INTRODUCCIÓN
1. Ilustración: Un día durante una clase de psicología para adultos, el profesor dijo a su clase: “Juguemos todos un juego”. Luego pidió un voluntario, una mujer llamada Sarah se ofreció. Escribieron los nombres de las treinta personas más importantes de su vida en la pizarra. Sarah escribió el nombre de sus familiares, parientes, amigos y vecinos.
El profesor le dijo que borrara los tres nombres que consideraba menos importantes. Sarah se detuvo brevemente y luego borró el nombre de sus colegas. El profesor le dijo que quitara cinco nombres más de la pizarra. Y continuó borrando los nombres de sus vecinos. Esto continuó hasta que sólo quedaban cuatro nombres en la pizarra.
Toda la clase quedó en silencio, dándose cuenta de la magnitud de su próxima decisión. Ahora el profesor le dijo que quitara dos nombres más de la pizarra. Sarah miró los nombres dudando, luego borró lentamente los nombres de sus padres. Por favor, ahora borra uno más. Sarah comenzó a inquietarse, las lágrimas rodaban por sus mejillas y con mano temblorosa quitó el nombre de su hijo. Ella sollozaba afligida. Ahora solo quedaba el nombre de su marido en la pizarra.
El profesor le preguntó a Sarah: “Por qué tu esposo?” Tus padres son los que te criaron, y tú hijo es el que diste a luz. Siempre podrás encontrar otro marido.
El silencio total se apoderó. Todo el mundo tenía curiosidad por escuchar su explicación. Sarah contestó tranquilamente, un día mis padres fallecerán, y mi hijo se marchará para seguir con su vida. El que realmente compartirá mi vida será mi marido. Fue entonces cuando el resto de la clase se puso de pie y le aplaudió por su elección.
El vínculo matrimonial entre hombre y mujer y el amor que debe presidir esta relación es una planta de origen celestial.
2. Propósito del mensaje: En el cumplimiento de la misión de predicar el evangelio, necesitamos del soporte de otra persona; es por eso que a la luz de la Palabra de Dios estudiaremos dos razones para trabajar de dos en dos.
I. ES UN PRINCIPIO BÍBLICO PARA LA EVANGELIZACIÓN (Marcos 6:7, Lucas 10:1)
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1. Desde la creación, nunca fue el plan divino que el ser humano viviera solo. Aislado de los otros sería una víctima fácil del enemigo y tendría dificultad para cumplir su misión en la vida.
2. Al principio creó, para Adán, una ayuda idónea. Pero el compañerismo que el ser humano necesita es más que simplemente conyugal. Necesita también de un amigo, de alguien que lo ayude a enfrentar los desafíos de la vida y el cumplimiento de la misión.
3. Moisés y Aarón fueron a Egipto a liberar al pueblo del Señor (Éxodo 5:1).
4. Josué y Caleb eran una pareja discipuladora cuando dieron el informe de fe (Números 14:6-9).
5. Elías se fue, pero Eliseo se quedó con el manto que era símbolo del poder del Maestro. Este es otro de los beneficios de las parejas discipuladoras. Si colocamos a un hermano experimentado al lado de un nuevo discípulo, lograremos no solamente que ambos se animen mutuamente, sino que uno aprenda del otro.
6. Jesús envió a sus discípulos de dos en dos en muchas ocasiones:
a. Cuando envió a los 12 a predicar.
b. Después, cuando envió a los 70 a predicar.
c. En varias oportunidades envió a dos de sus discípulos a ejecutar órdenes, como cuando fueron por el burrito y cuando prepararon el aposento alto para la última cena.
7. En la iglesia primitiva vemos que los primeros discípulos también iban de dos en dos:
a. Pedro y Juan, sanando al enfermo en el templo y ante el concilio.
b. Pablo, predicando junto a Bernabé en su primer viaje misionero.
c. Pablo, luego que se separó de Bernabé, siempre estuvo acompañado por Silas o Timoteo.
8. “Era el propósito del Salvador que los mensajeros del Evangelio se asociaran de esta manera” DTG, 350.
9. “¿Por qué es que nos hemos apartado del método de trabajo que fue instituido por el gran Maestro? ¿Por qué es que los trabajadores en su causa hoy en día no son enviados de dos en dos?” Ev, 59.
10. “En nuestro propio tiempo la obra de evangelización tendría mucho más éxito si se siguiera fielmente este ejemplo”. DTG, 316.
Aplicación:
1. Dos son mejor que uno (Eclesiastés 4:9-12).
2. Caminar con otra persona en el servicio al Señor es cuestión de principios y actitudes correctas. Es el corazón propio el que determina la unidad y compromiso hacia la otra persona.
3. La Biblia nos enseña qué actitudes debemos guardar: Estimar al otro como superior a uno mismo (Filipenses 2:3-4). Si guardamos esto, no habrá problema en quién manda o quién dirige.
II. HAY UNA FORTALEZA MUY GRANDE CUANDO SE TRABAJA DOS EN DOS (Mateo 18:19).
1. La organización de la Iglesia, en parejas discipuladoras, está basada en el hecho de que nadie es una isla inalcanzable.
2. Todos ejercemos influencia sobre alguien. A veces, ni siquiera las palabras son necesarias, sino simplemente las actitudes, la mirada y hasta el silencio. Esta es una de las formas que Dios tiene para desarrollar el carácter de sus hijos.
3. “Dios nunca se propuso que, como regla general, sus siervos fueran a trabajar solos. He aquí una ilustración: Aquí hay dos hermanos. No son del mismo temperamento; sus mentes no corren por los mismos cauces. Uno está en peligro de hacer demasiado; el otro deja de llevar las cargas que debe llevar.
Si están asociados el uno con el otro, esto podría tener una influencia modeladora sobre cada uno de ellos, de manera que los extremos de sus caracteres no se destacarían en forma tan prominente en sus labores.
No sería necesario que estuvieran juntos en toda reunión, pero podrían trabajar en lugares que disten el uno del otro quince, veinte o aun cuarenta kilómetros, y que fueran lo suficientemente cercanos, sin embargo, como para que, si uno afronta una crisis en su trabajo, pueda llamar al otro en su ayuda. Deberían también reunirse tan a menudo como sea posible a fin de orar y consultarse” (Evangelismo, 58).
Aplicación:
1. “Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto”.
2. Hay mayor fortaleza y determinación cuando trabajamos a la par de otro. Aún los policías trabajan en parejas.
3. Dios dijo del hombre que no tenía pareja: “No es bueno que el hombre esté solo...” (Génesis 2:17).
4. Es el plan de Dios que trabajemos por las almas de dos en dos.
CONCLUSIÓN
1. El hecho de que dos vayan a predicar el evangelio juntos es una acción sabia.
2. “Ninguno fue enviado solo, sino que el hermano iba asociado con el hermano, el amigo con el amigo. Así podían ayudarse y animarse mutuamente, consultando y orando juntos, supliendo cada uno la debilidad del otro” (DTG, 316).
3. Mientras el Señor aún no viene debemos cumplir la misión de dos en dos, porque es un principio bíblico y cuando se trabaja de dos en dos, hay una fortaleza muy grande.
4. ¿Hay alguien que quiere trabajar por el Señor de dos en dos?
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