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Daniel Solano
"Él respondió y dijo: Escrito está: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”" Mateo 4:4
PROPÓSITO DEL MENSAJE:
Mostrar que, en cualquier momento de la existencia humana, la providencia Divina está siempre presente. La providencia divina se expresa de forma amplia, cuando el ser humano se basa en la Palabra de Dios. Pues sin la Palabra no puede haber seguridad ni cimiento.
INTRODUCCIÓN
"La Biblia es la única regla de fe y doctrina. Y no hay nada más a propósito para vigorizar la mente y fortalecer el intelecto que el estudio de la Palabra de Dios. No hay otro libro que sea tan poderoso para elevar los pensamientos y dar vigor a las facultades como las vastas y ennoblecedoras verdades de la Biblia. Si se estudiara la Palabra de Dios como es debido, los hombres tendrían una grandeza de entendimiento, una nobleza de carácter y una firmeza de propósito que rara vez se ven en. estos tiempos.
Millares de hombres que ministran en el púlpito carecen de las cualidades esenciales de la mente y del carácter, debido a que no se aplican al estudio de las Escrituras. Se conforman con un conocimiento superficial de las verdades que están llenas de ricas profundidades de significado; y prefieren seguir así, perdiendo mucho en todo sentido, más bien que buscar con diligencia el tesoro oculto". (Ed., 225).
"La lectura reverente de la Palabra de Dios es un factor estabilizador en la vida de cualquier hombre. es bueno oír lo que el Señor dice a sus santos." 1CBA, 1076. "Escucharé lo que hablará Jehová Dios; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se vuelvan a la locura." Salmos 85:8.
"El permitir que los niños que los niños se críen sin tener conocimiento de la Palabra constituye una locura. Las Escrituras fueron dadas para ser leídas y meditar en ellas. Su sabiduría debe ser la herencia de nuestros hijos. Cuando no se da a los jóvenes la debida instrucción religiosa, se está faltando a un deber elemental" 1CBA, 1076.
"El orden de sucesión es oír, aprender, temer al Señor, observar la ley" 1CBA, 1076. Ver. Deuteronomio 31:11, 12.
No solo de pan vive el hombre, sino que de toda Palabra que sale de la boca de Dios, es una cita bíblica que revela un ámbito espiritual, clave para el creyente de estos tiempos. Donde la estructura mundana tiene atrapada a miles de personas en un sistema terrenal, donde se nos enseñó desde niños, que sin lo material, sin el trabajo, sin títulos universitarios, no podemos tener un nivel aceptable y cómodo en la sociedad.
Si, es cierto que Dios quiere que tengamos todas las comodidades, pero se distorsiona al punto tan trágico, que dejamos en último lugar el reino de Dios, es en ese afán de buscar humanamente, sin confiar en un Dios, que es claro en su palabra. Nada material es eterno, pero la palabra de Dios nunca pasa. Esta es la clave para que satanás no juegue con nuestras necesidades y podamos resistir las tentaciones. Jesús dijo que No solo de pan vive el hombre, sino que de toda Palabra que sale de la boca de Dios, quiso decir algo más que una respuesta al tentador.
Uno necesita comer para vivir, y beber. Son necesidades básicas. Jesús tenía hambre, y sed, necesitaba comida y agua. Pero, más allá de la necesidad de alimento y bebida para vivir, él dijo que su vida se sustentaría no sólo de pan, sino, más bien, de la palabra del padre, esta palabra trae vida espiritual, y quien está vivo espiritualmente puede penetrar el reino de Dios, y hacer la voluntad del Padre.
Ningún sistema del mundo puede impedir, cuando los principios de morir a la carne, y a la tentación son establecidos con firmeza, esto lo llevara sin duda alguna a la vida del espíritu y a la eternidad del reino de Dios. En tres ámbitos distintos satanás intentó hacer caer a Jesús, y lo hizo a través de la Palabra, indicando que hasta los demonios conocen la Palabra, cuanto más el creyente que debe respirar y caminar en su forma total, por medio de la palabra de Dios.
1. JESÚS LLEVADO AL DESIERTO
Mateo 4.4 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador; y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. El respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
El pan representa el sustento, la vida y las necesidades de este mundo, los afanes terrenales. La primera tentación es también nuestra primera tentación, vivir de acuerdo con las leyes y los afanes de este mundo, y no conforme al reino de Dios, No solo de pan vive el hombre.
También tiene que ver con nuestra comunión con Dios, con nuestra santidad y con no tentarlo con nuestra llana manera de pensar. Si parafraseáramos, adaptando el texto a nuestros días, lo que está diciendo el diablo sería algo así: Usa tu poder en Cristo para ser admirado, para saciarte a ti mismo, para manipular a la gente; actúa independientemente. ¡Tú eres grande! Eres santo, Cristo te guarda, pero puedes auto complacerte mediante el pan ¿de qué te preocupas?
Jesús se guardó siempre de estar en el centro de la voluntad del Padre. Se sometió, fue obediente hasta la muerte, en humildad, en amor, en negación y servicio a los demás. Los cristianos serán guerreros victoriosos cuando aprendan la verdadera negación a sí mismos por amor al evangelio, cuando nuestro testimonio sea de fe y de alabanza a Dios, y no de quejas ni auto complacencia. Y cuando entendamos qué es, verdaderamente, la sangre que fue derramada, y cuál es su poder, entenderemos y viviremos para Él.
4. Permanecer significa no dejar de ser persuadidos por su verdad, y significa nunca elevar alguna otra verdad por encima de ella.
- Permanecer significa no dejar de sentirnos atraídos por su belleza y valor, nunca mirar a algo como más hermoso o más valioso o más atractivo que la Palabra.
