CRISTO REFUGIO PARA QUIEN PERDIÓ TODO.
GÉNESIS 3:14
GÉNESIS 3:14
La historia de Moisés es una de las historias más fascinantes de toda la Biblia. Tal vez no exista otro hombre que haya tenido una misión tan grandiosa como la misión de Moisés, que fue liberar al pueblo de Dios de la nación más poderosa en aquella época y conducirlo a la tierra prometida. Moisés fue llevado de forma milagrosa hasta el palacio de faraón, y de forma milagrosa, también de Dios, fue educado por su propia madre a pesar de estar en una tierra extranjera. Moisés fue educado en todo tipo de conocimiento de la época, fue entrenado en cálculo, aritmética, astronomía y todas las ciencias de Egipto. Moisés fue preparado para hacer el futuro faraón un día, sin embargo Dios tenía otros planes para su vida. Hay situaciones de nuestra vida en las que suceden cambios que aparentemente a los ojos de las personas parecen cambios para peor, sin embargo a los ojos de Dios esos cambios son para acercarnos a él. Para prepararnos para una jornada en dirección al cielo. Porque Dios sabe que sí continuásemos de la forma en la que estábamos viviendo anteriormente, el cielo estaría mucho más lejano, no por los méritos o por las obras que nosotros pudiésemos hacer, sino porque ese estilo de vida nos alejaría de la presencia de Dios. Justamente fue con 80 años de edad y viviendo en el desierto junto a los animales el bajes durmiendo muchas veces a la intemperie pasando frío en la noche y calor durante el día, fue que Moisés aprendió a tener una mayor comunión con Dios. ¿Cómo podría Dios llamar a un libertador de su pueblo que no supiera lo que significaba vivir en el desierto si era justamente por el desierto que Dios habría de conducir su pueblo en dirección a la tierra prometida?. No sé cuántos de nosotros seríamos capaces de dar la vacante de un empleo a una persona de 80 años de edad. No sé cuántos de nosotros pondríamos de gerente general de nuestra fábrica o de nuestra empresa a una persona que vive en el desierto, lejos de los grandes centros urbanos, y qué además tiene en su prontuario antecedentes criminales un homicidio. Probablemente Moisés estaba lejos de todos los conceptos aceptables de los padrones humanos que se pueden manejar a la hora de escoger a alguien para administrar una gran tarea que involucre muchas personas. Sin embargo Dios estaba trabajando en su vida imperceptiblemente desde hacía muchos años.
Cuando él lo llama conforme está registrado en Éxodo capítulo tres y versículo 13 y 14 la Biblia dice lo siguiente: “pero Moisés insistió: supongamos que me presento ante los israelitas y le digo ‘el Dios de sus antepasados me ha enviado ustedes’. ¿Qué les respondo si me preguntan: ‘¿Y cómo se llama ?’”. Entonces Dios respondió a Moisés y le dijo: “Yo soy el que soy. Esto es lo que tú le responderás a los israelitas “Yo soy me ha enviado”. Es interesante que en el Nuevo Testamento existen dos palabras para la expresión del verbo ser. Existe la expresión ya nomás ahí, que significa algo que hoy día es pero que no será necesariamente mañana. En la expresión que aparece mencionada en Juan 8:58, cuando Jesús le dice a los maestros de la ley “antes que Abraham fuese yo soy”, la Biblia utiliza en la primera parte la palabra ya nomás ahí porque Abraham existió en el pasado, pero en el momento que Jesús hablaba, pero ya no existía, porque Abraham estaba muerto. O sea ya nomás es una expresión utilizada por una cosa que existe por un periodo de tiempo. Sin embargo la segunda parte del versículo Jesús dice, ‘antes que Abraham fuese yo soy’, y la expresión utilizada aquí es el verbo EIMI. El verbo EIMI significa algo que es hoy, que existió ayer, y que existirá mañana. El verbo EIMI se refiere a algo o alguien que siempre existió y que siempre existirá. Este mismo verbo aparece en Éxodo tres, versículo 14 donde Dios le dice a Moisés ‘Yo soy’. Di al pueblo que yo existo hoy, que ya existía ayer y que existiré mañana. Por lo tanto, Moisés, no tengas miedo. Años más tarde Dios le da las tablas con los 10 mandamientos a Moisés y Dios escribe con su propio dedo los 10 mandamientos para demostrar que su ley es eterna y que ella, es una fuente de protección y una carta de amor para cada uno de nosotros. La Biblia nos dice que años más tarde Dios escribe en la pared en el palacio del rey Belsasar para advertirle acerca del juicio, un juicio donde él a pesar de tener muchas oportunidades, sin querer aprovecharlas, es encontrado en falta. En el Nuevo Testamento en el capítulo 8 de Juan, encontramos a Jesús al lado de una mujer prostituta. Una mujer a quien los propios judíos querían apedrear. El mismo Dios que escribió con su dedo en las tablas de la ley los 10 mandamientos, y que escribió en el muro del palacio del rey babilónico ahora se agacha y le dice a los judíos: “aquel que esté libre de pecado que arroje la primera piedra”, se agacha y comienza escribir en la tierra con su propio dedo; pero lo que escribe ahora, es una sentencia de gracia, de perdón, de misericordia, de una segunda oportunidad, de una nueva chance para una mujer está a punto de morir.
CONCLUSIÓN
El mismo Dios que llamo a Moisés para llevar a cabo una de las mayores tareas que un ser humano haya podido tener; El mismo Dios que escribe con su dedo los 10 mandamientos sobre la piedra; el mismo Dios que escribe en una pared una sentencia de juicio, el mismo Dios que escribe en la tierra una sentencia de gracia quiere escribir con su propio dedo, el día de hoy, en su corazón. El libro de Apocalipsis en el capítulo tres y el versículo 20, Jesús dice: “He aquí que estoy a la puerta y llamo si alguno oye mi voz y abre la puerta entraré a él, cenaré con él y él conmigo”. Jesús quiere escribir su nombre en el libro de la vida del Cordero; él quiere tener un encuentro personal contigo, pero él no va a forzar la puerta, él no va a actuar con violencia, él solo lo está invitando a una jornada rumbo a la tierra prometida. Cristo es el único refugio cuando suceden cambios inesperados en nuestra vida. Confiemos en que él conoce el futuro de antemano porque ya existía ayer, existe hoy, y existirá por toda la eternidad
Comentarios
Publicar un comentario