Según la astrología, la gente que nace bajo determinados signos está más
inclinada a elegir ciertas profesiones. Por ejemplo, los niños nacidos bajo
libra debieran tener más inclinación artística que otros.
-Sin embargo, un estudio realizado con 2.000 pintores famosos y místicos
destacados, demostró que tal no era el caso (Eternity, oct. 1970).
3. Creo que hay un escollo mayor aún para los creyentes en la astrología: El
zodíaco se divide en doce “casas” o secciones. A cada una de estas “casas” le
corresponde un signo diferente:
1) Aries
7) Libra
2) Tauro
8) Escorpio
3) Géminis
9) Sagitario
4) Cáncer
10) Capricornio
5) Leo
11) Acuario
6) Virgo
12) Piscis
“Lo que pone en ridículo todo este asunto, es que la astrología no se ha desarrollado
al mismo paso que la astronomía.
Desde el 150 A.C., cuando cristalizó el actual
sistema astrológico, el zodíaco se ha corrido en una casa completa, y este hecho
por sí solo invalida y destruye esta pseudociencia. Esto significa que todos los
que creen que nacieron bajo Escorpio, y todos los que creen que nacieron bajo
Escorpio, realmente nacieron bajo Sagitario. Por lo tanto, la astrología moderna
no tiene nada que ver con los planetas o las estrellas reales, sino tan solo con
astros ficticios”. (Eternity, oct. De 1970, citado por S.I. Collins como autoridad
en la materia el articulista – en “la personalidad triunfadora del joven moderno”,
p. 12).
4. Quizá a esta altura usted se está preguntando algo que yo también me
pregunté:¿Por qué, entonces, la gente cree en los signos astrológicos?
Me resultó
muy interesante la opinión publicada por el Dr. Humberto Raúl Treiyer, que
podemos resumir así:
a) A la gente le gusta pensar que la culpa no está en ellos sino en las estrellas.
- La astrología proporciona un fácil escapismo personal.
- La persona no sería culpable de lo que hace.
- Todo estaría determinado por los astros.
- La responsabilidad de las acciones individuales sería entonces
extrapersonal, extrahumana y hasta extraterrestre.
- Encuentra cauce la vieja tendencia a las excusas que como humanos
tenemos y que tan patéticas se muestran en Adán y Eva.
b) El fracaso de las religiones tradicionales ha traído gran incertidumbre sobre la humanidad.
-Y el hombre es religioso por naturaleza no puede
vivir sin creer en algo, aunque sea en el ateismo.
c) El deseo de penetrar en el incierto futuro.
- La astrología promete revelarlo.
- Promete la compañía de las estrellas.
d) “Ciertas personas creen que con haber consultado acerca de su futuro ya han
hecho cuanto era necesario a favor de su porvenir.
- Cuesta mucho menos trabajo dirigirse a un astrólogo que labrarse uno
mismo la suerte.
II. ¿PUEDE UN CREYENTE EN DIOS CREER EN LOS SIGNOS
ASTROLÓGICOS?
Para contestar esta pregunta debemos saber en qué se basa la astrología, por qué los
antiguos creían en ella.
1. Los antiguos, al dar sus nombres a los planetas, creían que cada planeta tenía un
dios distinto que influía sobre el planeta para que, a su vez, éste influyera sobre
la gente.
a) Por eso creían en la influencia de los astros sobre las personas.
b) Sin la mitología la astrología carecía de sentido.
c) Ellos eran politeístas. Creían en muchos dioses.
2. ¿Puede un cristiano creer en esto y seguir siendo cristiano? ¿En cuántos dioses
creemos?
a) Los cristianos, al menos, no somos politeístas (no creemos en muchos dioses)
b) Los hebreos, los musulmanes y otros, al igual que los cristianos, creemos en
que hay un solo Dios verdadero.
3. Siendo que nosotros creemos en un solo Dios verdadero, creador del universo,
no aceptamos la idea de que haya un dios diferente en cada planeta.
a) Creemos que los planetas no piensan ni tienen un dios en particular.
b) Por lo tanto, no hay ninguna influencia fuera de la relación de fuerzas de
gravedad que nada tiene que ver con el destino de una persona.
c) La ausencia de esos dioses en cada planeta reduce la teoría de la relación de
influencias astrales a una simple fábula.
4. El profeta bíblico Daniel vivió en la misma cuna de la astrología: en Babilonia.
¿Qué nos dice al respecto?
a) El sabía mucho de astrología, pues sus compañeros de palacio eran los
mayores astrólogos del mundo.
b) También conoció el futuro, pero él nos dice cómo obtuvo su información acerca del mañana. Daniel 2:19-23, 27,28.
c) Y acto seguido reveló 2.500 años de historia que van desde sus días hasta los
nuestros. Y no son predicciones ambiguas como las que suelen aparecer en
los horóscopos, que no importa lo que ocurra, parece como si se cumpliesen.
La de la S.Biblia son bien claras y exactas.
5. Cuál es la opinión de Dios.
a) Según Dios hay consultas que están de más Deuteronomio 18:9, 10-14; Isaías
47:13, 14.
b) Pero él tiene interés de introducirnos en el futuro. Amós 3:7.
III. LAS PROFECÍAS LEGÍTIMAS
1. Ya desde la antigüedad se aconseja al creyente en Dios a buscar su futuro en el
Señor. Isaías 8:19.
2. El apóstol Pedro nos dice dónde encontrar esa orientación de parte de Dios. 2 Pedro
1:19-21.
a) Esa palabra profética es la Santa Biblia.
b) Dice el apóstol Pedro que haremos bien en estar atentos a ella.
c) La razón es muy sencilla: Dios le inspiró, es su revelación para nosotros.
3. Cree que es digna de confianza.
a) Tiene unas 2.300 profecías.
b) Hasta donde he podido investigar, ninguna de ellas ha fallado.
c) Muchas de ellas están en pleno cumplimiento en nuestros días.
d) Otras aún se proyectan hacia el futuro.
4. ¿No le parece que en lugar de poner nuestra confianza en los astros muertos e
inconscientes, deberíamos poner nuestra fe en el creador de los astros?
5. Por eso es que le ánimo a creer en la Biblia, como la palabra de Dios que
penetra en el futuro.
a) Con el mismo entusiasmo e interés con el que leía cada día la página de los
horóscopos, leer la Santa Biblia.
6. ¿Les interesaría que en alguna de estas noches analizáremos algunas de estas
interesantes profecías de la Biblia?
No se pierden el tema del sábado sobre las
ocho palabras que cambiaron la historia del mundo.
CONCLUSIÓN
1. Evidentemente, la astrología está muy generalizada en nuestros días.
2. Respeta las opiniones ajenas pero, siendo que:
a) Se basa en postulados politeístas paganos,
b) Que no tiene base científica demostrable,
c) Que no tiene cabida en el pensamiento monoteísta cristiano,
d) Y que Dios no la aprueba.
Me parece que haríamos bien en replantear nuestra posición frente a los
horóscopos.
3. Leamos 2 Pedro 1:19-21
4. Dios promete una bendición para aquel que presta atención a las profecías de su
Santa Palabra Apocalipsis 1:3
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