- Permanecer significa nunca dejar de descansar en su gracia y poder, nunca alejarnos como si en otro lugar pudiera encontrarse una paz mayor.
- Permanecer significa nunca dejar de comer y beber de la Palabra como el pan del cielo y el agua viva, como si la vida pudiera encontrarse en otro lugar.
- Permanecer significa nunca dejar de caminar en la luz de la Palabra, como si otra luz pudiera mostrar los secretos de la vida.
2. JESÚS CONECTADO CON DIOS
Jesús conocía, a través de la íntima comunión con el padre, que la autoridad proveniente de la misma esencia del padre, fluía y se movía a través suyo. Estar con su padre era lo que saciaba su alma, nutría sus huesos y lo llenaba de paz.
Nosotros, muchas veces, al estar un buen rato o quizás una temporada rodeados de gente inconversa, nos sentimos mal; anhelamos hablar con alguien que hable nuestro idioma, el del espíritu. Buscamos gente cristiana para hablar con ellos y esto es, ciertamente, un verdadero refrigerio. Jesús no tenía a nadie con quién hablar de igual a igual. Solo Él estaba investido y lleno del espíritu de Dios; solo
Él entendía lo que era negarse a la carne y vivir por el espíritu. Jesús estaba terriblemente solo. Solo con el padre podía hablar con libertad, y en esto se basó su vida victoriosa. Jesús se sometía 100% a la voluntad del Padre. Estaba en comunión continua con Él, sometido a Él. Y esto hacía que el diablo no pudiera tocarlo en lo más mínimo. Había seguramente miles de necesidades alrededor del ministerio de Jesús, pero el Señor solo hacía lo que oía del Padre.
En el estanque de Betesda había una multitud de enfermos esperando que descendiese el ángel a mover las aguas; sin embargo, Jesús sólo sanó a un paralítico. Cuando vinieron a decirle que Lázaro estaba enfermo, esperó tranquilamente dos días. Jesús veía el propósito de Dios; estaba atento a la dirección del Padre. Fue también con un propósito que no se subió a la barca cuando vino la gran tempestad sino que se fue caminando sobre las aguas. El estar comprometido de esa forma a escuchar la voz de Dios para dar cada paso, hacía invencible frente a las asechanzas del diablo. Lo triste es ver tantas vidas tan afanadas por las cosas terrenales, que no tienen tiempo de escuchar la voz de Dios.
Es más fácil ir al pastor y decirle que ore por una dirección para su vida, que doblar las rodillas hasta penetrar el lugar Santísimo y, cara a cara con Dios, escuchar de él su perfecta voluntad. Esto implica disciplinar la carne y someterla, esto implica estar comprometidos y enamorados del Señor. ¡Ahí es donde está la verdadera victoria, en escucharlo a Él! resistir al diablo es una poderosa determinación.
El problema radica en que no estamos totalmente hartos del enemigo de nuestras almas. Estar harta conduce a una violencia espiritual de tal magnitud que le declaras la guerra a muerte a tu opresor. Estás determinado a vencer con la ayuda de Dios cueste lo que cueste. ¡Hay que tomar decisiones que conduzcan a cambios radicales en tu vida!
CONCLUSIÓN
Debemos anhelar estar en un reino que se rige no por las carencias humanas y las leyes limitadas de lo terreno, sino por la palabra creadora de Dios. Jesús le está decretando al diablo que la Palabra de Dios es la suprema autoridad. Que quien está decidido a derrotarlo es Él, y no viceversa. Está hablando y estableciendo principios totalmente contradictorios a las leyes de la naturaleza, está decretando que su vida está total y absolutamente sustentada y protegida por la Palabra de Dios. El primer paso para la victoria es, entonces, determinar en nuestro corazón y hacerle saber al diablo que vivimos y dependemos 100% de la Palabra de Dios, y que ella es infalible, todopoderosa, ilimitada y eterna. Esto no es algo dogmático, ni meras letras grabadas en nuestra fugaz memoria, sino que es Palabra viva, impregnada en nuestro espíritu; es conocimiento revelado a lo más profundo de nuestro ser. Porque sabemos que el cielo y la tierra pasarán, pero su palabra no pasará, porque así lo ha dicho el Señor.
Mientras usted piensa que del esfuerzo que haga, de eso depende su sustento, está bajo maldición. Porque Dios maldijo al hombre y le dijo: Ganarás el pan de tu boca con el sudor de tu frente. Pero Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición, porque escrito está: maldito el que fuere colgado en un madero.
LLAMADO
1. Este año, iniciamos con nuevos retos, expectativas, nuevos planes. Añoramos muchísimas cosas personales, familiares, laborales. Sin embargo, la mejor forma de que cada plan se realice, es a través del estudio de la Palabra de Dios. Es por ello, que la mejor forma es poder tener un encuentro diario con Él.
2. Cuando el pueblo de Israel estaba en el desierto, Dios envió Maná del cielo. Hoy, que estamos en el desierto de este mundo, necesitamos el Maná de la Palabra de Dios. Necesitamos estudiar la Biblia, y la herramienta es la lección de la Escuela sabática, que ayuda al creyente a cimentar su fe en Dios a través de un estudio sistemático. Por eso te animamos que inicies con el plan de ahorro 2020 y asegures tu alimento diario.
3. Mientras usted esté en maldición, el diablo comerá del polvo con que usted está hecho; le robará y devorará su sementera, porque habrá estado sembrando entre cardos y espinos, y no verá el fruto. ¡Salga de ahí!, sabiendo que no solo de pan, de lo natural vive el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios. Mi amigo; si Jesús venció la tentación con la certeza de la Palabra, ¿por qué no colocar a la Palabra como centro de nuestras vidas?
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